¿Qué les dejó el mundial a las marcas?

Un informe de la Asociación Argentina de Publicidad muestra que, a pesar de la salida prematura del equipo nacional, hubo quienes supieron hacer su jugada.

¿Cómo le fue a la publicidad en el mundial y cuáles fueron las marcas más recordadas? ¿Qué les dejó el mundial a las marcas?

Las marcas también jugaron el mundial, con campañas específicas destinadas a cautivar a los seguidores de la selección. A pesar de la salida prematura del equipo nacional, hubo quienes supieron hacer su jugada y aprovechar este acontecimiento deportivo.  Las publicidades `mundialeras` se convirtieron en un clásico, tanto para los anunciantes como para el público. esto pone la vara más alta para las agencias, que deben generar comerciales recordables, efectivos y, además, disfrutables, comentados y, lamentablemente, también a prueba de malos resultados futbolísticos.

En este aspecto, el público reconoce los esfuerzos de los creativos. en una encuesta que la Asociación Argentina de publicidad realizó junto a D’Alessio Irol, 7 de cada 10 personas mencionaron algún comercial sobre el mundial que disfrutaron especialmente. La encuesta, que se realizó sobre 400 respondientes de todo el país, mayores de 18 años, reveló que 8 de cada 10 argentinos gustan de las publicidades `mundialistas`. Sin embargo, no todos valoran los mismos aspectos y no hay recetas que aseguren el éxito.  Por ejemplo, una estrategia habitual es el uso de celebrities,  pero, cuando un mismo personaje se pasea por la tanda en varios avisos de distintas categorías de productos, pierde peso su rol de identificación. el mundial nos sensibiliza especialmente.

Muchos de los comerciales con foco en el `ser` argentino podrían parecer cursis en otra época del año, pero la Copa del mundo lo revoluciona todo. Como se ve en el sondeo, el sentimiento de patriotismo es lo que más atrae en este tipo de publicidad. No nos olvidemos que históricamente los deportes son grandes movilizadores masivos, y así, la bandera nacional, el himno y los paisajes del país vuelven triunfales a las pantallas. Asimismo, es en este contexto que debe pensarse la derrota.

El mundial es un gran momento para generar una conexión emocional con los consumidores. Frente a esto, se trabaja desde la empatía. Es tiempo de resaltar la importancia de estar siempre presente, en las buenas y en las malas. Entonces, ¿cómo le fue a la publicidad en el mundial? el gran desafío para los publicitarios es conseguir que su spot se haga oír entre todo el ruido y que contribuya asociando valores a una marca, y lo lograron: entre quienes mencionaron que les gustó alguna publicidad en particular, el 85% mencionó directamente la marca publicitada. Esto es un gol para la creatividad.

Publicado en Carta de Publicidad el 23/07/2018

Siete de cada diez empresarios asegura estar peor que el año pasado

El 68% de los ejecutivos sondeados en la encuesta de D’Alessio IROL para IDEA, afirmó que el primer semestre fue peor al anterior.

El dato es revelador. Siete de cada diez empresarios consultados afirma que la situación de su negocio empeoró durante el primer semestre del año, aunque el 51% espera una mejora en la segunda mitad del año, según un sondeo privado.

Bajar el gasto público, controlar la inflación, generar confianza y credibilidad, y tener un plan económico claro son las mayores recomendaciones realizadas al Gobierno por los ejecutivos consultados.

Así surge de la encuesta de expectativas realizada entre compañías asociadas al Instituto de Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea) presentada en la sede de la entidad.

De este modo, se revirtió totalmente el optimismo récord que habían mostrado en la encuesta anterior, cuando el 68% de los ejecutivos encuestados afirma que en el primer semestre del año le fue peor que en el período anterior.

En el Coloquio de Idea 2017, llevado a cabo en octubre, una semana antes de la victoria del Gobierno en las elecciones legislativas, la encuesta mostró que el 76% de los sondeados creía que la economía iba a mejorar en el primer semestre del año.

“Los resultados están alejados de las expectativas. Hubo mucho optimismo y los resultados no fueron los esperados”, admitió Eduardo D´Alessio, presidente de la consultora, al presentar el trabajo.

La encuesta se realizó entre la segunda y la tercera semana de junio, cuando la mayor parte de la devaluación ya se había concretado.

La falta de una estrategia para controlar la inflación, la devaluación, la caída del nivel de actividad, la baja del consumo, la falta de inversión, las elevadas tasas de interés y la escasez de crédito son algunos de los puntos negativos recogidos por la encuesta.

El trabajo fue realizada por D´Alessio Irol en junio entre 230 ejecutivos socios de Idea.

A la hora de evaluar los “aciertos y desaciertos” del Gobierno, los ejecutivos cuestionaron la política comunicacional, mientras que también hubo críticas hacia los problemas para controlar el gasto público y la inflación en el corto plazo.

La industria es la que en mayor medida ha sentido el impacto de una disminución en su nivel de operaciones.

En tanto, el sondeo arroja que los niveles de inversión está por encima del promedio de los últimos ocho años.

Entre los temas clave, la reforma impositiva es el más mencionado en el caso de la industria, mientras que salarios es el más relevante para servicios.

La baja de inflación surge nuevamente como una cuestión preponderante para la competitividad.

Además, Justicia y educación son señalados como los grandes temas para que el país crezca.

Al Gobierno se le reconocen especialmente sus esfuerzos para lograr la apertura del país al mundo y las intenciones positivas por la obra pública.

Publicado en Diario 26 el 11/07/2018

Javier Goñi: “La crisis cambiaria generó que el primer semestre fuera peor que las expectativas”

Javier Goñi es el gerente general de Ledesma y el presidente del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), una agrupación que reúne a más de 200 grandes, medianas y pequeñas firmas.

Ayer se dieron a conocer los resultados de la encuesta que realiza dos veces al año la consultora D’Alessio IROL entre los ejecutivos miembros de IDEA, en donde el 68% de los sondeados admitió que en el primer semestre del año le fue peor que en el periodo anterior. El dato contrastó con el récord de optimismo que habían dado las expectativas para los próximos meses en la encuesta anterior, realizada en octubre pasado.

-¿Por qué hubo tanta diferencia entre las expectativas que tenían los empresarios el año pasado y lo que finalmente ocurrió?

-Sin dudas la realidad fue peor que las expectativas. Pero quiero destacar que la economía venía con un crecimiento bueno al fin del año pasado y con una inercia que todos pensábamos que iba a continuar. Los hechos que dispararon esta crisis cambiaria -que fue la sequía, el tema de las tarifas y el aumento de la tasa de interés en Estados Unidos- hizo que el primer semestre fuera peor que las expectativas. De la encuesta, mirándola en profundidad, rescato que las expectativas para los próximos meses vuelven a ser positivas y eso es interesante. El 51% de los encuestados dice que va a estar mejor, incluso más positivo es el sector de la industria que el de los servicios.

-¿Qué rescata de estos últimos meses y qué le preocupa?

-Entre las cosas que se hicieron bien está el acuerdo con el FMI . La sociedad argentina entendió lo importante que fue el préstamo como seguro para evitar una crisis mayor. Además, que la Argentina haya entrado como mercado emergente es una señal muy importante para el futuro. Por supuesto que a todos nos preocupa la inflación y las tasas de interés, que es importantísimo para la actividad que comiencen a bajar. La devaluación, que si bien por una parte tiene un efecto positivo, al ser tan repentina genera complicaciones. La encuesta refleja lo que está pasando: un primer semestre que estuvo por abajo de lo que se esperaba, pero que se siguen manteniendo las expectativas positivas para adelante. Creo que la cosecha fina que está viniendo para fin de año será buena y eso va a ayudar. Los proyectos con participación pública-privada (PPP), entre lo que es la obra pública y la infraestructura, también van a ser positivos. Además creemos que el consumo mejorará, que si bien no venía de un crecimiento fenomenal, venía creciendo.

-Pero también la encuesta señala que son pocas las empresas que creen que habrá creación de empleo, aumento de ventas y mejora en la rentabilidad.

-Todos sabemos, y lo escuchamos de la palabra del ministro [de Producción] Dante Sica , que tenemos que pensar que en el próximo semestre vamos a tener tasas altas, con inflación y desaceleramiento. Mirando para adelante, veo a fin de año un recupero y un repunte. Si el dólar también se llega a estabilizar, que en estos días pareciera, es una buena señal para tranquilizar a los mercados y para bajar las tasas, porque con estos niveles en los que estamos hoy ningún negocio es viable.

-Y mirando al año próximo, ¿cómo ve el panorama en un año electoral y el objetivo de llegar al 1,3% del déficit fiscal?

-El compromiso del Gobierno de bajar el déficit fiscal es una buena señal para todos. Si se ponen firme en eso y lo hacen en forma inteligente -que creo que está previsto en el acuerdo con el FMI que haya un espacio de contención social por lo que pueda generar la baja del déficit- es una buena señal. Un déficit bajo hará que la Argentina sea más competitiva y permitirá que los empresarios tengamos una mejor previsibilidad. El déficit fiscal, en definitiva, es la madre de todos los problemas. Es bueno que haya una meta estricta y que haya una vocación concreta, que es lo que noté con los ministros con los que hablé estos días y con el llamado a los gobernadores. Creo que el consenso es el camino.

-¿Hubo un cisne negro?

-Fue un cisne negro. El Presidente de hecho lo reconoció el otro día en el discurso por el Día de la Independencia, hay errores internos, no hay ninguna duda, pero se combinó con una serie de factores que no eran esperados. Los mismos errores, con otros factores, hubieran tenido un efecto más atenuado. Combinado con estos factores se generó una mini tormenta perfecta.

-¿Es una buena señal los cambios en el gabinete?

-Es una buena señal. Al ministro Dante Sica lo conozco porque trabajaba con nosotros en IDEA y conoce mucho de industria y es alguien que entiende mucho de la realidad del interior del país. Él dijo que le iba a dar más dinamismo a las políticas y más velocidad. Yo lo veo positivo.

Publicado en La Nación el 11/07/2018

Optimismo cauteloso entre los empresarios

IDEA La tradicional encuesta muestra que el 1° semestre fue duro, pero que la situación no se agravará P3 Según la encuesta de IDEA, la primera mitad de 2018 estuvo muy lejos de las expectativas y, pese a la recesión, ejecutivos creen que la situación mejorará. Tras 1º semestre duro, empresarios mantienen un optimismo moderado

Corría el mes de octubre de 2017 y el Hotel Sheraton de Mar del Plata desbordaba de optimismo. Allí se celebraba el 53° Coloquio de IDEA (cita máxima del año para el Círculo Rojo) y la encuesta que realiza semestralmente Eduardo D´Alessio para la institución empresaria tocaba picos de optimismo récord. El contexto, una economía en recuperación y encuestas que marcaban que, solo unos días después, Esteban Bullrich se impondría sobre Cristina Kirchner en la estratégica provincia de Buenos Aires.

Hoy, varios meses después y `pasaron cosas` mediante, la situación cambió radicalmente. La única verdad, decía alguien, es la realidad, y esta no convalidó ese optimismo que, ciertamente, era muy verosímil: el Gobierno por el que la amplia mayoría de los empresarios había votado pudo superar un 2016 complejo, había puesto la economía a crecer nuevamente y estaba a punto de ganar las elecciones de medio término. `Fue una depresión posparto`, ironizó el economista José Siaba Serrate, ayer, en la presentación de los resultados de la última encuesta en la sede central de IDEA. Los datos fueron recopilados en la segunda quincena de junio.

Por eso, cuando D´Alessio puso a los hombres y mujeres de negocios a contrastar ese optimismo con la realidad observada, el balance ex post fue muy negativo: 68% de los más de 230 ejecutivos sondeados dicen que las cosas anduvieron peor que lo imaginado. ¿Los motivos? Diversos. Inflación y caída del peso; menos actividad y, en particular, consumo; tasas de interés altas y cadenas de pagos más estresadas y, también, errores en la política económica.

Hacia adelante, las perspectivas son (algo) más alentadoras, aunque ya no en las alturas de los picos de 2017: el 51% cree que las cosas andarán mejor (la mayoría dice `moderadamente` mejor); 24% cree que todo seguirá igual y 25% avizora un panorama peor. Según D´Alessio, esos guarismos sugieren, más que la creencia en una rápida reversión del ciclo bajista, una visión de que no se va a profundizar la crisis. Coincidió Siaba Serrate. Sin embargo, eso generó alguna sorpresa porque los efectos del sacudón cambiario recién se están empezando a sentir y todavía persiste la medicina amarga que se instrumentó para aplacarla, por caso, las tasas de interés en niveles absolutamente anormales. Quizás una explicación sea que las empresa sondeadas son relativamente grandes y suelen estar más `hedgeadas` antes el riesgo de la tasa (y las situaciones complejas en general). Algunos empresarios, dijo la encuesta, vieron el salto del dólar como una suerte de sinceramiento necesario.

Adonde más se siente el moderado optimismo futuro, lógicamente, es en las exportaciones. Con el nuevo dólar (casi $10 más alto que a comienzos de 2018), las empresas tienen mayores márgenes para colocar sus saldos en los mercados globales. En rigor, 43% de las empresas exportadores esperan aumentar sus ventas afuera.

Luego, las demás variables entregan resultados heterogéneos. Por ejemplo, la inversión: 47% dijo que la mantendrá, 19% que la aumentará moderadamente, 15% que reducirá en la misma cuantía. Registros similares se encontraron en ventas, empleo y rentabilidad.

Asimismo, subió más de 10 puntos porcentuales la cantidad de empresas que opera a una capacidad baja (entre 50% y 70%) y pasó de 27% a 38%. El 35% opera entre 71% y 85% y el 27% restante, arriba de 85%: allí lideran las de servicios en detrimento de las industriales.

La encuesta también sostiene que hay un pedido unánime del empresariado: reforma impositiva. La juzgan clave más de 39% de los sondeados. ¿No bastó la de 2017? Será difícil una reforma 2.0 en un contexto de ajusta fiscal. Salarios, tecnología y retención de talentos son otros de los temas importantes de los ejecutivos.

A nivel sistémico, los empresarios creen que la inflación es la gran batalla a futuro, junto a la reforma impositiva y la laboral (que el Gobierno decidió postergar y difícilmente vea la luz en el actual período presidencial).

¿Qué le recomiendan al Gobierno si estuvieran en su lugar? Bajar el gasto público, en primer lugar. Algo que siempre es más fácil decir que hacer y, a la vez, mejorar la comunicación, ya que esa es la principal falla que ven en Cambiemos.

Más allá de lo estrictamente económico, la Justicia y la educación básica aparecen como tema urgentes a mejorar.

Publicado en El Economista el 11/07/2018

Encuesta de IDEA: tras haber vivido el peor semestre de la era Macri, los ejecutivos confían en una leve recuperación

De todos modos y a pesar de la percepción adversa sobre el primer semestre del año, los empresarios argentinos se anticipan que habrá una leve recuperación que se sentirá entre julio y diciembre y una mayor apertura de las exportaciones

Además de reconocer que el primer semestre de este año fue el peor de la gestión del presidente Mauricio Macri, los empresarios argentinos le reclaman al Gobierno más control sobre el gasto público y la inflación para lo que resta del año. Así surge de una encuesta revelada hace poco y de la que participaron 230 hombres de negocios que, en conjunto, representan entre el 70% y el 80% del PBI de la Argentina.

De sus resultados se desprende que para el 68% de los empresarios existió una percepción adversa de los primeros seis meses de este año, aunque estiman que habrá una leve recuperación de las expectativas entre julio y diciembre. De todos modos, siguen siendo críticos a la comunicación oficial y a las medidas que hasta ahora ha venido tomando Cambiemos vinculadas al gasto público y al control de la inflación.

Por eso, en la encuesta, que fue elaborada por la consultora D’Alessio Irol para IDEA, también piden que, en el mediano plazo, se promuevan más inversiones en infraestructura. En este marco, también reclaman una reforma impositiva para la industria y una baja en los costos salariales para el sector de servicios, así como una drástica reducción del costo inflacionario como tema preponderante para alcanzar una mayor competitividad.

En cuanto a las perspectivas, la mayoría de los ejecutivos que participaron de la encuesta de IDEA aseguraron que la apertura de la Argentina al mundo sigue siendo vista como positiva. Por eso tienen expectativas sobre el crecimiento de las exportaciones, el incremento de las inversiones y el empleo, además de mayores ventas y rentabilidad. Es más, aseguran que los niveles de inversión actuales se ubican por encima del promedio de los últimos ocho años.

Entre los factores negativos, la mayoría de los consultados por el instituto que agrupa a las empresas de mayor relieve de la Argentina se ubican también el sinceramiento económico y la transparencia. Piden además mayor orden desde el Gobierno y mejor orden a la hora de planificar.

Entre quienes opinaron que la situación es mucho peor identificaron como problemas a la falta de control de la inflación, la devaluación, la caída del nivel de actividad, baja del consumo, falta de inversiones, altas tasas de interés, carencia de crédito, corte de la cadena de pagos, imposibilidad de bajar el déficit social, entre otras.

En cuanto a los factores positivos se destacan el acuerdo con el FMI, la calificación del país como mercado emergente, apertura internacional, sinceramiento económico y suba del dólar. Con relación a la recuperación de las exportaciones, el 43% esitimó que será un dato alentador para los próximos meses ya que las modificaciones cambiarias contribuyen a mejorar las expectativas de mayores ventas al exterior.

En tanto, una quinta parte de los consultados confía en incrementar las inversiones, un tercio prevé subas en sus ventas y la mitad de las empresas considera que no tendrá mayores cambios en temas de empleo mientras que otro 19% espera incrementar su dotación. Por otra parte, una tercera parte de los encuestados espera mejoras en su rentabilidad (30% en sector Industrias; 24% en Servicios).

El estudio de IDEA se realiza dos veces al año desde el 2000 por lo que los próximos resultados se brindarán durante el Coloquio anual de la entidad que, como de costumbre, se llevará a cabo en octubre próximo.

Publicado en IProfesional el 11/07/2018

Para el 70% de las empresas la economía empeoró en el primer semestre

Los empresarios están inquietos por el rumbo de la economía y cada vez son menos los que se guardan las críticas para su fuero interno. A dos años y medio de la llegada de Mauricio Macri a Balcarce 50, los hombres de negocios hacen gestiones para que el gobierno salga a negociar con la oposición para evitar trabas y encaminar su proyecto político económico.

Como prueba más reciente de esa inquietud, el 68% de los 230 empresarios que respondieron a la última Encuesta de Ejecutivos que elabora la consultora D’Alessio Irol a pedido del Instituto para el Desarrollo Empresario (IDEA) consideró que en el primer semestre de 2018 la economía fue entre moderadamente mala y muy mala. A la par, un 17% consideró que la economía no cambió y sólo un 15% habló de un primer semestre entre moderadamente mejor y mucho mejor.

De todos los sectores de la economía, la industria fue el sector de la economía que más afectado salió en los primeros seis meses del año en curso. Pese a las críticas por el mal arranque del año, los consultados se manifestaron confiados en que la tendencia puede mejorar en la segunda parte. El 51% de los consultados prevé que la economía será entre moderadamente mejor y mucho mejor, contra un 25% que espera un final de año entre moderadamente peor y mucho peor.

Pese a que la percepción en general fue mala, los consultados destacaron como temas positivos al acuerdo con el FMI, a la calificación del país como mercado emergente, la apertura internacional, el “sinceramiento económico” y el aumento del dólar.

Entre lo negativo cuestionaron la inflación, la devaluación, la caída de la actividad, la baja del consumo, las elevadas tasas de interés, el déficit fiscal y la “crisis cambiaria”.

Aunque se mostraron optimistas a futuro, sólo una quinta parte de los empresarios consultados por D’Alessio Irol afirmó que invertirá más en el próximo año. De los ejecutivos que respondieron afirmativamente, un 32% pertenece mayoritariamente al segmento de la mediana empresa contra un 20% de representantes de empresas grandes.

Pese a esto, la consultora que elaboró el informe destacó que las inversiones están por encima del promedio de los últimos ocho años. En sintonía con el panorama de las inversiones, la expectativa respecto a las ventas también es moderada.

Según el informe privado, sólo un tercio prevé aumentos de los volúmenes en los próximos doce meses. El 42% de esa fracción correspondió al segmento de las pymes.

En esa línea, el empleo tendrá un año sin cambios para la mitad de los consultados. Sólo un 19% aseguró que prevé ampliar su dotación de personal en los próximos meses.

Los consultados destacaron la “apertura comercial” como uno de los puntos rescatables de la política económica de Cambiemos.

Y si bien plantearon una recuperación de expectativas sobre exportaciones, reconocieron que las posibilidades de que aumenten las inversiones y el empleo se reduce al mínimo de las empresas.

Consultados sobre los temas claves para recuperar el crecimiento, los hombres de negocios clasificaron primero a la reforma impositiva para la industria y a los salarios para las empresas del sector de los servicios. En tanto, la mayoría respondió que la baja de la inflación es crucial para aumentar la competitividad.

Finalmente, los empresarios lamentaron a la comunicación del gobierno como uno de los temas más controvertidos. Y afirmaron que las principales demandas de cara a futuro, además de la inflación, son el control del gasto público y las inversiones en infraestructura.

Publicado en Tiempo Argentino el 11/07/2018

Siete de cada diez empresarios dicen estar peor que en 2017, pero creen que el segundo semestre será mejor

Los datos surgen de una encuesta a 230 miembros de IDEA

Un buen arranque de año. Un segundo trimestre donde la economía retrocedió varios pasos. Y una proyección de que recién al final del último cuarto de 2018 se logren ver datos económicos encaminados otra vez hacia un terreno positivo. Esa es la hoja de ruta que varios analistas del sector privado e incluso de algunos integrantes de económico del Gobierno para lo que queda del año.

Pero una proporción importante del empresariado local parece incluso apostar a más: un 51% cree que el segundo semestre será “moderadamente mejor” o “mucho mejor” que el primero. Así se desprende de una encuesta de IDEA que la consultora D’Alessio IROL realizó en junio entre 230 ejecutivos y empresarios socios del instituto empresario.

La perspectiva se sostiene, entre otras cosas por un grado de recuperación en las exportaciones, inversiones y un sector industrial que espera mantener sus margenes de ganancia o ver un leve crecimiento.

El dato se contrasta con una evaluación de la primera mitad del año que es principalmente negativa, con un 68% opinando que la situación económica durante ese período fue moderadamente o mucho peor que el anterior. Las bases de esa visión negativa se resumieron en las cuestiones como la inflación; las tasas de interés y el acceso al crédito; y la política económica en cuestiones como la crisis cambiaria y la baja del déficit fiscal.

De cara a lo que viene, un 43% de los encuestados esperan que las exportaciones de sus empresas aumenten de forma moderada o significativamente durante el próximo año. El segmento más grande fue el 49% que considera que no verá un cambio en sus exportaciones a lo largo de los siguientes 12 meses.

 Para mejorar la competitividad, consignan los encuestados, es de primordial importancia mejorar en los frentes inflacionarios, impositivos y laborales

En el frente inversor, el grueso de los encuestados sostiene su visión actual o tiene perspectivas de mejora hacia futuro. A pesar del actual clima económico, un 47% no espera modificaciones en la inversión en su empresa, y otro 23% estima que la inversión crecerá moderada o significativamente.

Otro rubro donde la mayoría espera mantener su posición actual o crecer en alguna medida es la rentabilidad empresaria. Un 52% cree que durante los próximos doce meses la rentabilidad de sus empresas quedará igual o mejorará. De los que proyectan un crecimiento en rentabilidad, un 30% pertenecen a empresas industriales.

Lo más importante para tratar

Un aspecto que continúa en boca del sector privado es la competitividad de Argentina respecto del resto del mundo. En ese frente, temas como infraestructura y política de cambio no son los más importantes.

Los encuestados apuntan a lograr una baja de la inflación (64%), la reforma impositiva (59%), y la reforma laboral (47%), como los tres principales ejes sobre los cuales la competitividad argentina se tendrá que basar.

Publicado en Infobae el 11/07/2018

El sector de servicios, la excepción en un panorama complicado

La devaluación le permitió bajar costos (salarios sobre todo) y ganar rentabilidad

El salto del tipo de cambio y sus posteriores consecuencias -aumento de la inflación, suba de las tasas de interés e incertidumbre financiera, entre otras- cambiaron los planes de las empresas, que en octubre pasado esperaban un panorama mejor para este año. Sin embargo, hay un sector en especial que parece haber sido inmune a las turbulencias.

“En los próximos seis meses vamos a contratar a 600 personas. A nivel local somos casi 9000 profesionales, y esperamos aumentar en mil esa cifra de acá a un año”, indicó Sergio Kaufman, secretario de IDEA y presidente de Accenture Argentina, empresa multinacional dedicada a la prestación de servicios en estrategia, consultoría, digital, tecnología y operaciones.

Al sector de los servicios, principalmente los basados en el conocimiento que operan con clientes en el exterior, la devaluación de la moneda le permitió bajar los costos (los salarios en dólares son más baratos) y aumentar la rentabilidad.

“El mercado local está superdinámico, hay muchas compañías que están esperando para hacer inversiones estructurales, como comprar un proyecto de transformación digital. Estos servicios siguen siendo muy interesantes. En nuestro caso, las expectativas de negocios no decrecieron, sino que aumentaron. Hay muchos proyectos que nos pidieron en las áreas de transformación en energía, industria pesada y sector financiero, que crecieron fuertemente y ahora están madurando. A todo esto se le suma la mayor competitividad que tiene el país con el tipo de cambio”, agregó.

En la encuesta de D’Alessio IROL, el 19% de los ejecutivos que creen que va a aumentar el empleo en su empresa pertenecen al sector de los servicios, según señaló Eduardo D’Alessio, presidente de la consultora. Además, destacó que “los exportadores son los únicos que ven positiva la situación actual”.

Publicado en La Nación el 11/07/2018

IDEA: siete de cada diez empresarios dicen estar peor que el año pasado

Las expectativas que tenían para este año los empresarios chocaron de frente con la realidad. El optimismo récord que habían mostrado en la encuesta de D’Alessio IROL para la organización IDEA en octubre pasado mostró en el relevamiento de este año un dato elocuente: el 68% de los 230 ejecutivos sondeados dijo que en el primer semestre de este año les fue peor que en el período anterior.

El estudio, que se hace dos veces al año desde 2000, toma a un grupo de empresas que representa entre el 70 y 80% del PBI. En el coloquio pasado de IDEA, que se llevó a cabo en octubre, una semana antes de la victoria del Gobierno en las elecciones legislativas, la encuesta presentada indicaba que el 76% de los sondeados creía que la economía iba a mejorar en el primer semestre del año. Había sido un récord de optimismo para el historial de la encuesta.

“Los resultados están alejados de las expectativas. Hubo mucho optimismo y los resultados no fueron los esperados”, indicó ayer Eduardo D’Alessio, presidente de la consultora, al presentar el informe. El especialista señaló que el sondeo se realizó entre la segunda y la tercera semana de junio, cuando la mayor parte de la devaluación ya se había concretado.

Solo una vez desde que se hace la encuesta hubo una diferencia mayor entre las expectativas y la realidad. Fue en los informes de mayo y octubre de 2001, cuando en el medio sucedió el atentado del 11 de Septiembre a las Torres Gemelas.

“Cuando se realizó la anterior encuesta, el dólar estaba en menos de $18 y todavía no se había dado el 28 de diciembre [la conferencia de prensa con el presidente del Banco Central en la Casa Rosada]. La expectativa de inflación todavía era alta, pero se estimaba por abajo del 20%. Tuvimos desde entonces un período de variabilidad extrema”, explicó el economista José Siaba Serrate, al comentar los resultados en la presentación de la encuesta. “Hay que tomar con pinzas las expectativas y analizar en qué momento se formularon para entenderlas”, agregó.

Para el próximo semestre, si bien los ejecutivos consultados sostienen una percepción adversa de la situación económica, el 51% confía en que va a estar moderadamente o mucho mejor. Las razones que dan son una mejor posición financiera del país, luego del acuerdo con el FMI y la recategorización a país emergente por la sociedad MSCI, y una mejora en el comercio exterior, producto de la apertura internacional, del aumento del dólar y de la mejora en los términos de intercambio. Mientras un 24% de los consultados cree que la situación se mantendrá igual, el 25% restante que cree que el contexto actual es mucho peor señala que es culpa de la devaluación del peso, de la inflación, de la caída del nivel de actividad, de la baja en el consumo, de la falta de inversión, de las elevadas tasas de interés y de la imposibilidad de bajar el déficit fiscal.

Nuevas expectativas

Para el próximo año, todas las expectativas de empleo, ventas y rentabilidad bajaron considerablemente en comparación con las previsiones de las empresas en octubre pasado.

La única variable que continúa estable es la inversión estimada. Si bien el año pasado los niveles habían sido récord, con una promesa de invertir el 14% de la facturación anual, el porcentaje solo cayó al 13%, aun en niveles por encima del promedio de los últimos ocho años. “La inversión por unidad de negocio sigue estando por encima del promedio, aun con este panorama. Lo que cambió fue el destino de la inversión: ahora prevalecen las del tipo blandas (desarrollo de tecnología, de nuevos productos y búsqueda de nuevos mercados), más que la inversión dura (incorporación de maquinaria, obras civiles y equipamiento informático)”, indicó D’Alessio.

En cuanto a la creación de puestos de trabajo, de los 230 ejecutivos consultados, apenas un 19% cree que el empleo en su empresa aumentará en los próximos doce meses; una caída significativa con respecto al 48% que esperaba aumentar la cantidad de personal en el informe anterior.

La expectativa de ventas, por otro lado, también cayó fuertemente: del 83% que creía el año pasado que iban a aumentar, la estimación en el último sondeo bajó al 34%. Asimismo, el 41% de los ejecutivos ahora proyecta que el nivel de ventas disminuirá dentro de los próximos 12 meses, mientras que en octubre pasado solo el 8% preveía un panorama negativo.

Además, solo el 28% de las empresas cree que su rentabilidad aumentará en el próximo año, mientras que en la encuesta pasada, el 43% creía que crecería.

Otro cambio de tendencia fue en el comercio exterior, donde un 43% cree que sus exportaciones van a aumentar, en comparación con el 31% de octubre pasado, lo que refleja el mejor contexto que brinda la devaluación a esta actividad.

Publicado en La Nación el 11/07/2018

Aseguran que se terminó la “luna de miel” con las tarjetas de crédito

Un análisis realizado por D’Alessio Irol reveló que hoy se lo considera “un instrumento que es necesario, pero no deseable”.

Los argentinos terminaron su “luna de miel” con las tarjetas de crédito, según revela un informe realizado por la consultora D’Alessio Irol.

“Hay una relación amor odio con la tarjeta de crédito. Te necesito, pero no te quiero”, remarcó Nora D’Alessio vicepresidenta de la compañía que lleva su apellido.

En el marco del ‘16 Congreso Nacional de Crédito, organizado por CMS’,  D’Alessio precisó que hoy “la gente tiene bien en claro que usar las tarjetas y endeudarse através de ellas es necesario pero no deseable”.

“Hoy la gente sabe que la situación está mal, pero a diferencia de otras crisis, piensa que puede estar mejor, es optimista. La realidad me aprieta pero soy optimista, me aprietan pero soy optimista”, explicó.

D’Alessio señaló que tras la corrida financiera que se produjo en mayo, “la casa se mantiene como aspiración y refugio de valor” y explicó que la mayoría de la gente prefiere “no usar créditos financieros”.

Destacó además que a la hora de buscar fondeo  los argentinos usan Internet para buscar y comparar productos, pero sobre el final sienten todavía la necesidad de ser atendido en una sucursal para cerrar una decisión.

“La gente tiene bien en claro que usar las tarjetas y endeudarse a través de ellas es necesario pero no deseable”.

“Hoy hay limitantes racionales a la hora de endeudarse, hay miedo a que la inflación y la inestabilidad laboral impidan pagar la cuota, pero también hay un impulsor emocional que es la necesidad de sentir que se puede seguir creciendo”, analizó.

Precisó que la mayor parte de la clase media está endeudada. En un relevamiento, el 68% dijo estar endeudado y un 32% no.

Por su parte, Marcos Bazan socio de Deloitte, destacó que pese a la volatilidad financiera, los depósitos se mantuvieron. Planteó la necesidad de “ampliar el acceso de la población a los servicios financieros, para lograr un sistema más profundo y equitativo”.

“Nos falta mejorar los costos de fondeo, lograr una matriz diversificada de productos y servicios, recuperar los plazos y retornar a los precios de mercado”, enumeró.

Publicado en El Cronista el 08/06/2018