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METODO CAMBIEMOS
Sergio Berensztein
Se suman elementos a la polémica por el estilo oficial de comunicar. Campaña vs. gestión.

Comunica bien el Gobierno? ¿Existen en efecto serios problemas de comunicación, más allá de la polémica surgida esta semana en torno de la cuestión Malvinas, como para motivar un retiro por parte de los principales voceros oficiales en el emblemático CCK, la nave insignia del culto a la personalidad que caracterizó la gestión de Cristina? A menudo me preguntan sobre estas cuestiones, y confieso que no sé qué contestar.
Si me guío por los resultados, ¿cómo dudar de las virtudes de un equipo y de una concepción teórica que, desde 2005, cuando Macri fue electo diputado nacional, a la fecha sólo cosechó éxitos políticos resonantes, muchos de ellos inesperados, como la victoria de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires? “Nos subestiman”, dijo Marcos Peña, y tal vez tenga al menos parte de razón.

Pero hay quienes sugieren que, al margen de las virtudes del “método Cambiemos”, la estrategia comunicacional del Gobierno es, por lo menos, insuficiente sino errónea: una cosa es una campaña electoral, donde el objetivo es seducir a los votantes, y otra muy diferente es comunicar actos o planes de gobierno, sobre todo en un país tan complejo, amplio y diverso (en contraste con un distrito relevante pero acotado y, sobre todo, más rico y homogéneo que el promedio del país, como la Ciudad de Buenos Aires). Respecto de los éxitos logrados por los estrategas de Macri, el contraargumento principal apunta a un conjunto de escenarios contrafácticos que sugieren que el ajustadísimo triunfo de Cambiemos tuvo mucho más de contingencia (en la ciencia política contemporánea, el concepto más aceptado y utilizado es tujes; en el país suele adquirir una connotación más gaseosa) que de planificación estratégica, incluyendo la utilización de redes sociales, mensajes esperanzadores y cosas por el estilo.

En efecto, ¿qué hubiera ocurrido si, en vez de Zannini, Cristina le hubiera dejado elegir a Scioli un compañero de fórmula más competitivo (menos tóxico), que no asustara tanto a los electores independientes? ¿Y si Randazzo hubiese aceptado ser candidato a gobernador o Domínguez le hubiese ganado a Aníbal (en los papeles, no sólo en los rumores o especulaciones de los corredores del poder)? ¿Cuál hubiera sido el nivel de participación de los voluntarios que fiscalizaron la elección presidencial si en Tucumán los comicios se hubiesen desarrollado con relativa normalidad, sin tantos escándalos? ¿Y si arreglábamos con los buitres, volvía el financiamiento, crecíamos fuerte y hasta bajaba algo la inflación? ¿Los sectores medios y medios altos, principal base de apoyo de Cambiemos, hubiesen alterado sus preferencias en un contexto sin tantos cepos ni profundiz ación del intervencionismo autárquico? ¿Acaso hubiese alcanzado Scioli una diferencia más significativa en la primera vuelta (incluso más de 40%, más 10 puntos de diferencia) de haber concurrido al primer debate televisado en la historia política argentina? ¿Y si la campaña duraba una semana más, la tradicional propaganda negativa del FpV hubiera tenido más impacto? Planteos. Estos interrogantes plantean, además, escenarios inquietantes respecto de la solidez de la vocación de cambio que en efecto ha demostrado y aún tiene la sociedad: a pesar de todo lo anterior,

Macri ganó la segunda vuelta apenas por 2 puntos y medio. No cabe duda de que un eventual triunfo de Scioli hubiera cuestionado de manera terminal la estrategia desplegada por Peña, Duran Barba y compañía. De todos modos, es probable que el resultado obtenido los haya obligado a replantearse el margen de acción del nuevo gobierno. Se entiende, entonces, que el imperio del gradualismo haya penetrado transversalmente la agenda gubernamental.

Por algo el peronismo abandonó tan abrupta y contundentemente a Cristina: indudable mariscal de la derrota, responsable de un descalabro electoral y político sin precedentes, no merece ni siquiera la más mínima solidaridad en medio del tornado judicial en el que está metida. A pesar de que, en un reciente sondeo elaborado por D Alessio IROL, un 30% de los argentinos aún tiene imagen positiva de la ex presidenta, y en la provincia de Buenos Aires ese porcentaje se eleva a la mitad. Eso no se traduce automáticamente en votos, pero no abundan los potenciales candidatos que puedan mostrar semejante aceptación en el principal distrito. Por eso todos los caminos, o casi, parecen conducir a Massa, que no está solo ni espera, sino que trabaja para consolidar una estructura que, a diferencia de lo ocurrido entre 2013 y 2015, con el peronismo pero con una vocación frentista y plural, se proyecte como alternativa de poder ampliando su base de sustentación. Lo mismo que hizo Macri con la UCR y la Coalición Cívica.

Una cuestión hasta ahora menos debatida es si los cuestionamientos a la comunicación oficial apuntan a los qué o a los cómo. Algunos especialistas sostienen que el Gobierno hace mucho más de lo que parece, y que algunos temas importantes se diluyen en la vorágine del día a día. Tal vez por estar integrado por tantos hinchas xeneixes, el equipo presidencial parece haber olvidado aquello de poner el huevo y además cacarear. Otros, por el contrario, apuntan a las formas: el combo redes sociales/timbreo no parece convencer demasiado a los segmentos más convencionales de la coalición de gobierno. Por ejemplo, esta semana Ernesto Sanz embistió sin tapujos contra Jaime Duran Barba, a quien culpó por algunos de los principales errores del Gobierno. Sorprende dicha actitud de alguien que conoce de sobra que en última instancia es Macri el que toma o avala las decisiones más importantes.

¿Es necesario que el Gobierno haga más “política”? ¿Qué significa eso exactamente? ¿Qué clase de acciones, en concreto, no se están llevando a cabo que mejorarían en todo caso los resultados de la gestión? El Presidente afirmó que pasa el 80% de su tiempo con el matafuego en la mano apagando incendios y que solamente en el 20% restante puede pensar en el mediano y largo plazo.

Es posible que una vez que se ordene un poco más la agenda y se despejen cuestiones acuciantes (el lío de las tarifas, por ejemplo, consumió muchas más horas y paradójicamente energía de lo pensado, desplazando o postergando otras prioridades), lo importante se imponga a lo urgente. O todo lo contrario: el avance del calendario electoral podría desviar el foco otra vez hacia la coyuntura. Y el debate sobre las cuestiones de fondo (las reformas estructurales, la calidad institucional, la competitividad, el futuro del empleo) sufrirá una nueva, costosísima, típicamente argentina postergación.

83% NO APRUEBA LOS SUBSIDIOS PARA EL FÚTBOL

Informe sobre la aprobación de los subsidios al fútbol extraído de la medición del Tracking de Humor Social y Político.

83% no aprueba los subsidios para el fútbol
 
Si bien 6 de cada 10 argentinos son fanáticos de este deporte, solo un 17% aprueba que se destinen fondos del Estado para solventar esta actividad.

La información pertenece a la medición que D’Alessio IROL efectúa en forma continua junto a Berensztein®.

Puede descargar el informe acá: Subsidios al fútbol

Desocupación e inflación, las mayores preocupaciones de los argentinos

Según un sondeo realizado por dos encuestadoras, esas son las principales inquietudes de los ciudadanos.
Una encuesta realizada por las consultoras D’Alessio IROL y Berensztein reveló que la inflación y la desocupación son “la preocupación central” de los argentinos. Según el relevamiento, para el 86% de los encuestados la inflación es la mayor preocupación.Además, el sondeo disparó que entre los factores que originan ese malestar figuran “el aumento en tarifas de luz y gas y sus consecuencias en la economía personal, la de no llegan a fin de mes”.Al respeto, la preocupación sobre la inflación es tanto de quienes votaron a Mauricio Macri como los que lo hicieron por Daniel Scioli, en ambos casos el 86% coincide en colocar ese tema en una inquietud central.En línea con la inflación, entre las mayores preocupaciones aparecen, el aumento en las tarifas de la luz para el 47% de los encuestados y el aumento en las tarifas de gas para el 45%.Además de la suba de precios, la encuesta sostiene que “la desocupación como problema viene ganando espacio en cada medición desde el 2015” y es una preocupación para el 57% de los consultados.Asimismo, el relevamiento detectó que la percepción negativa de la economía creció un 13,6% desde diciembre del año pasado a abril de este año. Sin embargo, el 49,6% cree que la situación económica mejorará en el país dentro de un año, aunque se ubica a casi diez puntos de la percepción que tenía en diciembre. Por otra parte, las causas de las medidas económicas adaptadas por el Gobierno, fueron empatadas. El 47% consideró que las medidas responden a la nueva política de Macri, mientras que el 46% indicó que eran “necesarias” producto de la mala gestión del kirchnerismo. Asimismo, sólo el 43% considera que las medidas económicas impulsadas por Macri lograrán impulsar el crecimiento del país.

Desocupación e inflación, las mayores preocupaciones de los argentinos

Más allá de lo que marque la sensación térmica que cada político quiere hacer valer, la inflación y la desocupación son “la preocupación central” de los argentinos, tal como lo evidencia una encuesta realizada por las consultoras D’Alessio IROL y Berensztein.

El relevamiento muestra que para el 86% de los encuestados la inflación es la mayor preocupación. Entre los factores que originan ese desasosiego indican que “los originan el aumento en tarifas de luz y gas y sus consecuencias en la economía personal- no llegan a fin de mes-“.

Al respeto, la preocupación sobre la inflación es tanto de quienes votaron a Mauricio Macri como los que lo hicieron por Daniel Scioli, en ambos casos el 86% coincide en colocar ese tema en una inquietud central.

En línea con la inflación, entre las mayores preocupaciones aparecen, el aumento en las tarifas de la luz para el 47% de los encuestados y el aumento en las tarifas de gas para el 45%.

Además de la suba de precios, la encuesta sostiene que “la desocupación como problema viene ganando espacio en cada medición desde el 2015” y es una preocupación para el 57% de los consultados.

La semana se conoció una encuesta de Ibarómetro que reveló que para el 67% de los argentinos la situación económica actual es negativa. En ese sentido, el 41,5% considera que es mala, mientras que el 25,2% cree que es muy mala.

Asimismo, el relevamiento detectó que la percepción negativa de la economía creció un 13,6% desde diciembre del año pasado a abril de este año. Sin embargo, el 49,6% cree que la situación económica mejorará en el país dentro de un año, aunque se ubica a casi diez puntos de la percepción que tenía en diciembre.

Por otra parte, las causas de las medidas económicas adaptadas por el Gobierno, fueron empatadas. El 47% consideró que las medidas responden a la nueva política de Macri, mientras que el 46% indicó que eran “necesarias” producto de la mala gestión del kirchnerismo. Asimismo, sólo el 43% considera que las medidas económicas impulsadas por Macri lograrán impulsar el crecimiento del país.

Corrupción e inflación encabezan inquietudes

Es lo que se desprende de una encuesta sobre humor social y político realizada por D´Alessio IROL y Sergio Berensztein Corrupción e inflación e icabezan inquietudes La corrupción como tema atraviesa la agenda política argentina de los últimos meses de manera preponderante. La secuencia de declaraciones, denuncias, indagatorias, detenciones y procedimientos de la Justicia sobre presuntos casos de corrupción del anterior gobierno han tenido alta visibilidad mediática y rating importantes en los programas periodísticos.
También las noticias ligadas a los ya famosos Panama Papers. Y las encuestas de opinión se percatan de esto. Por caso, ésta de D´Alessio IROL y Sergio Berensztein, que señala que la cuestión desplazó a otras preocupaciones en el tope de las inquietudes de los argentinos. Por caso, la inseguridad. Y que se mantiene junto a la inflación como una de las cuestiones que más incrementaron su peso relativo. Según este estudio, el 61% de la población está de acuerdo con que se investiguen los actos de corrupción. Incluso, sostienen que si un juez probara la responsabilidad de la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner, debería dictarle la prisión. Aún 6 de cada 10 que manifestaron haber votado en noviembre último al Frente para la Victoria piensan de esta manera, aunque suponen que no será fácil de probarle los hechos de los que se la acusa. Para los votantes a Macri esto tendrá una incidencia positiva porque fíj a como norma que la corrupción es un delito y que merece la cárcel. En tanto, 3 de cada 10 votantes a Scioli coinciden con la interpretación, pero la mayor parte supone que no acarreará ningún bien al país. Pero el tema también aparece respecto de los Panama Papers. Allí se sostiene que puede dañar la imagen de “no corrupción” del Presidente y su gobierno, y se considera que las respuestas dadas no convencieron demasiado a la mayor parte de la opinión pública. Por caso, 35% mostraron dudas sobre los arguementos dados y el 30% no los creyó. En cuanto a los temas económicos y sociales, la inflación, como se dijo, encabeza el ranking de preocupaciones, por encima incluso de la desocupación o temas relacionados como el aumento de tarifas. Respecto a esto, las responsabilidades se reparten entre el anterior gobierno por la falta de previsión y sus políticas; los empresarios, que buscan remarcar los precios; y el actual, por el aumento de los servicios y la dificultad para encontrar líneas de acción eficaces que puedan contenerla. En ese orden. En cuanto a los comportamiento de los ciudadanos como consumidores, la encuesta marca que hasta aquí prevalece más la opción de cuidar lo que se tiene que en buscar ingresos adicionales. Respecto del esceneario político, la encuesta no encuentra grandes modificaciones respecto del resultado de las elecciones, con el oficialismo manteniendo su adhesión inicial. Relacionado con eso, sí observa que un tercio de la poblaciónno encuentrafiguras políticas que le atraigan y que el fraccionamiento del Frente para la Victoria en cuanto a adhesiones es el dato político más relevante. Según este estudio de opinión, el 61% de la población está de acuerdo con que se investiguen los actos de corrupción

informe d'alessio irol clarin

Los aciertos y errores de los primeros 60 días de Macri Argentina

A dos meses de la asunción de Mauricio Macri como presidente, una encuesta realizada por la consultora D’Alessio Irol testeó los niveles de aprobación y rechazo que generaron sus primeras medidas de gestión. Mientras que la eliminación del cepo fue la que mayor aprobación recibió, incluso de un sector representativo de votantes del FPV, la más cuestionada, sin dudas, fue la iniciativa de nombrar a los nuevos jueces de la Corte Suprema sin esperar el aval del Senado.

Los datos corresponden a una medición realizada a comienzos de febrero, a 60 días del inicio del nuevo gobierno, basada en respuestas de 400 personas mayores de 18 años, residentes en diferentes puntos del país que hayan votado tanto por Cambiemos como por el Frente para la Victoria en las últimas elecciones.

Según evidencian los números, los votantes de Cambiemos consideran que hay más medidas acertadas que equivocadas y casi la totalidad de quienes optaron por el kirchnerismo cree que hay muchas medidas de la nueva conducción equivocadas.

En el podio de aciertos se encuentran la eliminación del cepo, que es aprobada por casi todos los votantes de Mauricio Macri, y por un 36 % de los votantes de Daniel Scioli. La segunda medida que es vista con mejores ojos es la revisión de la actuación de los funcionarios designados por el Gobierno anterior y la tercera la apertura hacia el exterior.

También se reconoce la resolución de “investigar con mayor profundidad” el caso de la muerte del fiscal Alberto Nisman y “la vocación de escuchar a distintos sectores”.

Por su parte, entre las mayores equivocaciones del Gobierno se destacan: la iniciativa de nombrar a los nuevos jueces de la Corte por decreto, la forma en que se llevó a cabo la persecución de los tres fugitivos del triple crimen y la política de despidos masivos.

Otra de las más criticadas por ambos grupos fue el aumento en las tarifas de luz.

Clarin - 06

Optimismo récord de los empresarios

ENCUESTA EXCLUSIVA: la confianza de los hombres de negocios en la Argentina está en su pico más alto, según un informe que Vistage realizó para FORTUNA.

El efecto Davos y las medidas tomadas por Macri y Prat-Gay.

Algunas palabras parecían haber desaparecido del diccionario de los empresarios argentinos. Previsibilidad, estabilidad, certidumbre y reglas del juego claras durante mucho tiempo fueron una utopía para los hombres de negocios, incluso para aquellos que veían como, ario a ario, su facturación y rentabilidad subía muy por encima de la inflación.

Mauricio Macri y su gabinete, en especial el ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, Alfonso Prat-Gay, supieron interpretar muy bien lo que los directivos locales estaban necesitando. Varias de las medidas económicas tomadas fueron en esa dirección: devaluación, desaceleración de la emisión monetaria, libertad para importar y exportar y un único tipo de cambio. El efecto que estas decisiones macroeconómicas tendrán en los resultados de las compañías todavía es incierto y habrá que esperar, por lo menos, hasta fin de ario. Pero donde sí se ve un cambio rotundo es en las expectativas de los empresarios. El índice de Confianza Vistage, que se realiza trimestralmente a los líderes empresariales locales, midió 103 puntos, y se trata del indicador más alto desde que se comenzó a medir en el país en 2006.

A este valor sólo se había alcanzado en el tercer trimestre de 2009 y en el primero del ario siguiente. El punto más bAjo fue en el tercer trimestre de 2014, cuando la confianza estaba por el piso, en sólo 21 puntos. “Lo que se ve desde ese mes es un cambio de aire. Después de muchos años de pesimismo relacionado con la confianza en el ámbito de los negocios, ahora hay mucho optimismo. Las expectativas de confianza se adelantan a lo que después se ve en el resultado de las empresas. Antes de esos 21 puntos, las empresas se venían sobreajustando y preparándose para lo peor. Todas esperaban un estancamiento de la economía y un tremendo crecimiento de la inflación. Pero esto finalmente no pasó y las empresas ya vaticinaban que ganara quien ganase, la economía iba a comenzar un proceso de re-ordenamiento. El cambio de tendencia ya venía desde entonces, y cuando ganó Macri los empresarios volvieron a hablar y sentir el cambio hacia la certidumbre económica”, explica Alejo Canton, CEO de Vistage Argentina, la organización mundial que reúne a directivos de compañías. Y agrega: “El humor del empresariado ha cambiado más rápido que el cambio real que uno ve en la compe-titividad del país. Habrá que ver cuál es el final de la historia”.

VISIÓN 2016. Para conocer cuáles son los fundamentos del optimismo empresarial, Vistage realizó una en cuesta exclusiva para FORTUNA que estuvo centrada en conocer la visión de los directivos de las compañías sobre cómo sería 2016 en cuanto a sus inversiones, ventas, aumentos de precio, contrataciones de personal, y el tipo de cambio ideal para su empresa, entre otras preguntas. El 52% de los encuestados aseguró que este año invertirá un 20% o más que el ario anterior, y un 76% afirmó que sus ventas crecerán en unidades durante 2016 (un 35% que aumentarán hasta un 10%; un 30% que se incrementarán un 20% y un 11% que sus ventas crecerán más de un 30% en la comparación interanual). “La evolución -explica Canton- que los empresarios ven en sus ventas demuestra su enorme optimismo. Sin embargo , y sobre qué pasará con sus empleados, el 38% dice que no variará su plantel, mientras que un 35% que lo aumentará hasta un 10%. ¿Qué significa esto? Que los CEOs van a invertir pero de manera muy cuidadosa, tratando de recuperar los puntos de rentabilidad que venían perdiendo en estos últimos años”.

Respecto del tipo de cambio, el 64% está satisfecho con un dólar que oscile entre el precio actual cercano a los $ 13,50 y los $ 15; aunque un 19% asegura que su negocio necesita una devaluación que lleve el dólar a un valor de $ 17.

Otro punto clave para el empresariado argentino es el tema precios.

El Gobierno Nacional explicó que el nuevo índice del INDEC recién estaría para la segunda mitad de ario (entre julio y agosto) y los datos que utilizará serán los provenientes de las mediciones de CABA (en diciembre el aumento de precios registrado fue de un 3,9%), y el de San Luis (un alza del 6,5%). El propio Mach aseguró que la inflación de este ario estará entre un 20% y un 25%. Los empresarios no estiman lo mismo. El 57% de ellos aumentará sus precios en hasta un 30% y un 14% hasta en un 40%, mientras que menos del 20% de los directivos incrementarán los precios hasta un 20%. Además, el 70% de los ejecutivos cree que los aumentos de sueldo promedio rondarán el 30%.

PARADOJA ARGENTINA. El viento de cola en la economía mundial que acompañó a la Argentina durante tantos arios de la administración kirchnerista no sólo ha quedado en el pasado, sino que hoy hay que hablar de un viento de frente -y muy fuertesen varios aspectos-. Según la última encuesta realizada por PWC y presentada en el Foro Económico Mundial de Davos, los empresarios y directivos mundiales ven un 2016 más duro.

Como principales preocupaciones aparecen la situación geopolítica (influenciado por el tema migratorio de Europa, los atentados y los conflictos bélicos que atentan contra el crecimiento mundial); la sobre regulación; la volatilidad de las divisas; China y su PBI en decrecimiento; y el precio de las commodities, con un petróleo que ronda los u$s 30 el barril cuando hace un ario rondaba los u$s 80. “Esta situación hace que el promedio global de los empresarios respecto al crecimiento que esperan de sus organizaciones haya bajado de 39 en 2015 a 35 en 2016. Hay pesimismo”, le explica a FORTUNA Martín Barbafina, socio a cargo de mercados y comunicaciones de PWC. Y es en este punto donde la paradoja argentina aparece. “El mundo está pesimista y además Brasil viene en constante baja. En 2013 sólo el 44% estaba muy confiado en que sus ingresos aumentarían y este ario sólo un 24% en el país vecino que es nuestro principal socio comercial. A pesar de todo esto, la Argentina es el que dio el salto más grande, al pasar de 17 puntos a 42, y se ubica en el top cinco de los países más optimistas para 2016. Son 25 puntos de un año a otro y lo que es importante aclarar es que la medición la hicimos antes de conocer quién ganaría las elecciones.

Es decir que la confianza y el optimismo del empresariado argentino aumentó una vez que se confirmó la finalización del ciclo kirchnerista.

Tanto con Macri como con Scioli veían un cambio de ciclo, con nuevas oportunidades por delante y un mejor escenario en el corto, pero también en el mediano y largo plazo. Cuando se les preguntó por las perspectivas de crecimiento en el largo plazo, el grado de optimismo fue aún mayor: un 65% está muy confiado”, agrega Barbafina.

La presencia de Macri en el Foro económico de Davos, acompañado no sólo por su equipo sino también por Sergio Massa, líder del Frente Renovador, también fue muy bien recibido por el empresariado local.

“Ojalá sea el comienzo de una nueva forma de hacer política”, comentó el presidente de una automotriz. Si bien habrá que esperar para evaluar el real resultado de la visita del presidente argentino a Davos, lo cierto es que allí se reunió con mandatarios clave como el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien prometió levantar el veto que, desde 2011, le complicaba a la Argentina obtener créditos de los organismos multilaterales; con el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, y el de Israel, Benjamin Netanyahu, entre otros. Pero también se hizo espacio en su agenda para reunirse con los CEOs de Coca-Cola, Microsoft, Dow Chemical, Google, Facebook, Shell y Total, entre otras compañías.

Diego Bekerman, director general de Microsoft Argentina, dio su visión sobre la reunión entre Macri y el presidente de su compañía, Satya Nadella. “Fue la primera vez que nuestro CEO se reunió con un presidente argentino y Macri fue el único mandatario latinoamericano con quien se entrevistó en Davos.

Tenemos la meta de impulsar el desarrollo tecnológico poniendo a disposición de 10 millones de estudiantes, un millón de docentes, y cientos de miles de investigadores en todo el país, el acceso de forma gratuita a Office y Windows como herramientas de productividad y desarrollo y los servicios en la nube de la compañía. Nadella ratificó ante Macri el compromiso de Microsoft con el crecimiento del país a través de Argentina Avanza, nuestro plan integral de impacto e innovación, que apoya el desarrollo inclusivo de los jóvenes, la educación y la generación de empleo a través de la adquisición de habilidades tecnológicas, el fomento del emprendedorismo y el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas”. Por su parte, Francisco Do Pico, director de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Coca-Cola Argentina, agrega que “el encuentro entre Mauricio Macri y nuestro CEO, Muhtar Kent, refleja la importancia que tiene el país para nuestra compañía. La Argentina es excepcional para Coca-Cola ya que es un proveedor clave de jugos concentrados para toda nuestra cadena de valor global. A ello debemos agregarle obviamente la importancia y el dinamismo del mercado interno, donde somos líderes en la categoría de bebidas sin alcohol. La inversión anunciada de u$s 1.000 millones se concretará en los próximos cuatro años y será destinada al desarrollo de infraestructura de operación y distribución (nueva planta embotelladora, nuevos centros de distribución, nuevas líneas de producción para productos nuevos, modernos equipos de frío, inversiones en marketing) así como también a iniciativas ambientales y de promoción de la actividad física”.

“Todo esto que pasó en Davos -concluye Canton, de Vistage- impacta de lleno en la confianza y el buen humor de los empresarios, pero todo esto ahora se debe capitalizar en inversiones genuinas. El riesgo que tiene el Gobierno es que todas estas expectativas que se están generando no terminen capitalizándose. El próximo índice de confianza seguirá dando muy bien. Habrá que ver qué pasa en el del último trimestre de 2016, con un año completo de gestión donde más allá de expectativas, habrá hechos, realidades y números que serán las que determinen la confianza hacia Macri”. En ese mismo camino opina Barbafina, de PWC: “La ida de Macri a Davos vuelve a abrirle las puertas del mundo a la Argentina. Es el inicio de comenzar a sembrar, aunque no se sabe cuándo se cosechará. La línea económica de Macri es pro-mercado.

Esperamos una confirmación de la tendencia en el optimismo empresarial argentino, pero todo dependerá de cómo se muevan ciertos temas de nuestra vida diaria. Veremos qué pasa en un año”.

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NOTICIAS ALENTADORAS PARA LAS CORPORACIONES

POR PABLO TIGANI*

Comienza 2016, que asegura grandes cambios y oportunidades para el gran empresariado corporativo, ya casi todas las medidas solicitadas han sido puestas en marcha: eliminación de retenciones, devaluación competitiva, desaceleración de la tasa de expansión monetaria, libertad para importar, normalización del INDEC dentro de ocho meses, etcétera.
¿Qué implica esto? Desde el punto de vista político, se observa un Gobierno decidido a ejercer el poder de un modo imperativo con marchas y contramarchas para no perder el escaso caudal político propio del PRO (que realizó una coalición electoral y no una coalición de gobierno).
Desde el punto de vista de la política económica, desentona el gradualismo en cuestiones como la reducción del déficit fiscal o la modificación de las tarifas de los servicios públicos, con la intrepidez que mostró el Banco Central duplicando las tasas de interés, dando un giro virulento con respecto a la política monetaria.
En otro orden de cosas, el Presidente comenzó su gestión designando un gabinete compuesto por los gerentes y directivos preferidos de las revistas de negocios, con un claro objetivo, convertir a la Argentina en un país “pro mercado”. Macri asume un enorme activo, tras doce años de un modelo orientado al consumo interno, intervenciones del Estado, con bajísimo endeudamiento público y privado. Más allá del futuro shock de confianza, que aun no se advierte, el desafío que tiene por delante el gobierno es, a partir de marzo-abril cuando deberá demostrar su real capacidad para ejercer el poder, es obvio que el Gobierno enfrentara limitaciones en términos de gobernabilidad.
Mantener la aprobación social, no es un reto menor.

* PHD (C) Y MASTER EN POLÍTICA ECONÓMICA INTERNACIONAL

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UNA MENTE OPTIMISTA

POR DR. HORACIO VOMMARO*

En un momento de cambio no hay que olvidar que una característica importante del factor humano es su sensibilidad a los mismos.
Es algo subjetivo.
Cuando se realiza una encuesta y el resultado genera una actitud optimista (o pesimista), se está hablando a un nivel emocional.
Y, lo emocional es precisamente una respuesta subjetiva que tiene su correlato con la actividad cerebral.
Las emociones guían aspectos importantes de nuestra conducta y la toma de decisiones es un proceso que depende de áreas cerebrales involucradas en el control de las emociones.
Existen dos zonas del cerebro, conocidas como circunvolución frontal inferior derecha e izquierda que son las que controlan, al menos parcialmente, los sentimientos de optimismo y pesimismo.
El giro frontal izquierdo procesa la información con un sesgo positivo, mientras que el lado derecho puede llegar ver el futuro “con malos ojos”.
Estudios neurocientíficos comprobaron que cuando predomina el área izquierda se tiende a tener reaccionas más emocionales mientras que cuando actúan ambas áreas en conjunto se tiende a respuestas más lógicas.
En este marco, al momento de tomar decisiones el optimismo es una emoción que activa el sistema simpático que predispone a tomar una conducta más activa, pero cuando se toman decisiones se activan regiones cerebrales vinculadas al cálculo y por lo tanto invitan a no apresurarse en la toma de las mismas. Optimismo, en este sentido, no quiere decir que siempre haya que actuar. Las crisis pueden llevar a activar mecanismos creativos e innovadores pero, como pregona el dicho, “un buen remero tiene que saber cuándo levantar los remos”. En algunos casos quedarse quieto, que no es lo mismo que paralizado, es lo aconsejable.

* DIRECTOR DE PSIQUIATRÍA DE INEBA

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EXPECTATIVAS DE CAMBIO

POR EDUARDO D’ALESSIO*

El “cambio de humor” en el mundo empresario ya se empezaba a percibir en los meses previos a las elecciones, y sin dudas se ha visto reforzado tras las mismas. En el Coloquio de IDEA, cuando realizamos nuestra última encuesta de perspectivas entre los ejecutivos participantes, ya se percibía un clima de recuperación de expectativas: Los empresarios preveían un nivel de mejora que no se notaba desde 2013 Yendo a las bases concretas de este optimismo, aun cuando no esperaban un incremento en la rentabilidad, sí vislumbraban una modificación en las variables que interfieren en las posibilidades de crecimiento y desarrollo como la eliminación de los impuestos distorsivos, la clarificación de las reglas de juego, una política fiscal pro inversión, las posibilidades de financiación a largo plazo y la renegociación con los acreedores externos.
Evidentemente los empresarios deducían que, cualquiera fuera el resultado de las elecciones, estos factores serían revisados y las principales preocupaciones del ambiente empresarial se irían resolviendo a partir de la formación de la política del nuevo gobierno. Por esta razón, sin haber hecho todavía una nueva medición, es probable que los niveles de optimismo mostrados en el foro se mantengan o superen.

* PRESIDENTE DE D’ALESSIO IROL

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NUEVO ROL EMPRESARIO

POR DARTE SIGA*

En los últimos años los empresarios han sido protagonistas del fuerte deterioro de la economía, producto de los grandes desequilibrios de la macro, un tipo de cambio irreal, el cepo y una inflación que disparaba sus costos en dólares. A este escenario se añadía el aumento de su estructura de costos por una infraestructura deficiente y una burocracia indolente que impactaba en los números. Para los líderes de las compañías la causa era sencilla: la gestión anterior careció en los últimos años de una estrategia productiva integral y sobre todo careció de una política industrial; y se contentó con administrar los desequilibrios de corto plazo. Hace poco más de un mes comenzó otra etapa. El nuevo gobierno anunció nuevas medidas, dio inicio a un nuevo régimen de política económica y un modelo donde los mercados funcionan normalmente y el Estado define políticas igualando la cancha para todos. En ese contexto, si bien las correcciones impactarán en la economía durante la primera mitad del año, hay grandes posibilidades de que, con una economía menos intervenida, con reglas de juego claras y más integradas al mundo, la actividad recobre impulso a partir de la segunda mitad del año.
En esta instancia, las decisiones de inversión serán las protagonistas para motorizar la economía, orientadas a infraestructura, servicios, telecomunicaciones, logística y construcción. Aquí el rol del empresariado argentino es clave, asumiendo que las reglas de juego ya no serán un obstáculo pero tampoco habrá ventajas impares.

* DIRECTOR DE ABECEB

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MARCAS CON NUEVOS VÍNCULOS

POR MÁXIMO RAINUZZO *

in duda hay y habrá Oun cambio de clima para las marcas a partir de las definiciones que se están tomando dentro de la macro y microeconomía. Este cambio de aire nos debería permitir pensar a mediano y largo plazo (un desafío para los argentinos) y en este rumbo es donde el protagonismo de las marcas empieza a cobrar un rol fundamental en la construcción de valor para las compañías. En la actualidad, los activos más importantes que tiene una empresa son los mal llamados “intangibles'”, considerando estos el capital humano y la/las marcas. Cuando digo mal llamados hago referencia a la paradoja que justamente estos dos “activos” son los más tangibles que tiene una empresa para el crecimiento y el desarrollo de su valor futuro. En estudios realizados por nuestra consultora a nivel mundial, el porcentaje que significan estos dos activos dentro del valor de una compañía es de aproximadamente un 56%. 0 sea, ¿qué más tangible que este dato, no? Ante la irrupción de las nuevas tecnologías y nuevas generaciones de consumidores más informados, más exigentes y con nuevos hábitos de compra, el éxito de una empresa está ligado con el correcto posicionamiento de su marca. Y esta labor de construcción de marca, de diferenciación, debe surgir de la alta dirección e impregnar a toda la empresa. Durante mucho tiempo hemos estado más preocupados por nuestros productos o servicios que por el consumidor. Nos ha costado reconocer que el cliente está en el centro y que nuestra marca, junto a otras muchas, participa de mayor o menor grado en su experiencia de compra. Es hora de crear nuevo vínculos, basados en una clara promesa de marca que sea fácilmente comprobable y verificable por parte de los consumidores. Siendo más transparentes, más cercanos, más simples.

* PRESIDENTE DE INTERBRAND CONO SUR

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ATENCION. Las primeras medidas económicas de Macri potenciaron la confianza en los empresarios. Su presencia en Davos cayó muy bien a los directivos locales.

OPTIMISMO. Con previsibilidad, los CEOs estarían listos para mirar el mediano plazo y salir del laberinto de los últimos años.

FIN. La confianza de los empresarios argentinos creció cuando se confirmó el fin del ciclo kirchnerista.

REUNIONES. En su paso por Davos, Macri se juntó con varios CEOs. Algunos de ellos prometieron inversiones, como Carlos Ghosn, de Renault Nissan; Muhtar Kent, de Coca-Cola, y Andrew Liveris, de The Dow Chemical Company.

AL MANDO. La política pro-mercado de Macri también se ve en la designación de CEOs en puestos claves: Aranguren (ex Shell), en Energía; Mario Quintana (ex Farmacity) y Gustavo Lopetegui (ex LAN) como coordinadores del gabinete económico; e Isela Costantini (ex GM), en Aerolíneas Argentinas.

PROMESA. El ministro Pray-Gay espera una inflación anual de hasta el 25% durante este año.

CONSENSO. Para demostrar normalidad ante el mundo, Macri participó del Foro Económico de Davos junto a Sergio Massa, líder del Frente Renovador.

El Gobierno, beneficiado con la marcha atrás del DNU

UN SONDEO DE D´ALESSIO IROL AFIRMA QUE MEJORO 30 PUNTOS LA PERCEPCIÓN POR LA DESIGNACIÓN DE LOS JUECES

La decisión de Mauricio Macri de dar marcha atrás con el nombramiento por decreto de los dos jueces para completar la Corte Suprema de Justicia y enviar sus pliegos al Congreso fue tomada de manera favorable por los consultados en una encuesta realizada por D’Alessio IROL. Según el sondeo, 7 de cada 10 consultados consideran que el haber optado por un decreto fue uno de los grandes errores de la gestión actual. Pero la decisión de retroceder en el nombramiento y esperar el aval del Senado mejoró en casi 30 puntos la percepción de la medida.
La firma realizó la encuesta para conocer el parecer de los argentinos sobre el nombramiento de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, con motivo de la convocatoria a sesiones extraordinarias en la Cámara alta realizada por el Presidente.
La información pertenece al ‘Traking de humor social’, que D’Alessio IROL efectúa en forma continua. Forma parte de la evaluación de los primeros 60 días de Gobierno y corresponde a las mediciones de Febrero, realizadas en forma online sobre mayores de 18 años, de todo el país.
“El 70% de los consultados creen que la designación de los jueces realizada por decreto se encuentra entre las mayores equivocaciones de los primeros 60 días del gobierno de Mauricio Macri”.
El trabajo destaca que “la opinión sobre los distintos actos de Gobierno sigue estando sesgada según se haya votado a Cambiemos o al Frente para la Victoria”.
“Si bien bien fue percibido más críticamente por quienes tienen una posición cercana al kirchnerismo, el nombramiento de los jueces por decreto también molestó a los seguidores de Cambiemos”.
En ese sentido, el sondeo destaca que “sólo una cuarta parte de los votantes de Cambiemos cree que la medida fue acertada”. Mientras que “ninguno de quienes votaron al Frente para la Victoria lo encuentra positivo y la mayor parte indica que fue un error”.
En cambio, “la decisión de dar ‘marcha atrás’ a la espera del aval del Senado fue acogida favorablemente, ayudando a corregir la mala percepción inicial. La mejora de las opiniones fue de 30%”, afirma el estudio.
Los hombres se muestran más a favor de esta decisión y la conformidad es directamente proporcional a la edad. Esto es que el 53% de la aceptación da entre los mayores de 55 años.

El preferido de los empresarios

Por Cledis Candelaresi

No hay un favorito nítido como próximo presidente para las empresas: ningún candidato asusta, pero todos plantean incógnitas. Daniel Scioli, beneficiado por un buen clima económico en el fin de mandato. Buitres o cepo ya no desvelan.

cledis

Los hombres de empresa no tienen un favorito nítido para los próximos comicios presidenciales y sus preferencias esbozan un viraje de humor similar al manifestado en las encuestas que testean a la ciudadanía en general.

Parte por esto, parte porque aún no hay un número puesto en la Rosada, reparten los aportes económicos de campaña cuidando no desairar al eventual ganador o al eventual jefe de la oposición, sus futuros interlocutores.

No es que todo les de lo mismo. Es que no perciben diferencias sustanciales en la cosmovisión de aquellos candidatos con más chances de ocupar el sillón de Rivadavia.

Del mismo modo, muchos hombres de empresa se inquietan ante similares incógnitas sobre cuestiones de estrategia económica que consideran sustanciales.

Y no se trata de a quién van a privilegiar con su voto sino a quién consideran más fiable para garantizar generar y sostener un buen clima de negocios. Salvo que un candidato se acercara a algún extremo, la ideología poco importa.

Es cierto que Mauricio Macri era concebido, en principio, como el presunto garante de ese marco amigable para la actividad patronal en general.

Pero el líder del PRO aún no dio precisiones sobre muchos aspectos del que podría ser su programa económico y tampoco ofrece certezas de que podrá hacer lo que decida. No se trata sólo de encumbrarse en el poder sino de permanecer y ejercerlo, con un entorno que garantice la gobernabilidad.

En este sentido, a cualquier fuerza le cuesta superar al Peronismo y los pragmáticos hombres de empresa bien lo saben.

“Aún no conocemos cuál será la política industrial de Macri”, comenta Héctor Méndez ante este diario, relativizando la supuesta simpatía con que privilegiaba al jefe de Gobierno de la Ciudad.

Es la voz de máxima jerarquía pero sólo una de las que pueden escucharse en la UIA, cuyo cuerpo directivo está fragmentado por la inquina con que se tratan sus miembros: más de uno retacea la palabra al otro por las diferencias sobre el apoyo o desprecio hacia la política en curso.

No es extraño. Dentro de la misma entidad hay intereses comunes y otros contrapuestos, radicalmente.

“Aerolíneas e YPF no son los puntos centrales de la política que se necesita conocer”, opina Carlos de la Vega, titular de la Cámara Argentina de Comercio, en referencia al discurso de Macri precisando que no reprivatizaría esas empresas. Estatizar o privatizar no es un punto caliente en el debate de la agenda de coyuntura.

Pero el líder de la CAC respira aliviado: ningún postulante de los que pugnan con más posibilidades tiene una posición que pueda definirse como antiempresaria.

Lo cierto es que en la medida que para la tribuna patronal se desdibuja la figura macrista, cobra nitidez la de Daniel Scioli.

Buitres y cepo: no son para tanto

Ese viraje no sólo está a tono con lo que muestran los sondeos de opinión respecto a la ciudadanía en general, cada vez más partidaria de la continuidad, sólo con retoques sobre lo hecho hasta el momento.

La última Encuesta de Expectativas de los Ejecutivos realizada por D’Alessio & Irol, seguimiento semestral que el consultor hace para Idea, puede dar una pista de porqué el gobernador bonaerense gana aceptación.

Un 59% de los 182 ejecutivos que respondieron a un cuestionario on line consideran que el próximo semestre la situación económica estará igual o mejor, relativo optimismo fundado en la percepción de que habrá un fin de mandato tranquilo.

Aunque muchos hayan experimentado una baja en las ventas y 1 de cada 4 empresas opere casi al tope -más del 85% de su capacidad instalada-, cuando hace un lustro 2 de cada 4 gozaban esa situación.

Cuándo se le pregunta qué medidas son necesarias para promover la inversión el ítem de “renegociación con acreedores externos” baja de 27 puntos a 19 respecto al sondeo anterior, formulado en octubre del 2014. En otras palabras, el otrora reclamado acuerdo con los buitres, presunto pasaporte a millonarios desembolsos de capital, perdió importancia relativa.

Otra cuestión ilustrativa es qué proporción de su facturación están dispuestos a invertir.

En la última encuesta esa proporción baja al 10% desde un 12% que se había registrado en el 2011, antes de la instauración del cepo.

De algún modo el dato muestra que las restricciones para girar divisas, entre otras limitaciones cambiarias, no tuvo en las inversiones un impacto negativo de la envergadura insinuada por las protestas patronales.

Lo paradójico del cepo es que, en algunos rubros, hasta estimuló la reinversión de utilidades de empresas que se vieron inhibidas de enviarlas al exterior: valga de ejemplo que los bancos empezaron a comprar inmuebles, dando ánimo a uno de los sectores más dinámicos del momento.