Encuesta exclusiva: lo que piensan los argentinos sobre las posibilidades de ganar la final de la Copa Davis frente a Croacia

La mayoría de los encuestados crre en las posibilidades de la Argentina, según un estudio de la consultora D’Alessio IROL exclusivo para LA NACION

A pocas horas del comienzo de la acción, los argentinos tienen una mirada optimista sobre las posibilidades del equipo argentino de vencer como visitante a Croacia, en Zagreb, y traer la Copa Davis por primera vez a nuestro país.

De acuerdo con una encuesta de la empresa D’Alessio IROL realizada de manera exclusiva para LA NACION, 8 de cada 10 argentinos consideran que, esta vez sí, nuestro país ganará la Copa Davis. Como contrapartida, un 16% considera que 2016 no será el año, y un 4 por ciento respondió “no lo sé”.

Según los encuestados, las posibilidades de ganar están apenas por debajo de lo que fue en su momento la mejor oportunidad: ante España como local, en Mar del Plata, en 2008. De acuerdo con la encuesta, con una calificación de mayor a menor (de las mejores oportunidades a la más difíciles) entiende que aquella final era la que mayores posibilidades se tuvieron para conquistar el trofeo, seguida por esta final (promedio de 3,7 sobre un máximo de 5), y en orden decreciente, las definiciones en España 2011 (3 sobre 5), Rusia 2006 (2,8) y la más distante, la de Estados Unidos 1981 (2,5).

En otro orden, la gente también respondió a sobre las principales razones que sostienen las grandes posibilidades de éxito. Dentro de este mismo ítem, un alto número porcentaje de varones (40%) se inclinó por la participación de Juan Martín del Potro ; las mujeres se inclinaron más por una sucesión de factores (todos los factores expuestos), entre los cuales tuvo más peso el trabajo en equipo.

La presencia de Juan Martín del Potro 35%

El trabajo en equipo 22%

La armonía entre los jugadores 11%

Que no haya figuras antagónicas 8%

La dirección del capitán Daniel Orsanic 3%

Todo lo anterior 19%

Otra razón 2%

Por último, también hubo opiniones sobre si Del Potro es un jugador “copero”. Un 61% consideró que sí, contra un 17% que se inclinó por la negativa, mientras que un 22% optó por el “no lo sé”. De acuerdo con la discriminación por edad, fueron los menores de 24 años (75 por ciento) los que entendieron que el tandilense es un jugador con espíritu elevado en la Copa Davis, pero el número decrece entre quienes tienen 25 a 34 años: 55% por la afirmativa y 20% por la negativa.

Ficha técnica:

Fecha de realización: 21 al 24 de noviembre de 2016

Técnica: Encuesta online

Muestra: 800 respondentes, mayores de 18 años

Nivel de error estimado con el 95% de confianza es +/- 3.5

El 64% de los hinchas no creen en Bauza y señalan a Agüero e Higuaín para un recambio de jugadores

Una encuesta de D’Alessio IROL para La Nación revela que se ve como un error la contratación del entrenador rosarino; la paciencia se agota con históricos delanteros y Dybala encabeza la renovación.

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Edgardo Bauza ni soñaba con dirigir a la Argentina. Nadie lo pedía, no encabezaba los sondeos populares ni atrapaba adhesiones dirigenciales. Fue el emergente entre las desconcertantes explosiones de la AFA. Fue la solución local, el parche exprés, para el vacío que había dejado la renuncia de Martino. Si la elección del Patón no conquistó respaldo mediático antes de que la selección comenzara a jugar, ahora que sólo ha cosechado cinco de los 12 puntos del breve ciclo y se encuentra en la 6ta posición de las eliminatorias rumbo a Rusia 2018, incluso al margen del repechaje, el veredicto de los hinchas es contundente: dos de cada tres hinchas no confían en él, no lo querían al frente del seleccionado.

En una encuesta para La Nación de D’Alessio IROL, sobre 800 casos mayores de 18 años, realizada entre el 20 y el 25 de octubre pasados, la primera pregunta arrojó el resultado más contundente, ninguna otra respuesta reunió tanta contundencia: ¿Fue un acierto designar a Bauza como entrenador de la selección? El No trepó hasta el 64%, mientras que el Sí llegó al 30% y el 6% restante respondió “no lo sé”. El estudio también arroja, entre otros puntos, que los simpatizantes hubiesen preferido a Diego Simeone como entrenador, señalan a la AFA como la principal responsable del derrumbe de la selección y saludarían el recambio de algunos futbolistas, con la salida de Agüero y el ingreso de Dybala como síntesis de la metamorfosis.

Bauza jamás se imaginó este presente. Así como nunca creyó que iba a dirigir a la Argentina, tampoco pensó que en apenas tres meses de gestión se encontraría acorralado por la próxima serie con Brasil y Colombia. Bauza había desactivado la posibilidad de dirigir a la selección después que una tenue esperanza rodara por el barranco de la desilusión: desde la AFA lo sondearon cuando buscaban el reemplazante de Sabella, pero le duró un parpadeo la aspiración. Y les confesó a sus íntimos que, si alguna vez dirigía una selección, sería la de Ecuador.

Pero después de ser el primer DT que se entrevistó con Pérez, y a medida que se iban automarginando los preferidos, apellidos más calificados como Simeone, Sampaoli, Bielsa, Pochettino, Berizzo? volvió a soñar. Pese a que el Patón tenía trabajo en San Pablo. Entre Ramón Díaz, Russo y Caruso Lombardi? resultó elegido. En medio de una comedia de enredos, Pérez dijo que era el hombre para desembarcar en? Francia. Sí, confundió Rusia con Francia. Para rubricar un camino que desatendió lógicas y prioridades. Aun así, Bauza jamás se engañó: siempre supo que nunca fue la prioridad. “Me reuní con Russo y el otro no me acuerdo cómo se llama… No tomé la pastilla, discúlpenme”, resbaló Pérez días antes de la designación. Bauza asumió en una posición de fragilidad. ¿Y los hinchas a quién hubiesen nombrado? Ellos optaron por Simeone (42%), Bielsa (21%) y Gallardo (10%).

¿Tuvieron alguna participación los futbolistas en la elección de Bauza? No, ni les interesó. Prefirieron mantenerse bien lejos del casting. Los jugadores rápidamente advirtieron la endeblez con la que el entrenador aterrizó. Y han marcado territorio. El llamado para Ezequiel Lavezzi -inactivo desde el 21 de junio- para la serie Brasil/Colombia, avivó un viejo debate sobre la influencia de la mesa chica del plantel. Bauza lo explicó: “Lavezzi es un jugador muy importante en el grupo por todo lo que aporta. Es uno de los líderes del grupo y nos va a ayudar en la convivencia?” ¿Cómo sabe del ascendente del Pocho si no integró su ciclo más allá de algunas prácticas recreativas durante su rehabilitación por la fractura del codo izquierdo? Cuando D’Alessio IROL preguntó si Bauza tiene autoridad sobre los jugadores, nuevamente el dictamen fue concluyente: NO para el 61% de los consultados y SI para el 32%.

La selección no se metió sola en problemas. Primero fue el vacío de gobernabilidad de un comité ejecutivo despedazado. Luego, un Comité de Regularización con signos personalistas. Ahora, un permanente fuego cruzado entre un ciego espíritu de supervivencia y un afán desestabilizador. Por negligencia o desapego, la selección también cayó en la telaraña de una AFA asolada. El público lo percibe y condena: ¿quién cree que es el máximo responsable del mal momento de la selección? El 53% apuntó a la AFA.

Pero los futbolistas no pueden hacerse los distraídos. Cuando D’Alessio IROL le propuso a la gente que mencionara a dos jugadores cuyo ciclo ya estaría concluido? Agüero concentró las principales recriminaciones: el 33% señaló que su tiempo se agotó. El podio menos deseado lo completaron Higuaín (20%) y Di María (17%). Hasta Messi figuró en este rubro: el 5% enfatizó que ya no debe estar en la selección. Pero ante el sondeo contrario, es decir qué dos jugadores deberían tomar mayor protagonismo, Messi tomó un lugar protagónico: segundo, con el 17%. Quienes lo mencionaron apuestan por un mayor desequilibrio del crack de Barcelona. En realidad, la búsqueda apuntaba a conocer qué futbolistas merecen una progresiva inserción en el equipo, y bajo ese concepto el preferido fue Dybala, con un 24%. Detrás de Messi, Icardi completó este podio con el 9%. El resto de los mencionados al menos alguna vez ya estuvo en la selección. Salvo uno: “Wanchope” Ábila. Queda claro que no hay salvadores. Pero los hinchas seguirán exigiendo soluciones, sin desviar su mirada desconfiada.

PYMES, CUESTA ARRIBA

 Viejos desafíos en un nuevo escenario

Responsables del 70% del empleo, las pequeñas y medianas empresas enfrentan dificultades para financiarse y altas cargas impositivas; cómo ven las políticas de la gestión macrista Texto Lujan Scarpinelli | Ilustración Vicente Martí a marcha sobre el plano inclinado es ardua.
El viento de la inflación que eleva los costos achica la rentabilidad sigue soplando contra las pymes. La mochila impositiva vuelve el paso cada vez más pesado, y los consumidores, que trepan a la par, van perdiendo el aliento por el recorte de su poder adquisitivo. El 95% de las firmas en la Argentina son pequeñas y medianas empresas. Según datos de la Secretaría Pyme de la Nación (Sepyme), el 70% del empleo depende del sector: unas 600.000 firmas emplean a alrededor de 6,5 millones de trabajadores. Las cifras explican por qué el segmento se ha convertido en una pieza clave para reactivar la creación de empleo privado, estancado en los últimos cuatro años. El objetivo enfrenta un escenario cargado de contratiempos; algunos están relacionados con las complicaciones de la macroeconomía, y otros tantos son parte del propio repertorio de las pymes. Entre las preocupaciones más recientes entre los industriales, por caso, se inscribe la eliminación del sistema de declaraciones juradas anticipadas de importaciones (DJAIS), impuestas durante el tórchnerismo y objetadas por la Organización Mundial del Comercio, que trababan el ingreso de productos foráneos al país. Aunque para muchos significó un alivio, buena parte del empresariado pyme encendió alarmas, atemorizado ante la posibilidad de una invasión de bienes importados que hasta el momento no ocurrió y que, según la palabra de los funcionarios, no ocurrirá. A esto se suman problemas de más larga data que saturan el aire en la atmósfera pyme. El financiamiento, la presión fiscal y el recorte de la rentabilidad -reclaman en las cámaras y en las compañíasrequieren atención urgente. No pronostican un año fácil. Pero aun cuando existen dudas hacia adelante, las expectativas mejoraron respecto del pasado ante la promesa oficial de previsibilidad y reglas claras. El diálogo con el Gobierno está abierto y la sensación en este período, que todavía se enuncia como de transición, es de tregua. El interés por preservar el empleo y traccionar el crecimiento mientras se encauza la economía es mutuo. Las pymes argentinas pertenecen en su mayoría al sector de servicios; en segundo lugar, al de comercio, y luego, al de la industria. En el mapa, los puntos geográficos de mayor concentración son la ciudad de Buenos Aires y el territorio bonaerense, aunque se cuentan de a miles de Norte a Sur, en todas las provincias. De esta enorme masa de firmas, sólo un puñado vende sus productos al exterior, realidad que, según Mariano Mayer, secretario de Emprendedores y Pymes de la Nación, se propone cambiar. La baja participación de las empresas en las exportaciones, dicen en la Cámara de Exportadores (CERA), es consecuencia de la falta de competitividad y el desconocimiento de cómo insertarse en un mercado ajeno. Las “pimex”, en general, tienen como principal destino a América latina. La lista de pendientes imprescindibles para subir la cuesta -e incluso transitar exitosamente por caminos llanos- también abarca la profesionalización. En la Sepyme, dependiente del Ministerio de Producción, y en la academia, lo consideran un proceso ineludible para que las empresas puedan fijarse horizontes que trasciendan a sus fundadores.

Las pymes, con viejos desafíos en un nuevo escenario Posicionadas como un sector vital en el empleo, afrontan la escasez de créditos y la necesidad de la profesionalización Viene de tapa La agenda de la nueva gestión tiene tres prioridades: la formación de los recursos humanos en una nueva cultura relacionada con la economía del conocimiento; la innovación productiva, que consiste en la implementación de soluciones a problemas cotidianos con la colaboración de una red de consultores, y la asociatividad o colaboración regional y sectorial. “Estamos trabajando en un paquete de medidas para las pymes, codo a codo con las cámaras, la AFIP y la Comisión Nacional de Valores, sobre la base de los reclamos que escuchamos. En general, coinciden en las cargas impositivas, administrativas y de financiamiento”, detalla Mayer. La idea de fondo, amplía, es “impulsar una mayor densidad empresarial y generar empleo genuino a partir de las pymes, incrementando su productividady competitividad a través de la mejora del marco regulatorio”. Osvaldo Cornide, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), esboza un diagnóstico: las pymes, dice, están en una situación tal de deterioro de su rentabilidad que “prácticamente no tienen resto para resistir otro año recesivo”. El control de la inflación demorará, y el traslado a precios, aseguran, es obligadamente moderado ante la baja del consumo. Aun desde ese punto de partida Hernán Etiennot, director de la célula Pyme de la IAE Business School, destaca cierto optimismo: “Se espera un año un poco mejor; hay expectativas entre un alto porcentaje de pymes de mejorar su performance. Habrá una coyuntura de inflación, pero con reglas un poco más claras -saber por ejemplo que los insumos no van a quedar en la Aduana-, las pymes estarán más tranquilas”. Pero los pequeños empresarios ambicionan soluciones a problemas que se han vuelto estructurales. Entre ellos, el tema recurrente del financiamiento, que se refleja en la estadística: sólo tres de cada diez pymes obtienen créditos en los bancos. En un intento de aliviar al sector, el Banco Central prorrogó en enero una disposición vigente desde 2012 que obliga a los bancos que tengan más de 1% de los depósitos privados del sistema a destinar a préstamos para inversión productiva un porcentaje que elevó de 7 a 14% de esos depósitos, aunque encareció su costo promedio, al llevarlo a 22% anual. El monto de la línea para minipymes fue estimado en $ 110.000 millones. Se trata de un aliciente útil, pero insuficiente, según reconocen desde el propio Gobierno. El problema viene de larga data, dice Cornide. “La mayoría de las pymes sigue sin acceder al crédito bancario, problema que lleva décadas y que el sistema financiero no supo resolver; las empresas se financian a tasas inviables.” Un alivio podría encontrarse al atacar otro de los puntos críticos. “Si el Gobierno avanza en una reducción de la presión fiscal -evalúa-, seguramente habrá más pymes que puedan acceder al crédito.” Ambas son metas en el plan de la Sepyme. Según ArielAguilar,queconducela Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero (CIMA), es una variable que influye en la competitividad. “Es fundamental tener tasas diferenciales para créditos y para el descuento de cheques. Descontar a 27% o tomar créditos para capital de trabajo con tasas mayores a 30% no ayuda a la competitividad pyme”, dice. En algunos rubros, la cadena de pagos se empieza a resentir y complica la situación financiera de las empresas. Alberto Sellara, presidente de la cámara del calzado, advierte que “los plazos de cobro se han extendido a más de 60 días y hay un porcentaje de devolución de cheques”. Más allá de los bancos, existen distintos instrumentos para la financiación de pymes en la Bolsa de Comercio, donde en 2015 más de 14.000 firmasobtuvieronUS$ 5000millonesa través de distintos vehículos: cheques de pago diferido, fideicomisos financieros y obligaciones negociables. Hay, además, un panel de acciones con tres pymes. La propuesta es una alternativa en crecimiento, aunque muchos todavía creen que la bolsa es para grandes y entendidos. Como el crédito, la carga impositiva están entre las grandes preocupaciones. Sumados, los tributos de las distintas jurisdicciones se comen una tajada importante del negocio. Los costos empresarios hablan de un récord histórico: en el conjunto de la economía, el peso de la carga se incrementó 100% entre 2002 y 2015, al pasar del 18,3% del PBI al 36,6%, precisa un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

El impuesto alas ganancias y el IVA en el plano nacional, e Ingresos Brutos en el provincial, son los más significativos. Además, los empleadores destacan el impacto de las cargas sociales. “Esa presión nos quita competitividad”, señala Matías Furió, presidente de la cámara que agrupa a fabricantes de juguetes, un sector de extracto eminentemente pyme. Ante el ahogo, Aguilar pide una “reforma impositiva” que segmente las cargas teniendo en cuenta variables como la cantidad de empleos e inversión. En lo inmediato, dice, una rebaja en las cargas sociales podría ayudar al sector que se acerca a paritarias con baja de ventas y subas de precios de los insumos. Para Etiennot, “el costo de contratación laboral desarbitra al mercado”. Un mercado que no atraviesa un momento auspicioso. La Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo que releva los principales centros urbanos del país muestra caídas y estancamiento en la evolución del empleo desde 2012 en empresas de entre 10 y200 empleados. Además, el porcentaje de informalidad es alto. La estimación de trabajadores no registrados vade 30 a 50% en los peores diagnósticos. Sin embargo, comenta Etiennot, “las grandes empresas están ejerciendo presión a sus proveedores”, desarrollando los eslabones de su cadena de valor. Derogadas las DJAI, el Gobierno estableció el Sistema Integral de Monitoreo de Importación con licencias no automáticas. Se aplica, por caso, en el rubro textil, dice Jorge Sorabilia, presidente de la Fundación ProTejer. “La medida es un paso para preservar el trabajo, aunque es contradictoria la aprobación de DJAI durante un período, que si permite ingresar grandes stocks perjudicará a las empresas y por lo tanto al empleo”, explica Sorabilia, conciliador, pero con un signo de interrogación a futuro. Bajo control oficial, los productos de afuera llegarán al país. Habrá Barbies, Hot Weels y juguetes a control remoto mezclados con baldecitos nacionales, dice Furió: “Un 50% del mercado es importado. Con los supermercados mantuvimos un acuerdo para que en las góndolas haya 50% de productos locales. Creemos que este año crecerá 15% el empleo”. De igual modo, ingresarán zapatos importados. La condición para que no haya perjuicios, dijo Sellaro al Gobierno, es un límite de 20 millones de pares al año (los made in Argentina son 125 millones). El compromiso para 2017 es buscar clientes externos. La previsión oficial indica que 2016 será un año de tibio crecimientoy el consumo, según economistas, caerá por tercer año consecutivo. Mala noticia para las pymes abocadas al mercado interno: la mayoría. Las exportadoras son apenas 6000 pymes con alta rotación, detalla Ricardo Rozemberg, director del observatorio pyme de la Cámara de Exportadores. En los últimos años, la tendencia de las ventas fue en declive. “Las pymes, que venden de forma diferenciada y no se rigen por precios internacionales -analiza-, sufrieron más la pérdida de competitividad por el atraso del tipo de cambio.” La inflación, la baja previsibilidad y la escasez de crédito redujeron las oportunidades. Enumeradas las necesidades de las pymes, Etiennot agrega un condicionante sin el cual aun el mejor entorno es insuficiente: la profesionalización. Es decir, el proceso que permite “que las pymes sean empresas y no mueran cuando muere el dueño”.

La Nacion - 02

 

Líderes 2020: la versión femenina del nuevo management

Más de 170 referentes participaron en la Redacción en un exclusivo encuentro de networking. Las intimidades y secretos de un día distinto en LA NACION.

Por   | LA NACION

El ecosistema de negocios claramente fue distinto en Avenida del Libertador 101. La Redacción de LA NACION recibió a 170 presidentas, directoras generales y ejecutivas de firmas de los rubros más disímiles, con un objetivo claro: debatir sobre las nuevas fórmulas de liderazgo femenino y dar el puntapié para un encuentro 360, en el que tanto las oradoras como las integrantes del auditorio tienen la misma agenda en común.

Los códigos de etiqueta también cambiaron. En las cuatro horas en las que se extendió el encuentro organizado por LA NACION y Accenture, ellas le dieron su impronta. Como en un ámbito teatral aplaudieron a todas y cada una de las oradoras cuando fueron presentadas y parecieron compartir un código más que cómplice en la mención de problemáticas que tienen al equilibrio laboral y familiar como protagonista. Se rieron con los dilemas de las mujeres que trabajan versus las que no, plantearon cómo se fueron derribando fronteras y distinguieron aquellas cuestiones en las que sus rasgos marcan la diferencia de aquellas otras en las que no.

La dinámica del encuentro, que puede verse en www.mujereslideres.lanacion.com.ar fue clara: nada de power points y mucho menos de respuestas de casete. Historias en las que llegar a lo más alto implica un sacrificio de tiempo y espacio, y en las que jugarse por un proyecto personal, en muchas oportunidades lleva a postergar otros sueños. “El mayor costo que nosotras tenemos es dejarnos siempre últimas en la lista. A pesar de tener la capacidad de poder hacer muchas cosas a la vez, tendemos a dejar de ocuparnos de nosotras”, destacó Isela Costantini, presidenta de General Motors para la Argentina, Uruguay y Paraguay.

En igual sentido, Jackie Maubré, directora de Cohen Sociedad de Bolsa, señaló que “en las discusiones de mercado, donde nadie tiene la verdad absoluta y a veces las conversaciones suben de tono, podemos aportar el temple, la calma y apaciguar los ánimos absorbiendo la situación”. En la mayoría de los casos afirmaron que la evolución del management implica que el género ya no importe; como contracara, lamentaron que menos del 5% de los directorios en la Argentina estén liderados por ellas.

“En el liderazgo de una empresa familiar hay que saber separar los distintos ámbitos en los que se tratan los temas personales y profesionales”, agregó Andrea Grobocopatel, vicepresidenta de Los Grobo y presidenta de la organización Flor. A esas alturas ya era tiempo de un tea break, que las directivas aprovecharon para juntarse por áreas de actividad: bancos, finanzas, automotrices, universidades, retail, moda, política, consultoras, emprendedoras, especialistas, sólo por citar algunas. El tono en el tercer piso del edificio tomó también un clima festivo: “Tenemos que vernos más seguido, ¿cuándo es el próximo?”, preguntaban algunas. Para ese entonces ya había otra consigna muy clara: la mejor forma de identificar los problemas es haciendo un frente común, concluyeron.

La información estuvo a la orden del día: la Organización Internacional del Trabajo destacó en un estudio que sólo el 13% de las juntas directivas de empresas son presididas por mujeres a nivel global. A esta realidad, según la OIT, se agrega que hacen falta por lo menos tres mujeres por cada decena de directivos, para que sus opiniones sean tenidas en cuenta.

Las nuevas tendencias demográficas relevadas por el Indec señalan que cada vez hay más jefas de hogar en la Argentina y esa cifra supera, de hecho, el 34 por ciento. Por otra parte, datos de un estudio de D’Alessio Irol para Citi reflejan que las mujeres son conscientes del cambio: en un 84% de los casos ellas marcan su transformación como trabajadoras. Entre las encuestadas, el 45% dijo que no renunciaría a su trabajo para hacerse cargo del rol de ama de casa y para el 62% resulta totalmente compatible formar una familia con la realización profesional. La idea de ser multitasking es sin duda otro de los diferenciales que salieron durante todo el encuentro, del que se despidieron con un fuerte aplauso y un especial deseo: que haya más.

REFERENTE DE SOLIDARIDAD

Psicóloga y psicopedagoga

Catalina Hornos

Presidenta de la Fundación Haciendo Camino

  • “No quiero quedarme en el lugar de la queja por lo que no funciona, quiero hacer lo que pueda para modificar esa realidad”
  • Catalina inauguró el primer Centro de Prevención y Atención de la Desnutrición en Añatuya, Santiago del Estero
  • Hoy tiene más de 30 niños bajo su guardia provisional y siete más viven con ella cuando vuelve a Buenos Aires

Las flores, un clásico pero cada vez más costoso regalo

San valentín: Una docena de rosas cuesta, como mínimo, 200 pesos; los aumentos con respecto a 2013 llegan al 40 por ciento
Por Vanina González | LA NACION

Llegó San Valentín y a los enamorados se les agranda el corazón, pero se les achica bastante el bolsillo. Las flores, uno de los regalos más clásicos de esta celebración aumentaron hasta en un 40% su precio con respecto al año pasado y la docena cuesta, como mínimo, alrededor de doscientos pesos.
Según un informe realizado por la consultora D’Alessio IROL, “las flores y los bombones encabezan la lista de compras para este día de los enamorados. De los que eligen hacer un regalo a su pareja, casi el 30 por ciento opta por este tipo de regalos clásicos”.
La variedad de ramos es inmensa. Los hay coloridos, llenos de liliums o azucenas y también hay algunos más sofisticados, como arreglos con orquídeas. A pesar de esto, nada parece destronar el clásico ramo de doce rosas rojas, que este año se puede conseguir por distintos precios, pero todos rozan el mínimo de 200 pesos.
Gabriel Osorio, de la florería Tus Flores, advierte que hubo un fuerte incremento de este ramo con respecto a 2013. “Han aumentado un 40% las flores importadas y un 20% las nacionales”, precisa. Los floristas suelen hacer esta aclaración entre los ramos que se confeccionan en el país y las flores que vienen cultivadas desde Ecuador o Colombia. Y es que la diferencia es importante. “Varían en la calidad de la flor, la longitud del tallo, el color (más intenso en las importadas), hojas más fuertes y, por supuesto, el tiempo de duración. Las importadas duran alrededor de diez días, mientras que las nacionales siempre duran la mitad”, explicó Osorio a LA NACION.
En los puestos de la calle, durante la semana, la docena de rosas rojas llegó a 120 pesos para las nacionales y 150 para las importadas, pero los encargados de los puestos estimaron que hoy se venderán con un 20% de aumento.
Los ramos de doce rosas rojas que pueden adquirirse por Internet o en negocios de flores van desde los 250 pesos hasta los 800. El precio varía según cómo se confeccionan y los accesorios que se les pueden agregar. El ramo puede armarse con papel de distintos colores o las rosas pueden acomodarse en una caja fina, generalmente de color dorado. Esta última es uno de los factores que pueden encarecer el precio del ramo.
Una tendencia en los últimos años es armar un combo y ordenarlo por Internet. Éste puede incluir peluches, chocolates, globos, tortas finas y un espumante. Incluir dos de los primeros ítems puede costar desde 500 hasta 800 pesos. Si la elección es el champagne , el número ya llega a las cuatro cifras..

En pocos meses, renovó la imagen de la Iglesia en el país

Su mayor éxito hasta hoy: en pocos meses, renovó la imagen de la Iglesia en el país.

No sólo fueron sus reformas en la curia romana y en el Banco Vaticano o su revolucionario estilo austero. Fue, sobre todo, haber reformulado la percepción social de la figura de la Iglesia a nivel mundial; ése fue uno de los mayores cambios que produjo la llegada de Francisco al Vaticano.
Así lo consideraron teólogos, especialistas y religiosos de diversos credos, que señalan que desde hace nueve meses, tras la elección de Jorge Bergoglio como papa, un nuevo clima se instaló en la sociedad.

“En menos de un año, hizo algo notable: no cambió la letra, pero sí cambió la música”, dijo Nancy Gibbs, la subdirectora de la revista norteamericana Time, que eligió al Papa como personaje del año.

El clima social cambió. Y este cambio no se limita a la figura del Pontífice, sino que abarcó a toda la Iglesia e, incluso, a otras religiones. Como nunca este año, la fe y la esperanza volvieron a estar en el corazón de las noticias mundiales.

“Hasta hace poco tiempo, la Iglesia era vista como una institución manchada por casos de abusos, por escándalos de corrupción y luchas de poder, y por su ostentación. Y tengo la sensación de que el católico hasta sentía vergüenza de identificarse con esa imagen. No quería ser parte de lo que la Iglesia encarnaba. Pero ahora, con Francisco, los valores han cambiado. El modo en que se percibe a la Iglesia como institución cambió y por eso es lógico que más gente se identifique con el Papa”, considera José María Poirier, director de la revista Criterio.

Si en otras épocas la cultura posmoderna y poscristiana apuntó a minimizar el aporte de la religión en la vida de la sociedad, desde la llegada de Francisco se produjo un cambio de paradigma.

“Es una nueva época en la que la Iglesia parece haber reencontrado su lugar en el diálogo con el mundo actual, un lugar espiritual y de servicio, que es reconocido como un aporte valioso por los demás”, apunta Mariano Fazio, vicario del Opus Dei en la Argentina.

“Hasta hace unos meses, aquellos que hablábamos de fe teníamos que pedir disculpas y aclarar que hablábamos en nombre de nuestra creencia. De ninguna manera ese mensaje, en la cultura posmoderna, podía ser extrapolable a otras realidades. La tendencia mundial era avanzar hacia el laicismo. El dilema no era la existencia de Dios, sino la pregunta de por qué Dios -exista o no- debía ser un referente para la toma de decisiones”, señala, por su parte, el teólogo Norberto Saracco, uno de los pastores que mantenían encuentros semanales de oración con Jorge Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires.

“Ahora, el clima cambió. A quienes hablamos de fe se nos consulta permanentemente en los medios de comunicación. Es como si ahora la sociedad estuviera dispuesta al menos a escuchar lo que tenemos para decir”, agrega.

De hecho, el cambio no se limita a los católicos. “Francisco tuvo un gran eco entre los cristianos no católicos y también entre los agnósticos, que se sintieron reivindicados e interpelados por el mensaje de Francisco”, dice Poirier.

“Este papa le dio credibilidad a nuestro mensaje. Desde hace algunos meses, el elemento de la fe es respetado, tomado en cuenta y valorado por la sociedad. Hace un año, esto parecía impensable”, considera Saracco.

Más de nueve meses después de que fuera elegido, Francisco goza de una popularidad que sigue en ascenso. Según una reciente encuesta de la consultora D’Alessio Irol, el 80% de la población argentina considera que el Papa cumplió o superó sus expectativas.

Pocos días después de su designación, la misma consultora había realizado una encuesta acerca de qué esperaban los argentinos de Francisco. El 42% dijo que “acercaría a la gente a la Iglesia, y viceversa”; el 23%, que habría “una Iglesia más humilde, con menos lujos”, y el 22% confiaba en una Iglesia más abierta, moderna y dinámica.

Al repetir la encuesta, nueve meses después, se encontraron con que para el 59% el Papa había superado las expectativas y para el 21%, las había cumplido. Sólo el 3% dijo estar decepcionado y el 17% dijo no seguir las actividades del Papa.

“¿Logrará un renacimiento de la fe?”, fue otra de las preguntas del estudio. El 19% dijo que lo logrará en el corto plazo y el 55%, en el largo plazo. También se les consultó a los entrevistados si creían que la elección de Francisco tuvo alguna implicancia en su vida. El 33% dijo que el papa argentino lo había inspirado a ser mejor persona.

“Sin dudas, el clima cambió, incluso entre los jóvenes”, sostiene el sacerdote Javier Klajner, responsable de la Pastoral Juvenil del Arzobispado de Buenos Aires. “Creo que el factor más relevante es la coherencia de Francisco. Tan sencillo como eso. Una persona que vive lo que dice, ante la falta total de referentes morales, hoy es sumamente gravitante para los jóvenes, sean o no cristianos”, agrega.

O, como apuntó Gibbs, la subdirectora de Time, en cuestión de pocos meses “el nuevo líder modificó notablemente la imagen pública de la Iglesia; más aún, con igual rapidez capturó la ilusión de millones que habían perdido toda esperanza en la fe”.

Según el artículo de la revista, pocas veces un nuevo actor en el escenario mundial captó tanta atención tan rápido -de jóvenes y viejos, creyentes y cínicos- como lo hizo Francisco. “Se ubicó en el centro de las principales conversaciones de nuestra época: sobre riqueza y pobreza, imparcialidad y justicia, transparencia, modernidad, globalización, el rol de la mujer, la naturaleza del matrimonio, las tentaciones del poder”, detalla.

“Creo que el papado de Francisco abrió una nueva época. Después de mucho sembrar, estamos viviendo un paradigma nuevo en el que la Iglesia, a través del Papa, puede comunicar su mensaje en positivo. Recibe atención cuando propone sus valores y se reconocen valiosos en la gran conversación global sobre el mundo y la humanidad. Su comunicación es inspiradora. Es un gran profeta de la fraternidad, del encuentro, en un momento manchado por el individualismo, en una cultura del descarte”, dice Fazio.

Pero ¿qué pasó para que opere este cambio de clima?

“Una vez leí que Félix Luna decía que para que hubiera grandes cambios en la historia debían confluir grandes ideas, grandes hombres y circunstancias determinantes. El 13 de marzo de 2013 parece haber sido uno de esos días destinados a ser hitos de la historia. Ese día la Iglesia amplió sus límites. Ese día los pobres estuvieron en primera fila, las periferias se convirtieron en el centro”, agrega Fazio.

Según Roberto Bosca, docente de la Universidad Austral e integrante del Consejo Argentino para la Libertad Religiosa, el pontificado de Francisco evidencia una continuidad doctrinal con los antecesores. “Francisco no plantea cambios teológicos, dogmáticos ni morales. Los cambios que trae son de carácter pastoral. No dijo nada nuevo. Dio un tono distinto en la forma de encarar los temas. Hay un cambio de acento, de tono”, puntualiza.

Los cambios que se impulsan en el Vaticano seguirán los mecanismos de decisión propios de la Iglesia y no serán de la noche a la mañana. “No parece que vaya a cambiar la postura de la Iglesia con respecto a ciertos temas. Pero sí introducirá cambios que harán que la gente se sienta mejor, aceptada y recibida”, aporta Bosca.

La pregunta que cabe hacerse entonces es si el nuevo clima social respecto de las cuestiones de la fe continuará o si se trata sólo de una ventana temporal en la era poscristiana.

“Las angustias y las esperanzas del corazón de los hombres y las mujeres de hoy son profundos, y Francisco está hablando un lenguaje que llega al corazón, que enciende, anima, consuela, desafía. No me parece que vaya a haber saturación, porque esa relación que está promoviendo el Papa tiende a consolidarse, a fortalecerse. Por supuesto que en la complejidad de los acontecimientos de la Iglesia y el mundo puede haber momentos más difíciles, pero esa conexión de fondo, esa apertura nueva y positiva caracterizará el papado de Francisco y, Dios mediante, quizá marque una renovación de la Iglesia al servicio de cada persona y de la humanidad entera”, concluye Fazio.

Las contraseñas nuestras de cada día

Para el e-mail, las redes sociales, el banco online… Cómo construir claves seguras y posibles de recordar. ¿123456? Hay mejores opciones

POR MARTINA RUA
Para la clave de Facebook, el nombre del hijo; para Twitter, la misma más el número uno; para la cuenta bancaria, el mismo nombre más el apellido con dos letras en mayúscula, y para el e-mail del trabajo, todo lo anterior, con dos símbolos al final. ¿El resultado? Todas las contraseñas mezcladas en la cabeza y la necesidad de resetear los claves casi a diario.
Los más de 20 millones de argentinos que utilizamos Internet a diario manejamos en promedio diez contraseñas por usuario, entre los servicios de uso personal y laboral. La mayoría, para poder recordarlas, recurre a las mismas (y obvias) fórmulas para muchos servicios, lo que deja a la información muy vulnerable a posibles hackeos o software
malicioso. De hecho, el masivo hackeo de 38 millones de cuentas que se hizo a usuarios de Adobe este año demostró que casi dos millones de usuarios utilizaban 123456 como contraseña y la segunda más usada era 123456789.
Para Armando Carratalá, gerente de IT de Certisur, muchos usuarios usan una misma contraseña para servicios que precisan alta seguridad, como el homebanking, y otros de media o baja importancia, como Facebook. “Es importante definir niveles de contraseñas para cosas de poca seguridad, como blogs o diarios, para seguridad media (correo personal o Facebook) y para seguridad alta (banco y tarjetas de crédito), y no mezclar entre ellas”, recomienda.
También hay muchos trucos y reglas mnemotécnicas
para armar contraseñas fuertes. Los especialistas convergen en algunos consejos básicos: que las claves siempre contengan una combinación de números, letras y símbolos; elegir algunas letras para poner en mayúscula, como por ejemplo, aquellas que están entre la M y la Z, u otra regla similar. Para los que se animan a algo un poco más complejo se pueden armar claves que estén compuestas por una cadena de caracteres especiales con números, letras y símbolos. “Por ejemplo, con la frase Compro una bicicleta con cinco años de uso, la clave podría ser Clbc5adu”, ejemplifica Gerardo Loureiro, director de Prevención de Fraude de Mercado Libre.
“También se pueden cambiar vocales por números, por ejemplo, la letra e por un 3, agregar algún signo de puntuación en un lugar fácil de recordar, como en el final. Básicamente, las contraseñas deben estar ligadas a palabras, signos y números que puedan recordarse, pero ser, por su diseño y estructura, difíciles de descifrar para un tercero”, define Carlos Aramburu, gerente de consumo de McAffe.
Casi 13 millones de argentinos ya utilizan Internet para operaciones bancarias, según una encuesta de Certisur y D’Alessio, y este número está en constante crecimiento. De ellos, el 47% paga servicios y el 44% efectúa compra y venta de bienes. Estos datos muestran la importancia de la seguridad en la información personal que viaja por la Web. Los accesos de máxima seguridad requieren cada vez más datos. Además del nombre de usuario y la clave, muchos bancos piden ahora un segundo paso, que es una identificación que puede variar entre una tarjeta de coordenadas -cuyos datos se cargan en el momento de transferir-, un token -por ejemplo el celular, que recibe una clave para autorizar la operación- o una segunda clave alfanumérica.
Damián Kalnins, especialista en seguridad de Softline Argentina, aporta los no rotundos a la hora de crear claves seguras: “Ño usar palabras que se encuentren en el diccionario ni patrones de teclado, como qwerty, números en secuencia (1234) o repetidos (1111)”, advierte. Según Kalnins no
se debe incluir nunca una contraseña en programas de mensajería, correo electrónico, ni otros dominios Web, además de no utilizar datos personales o que refieran a la vida cotidiana del usuario que son fácilmente descifrables.
Lograr contraseñas seguras no es complicado, lo difícil es recordar tanta información de tantos servicios distintos. “Una solución efectiva y que pocos usuarios usan son los gestores de contraseñas. Se trata de aplicaciones, en muchos casos gratuitas; allí se guardan encriptadas todas las claves. Así, recordando sólo una contraseña maestra, el resto está bien guardado”, explica Jerónimo Basaldúa, CEO de Base4 Security y organizador de EKO Party, uno de los principales eventos de seguridad que se celebra anualmente en Buenos Aires. Algunas de las aplicaciones más populares son KeepassPasswordSafe, EfficientPassword Manager, KasperskyPassword Manager y ClavesPC. Esto evita los eternos papelitos pegados al monitor o guardados en la billetera que son una opción demasiado vulnerable. Por ejemplo la empresa McAfee ya ofrece servicios de bóveda online de contraseñas a los que se accede a través de rasgos biométricos como reconocimiento de voz o facial.
Existe, además, la opción de agregar una capa adicional de seguridad que se llama Verificación de dos pasos que la mayoría de las empresas con servicios en nubes ya ofrecen. “A las personas que opten por esta verificación, se les solicita un segundo código, vinculado a un dispositivo móvil: es un número de seis dígitos que se envía por SMS. De este modo, para que un hacker pudiera actuar debería tener acceso a estas dos informaciones”, describe Martín Waserman, gerente de Políticas Públicas y Asuntos Gubernamentales para Cono Sur en Google.
Según él, también es muy importante utilizar una contraseña distinta para cada servicio y configurar las opciones de recuperación de contraseña y mantenerlas actualizadas. Entre sistemas de seguridad online, trucos y reglas, ya no quedan excusas para no darle mayor seguridad a la creciente información que volcamos a diario en el mundo digital.
Datos biométricos, lo nuevo
Aunque la fecha de defunción de las contraseñas no está a la vista, ya existen nuevos métodos de protección y verificación de la autenticidad de cada usuario, ligados a datos biométricos como reconocimiento dactilar, de voz y de iris. Por ejemplo, Apple lanzó este año el iPhone 5S con una aplicación de huella digital con un sensor dactilar que según los analistas marcará una tendencia que se masificará a otros dispositivos. El lector está integrado en el botón de inicio, hecho de cristal de zafiro, y el anillo que rodea la tecla detecta cuándo hay un dedo sobre el sensor. El sistema de Apple es más seguro que escribir una contraseña, pero también genera cuestionamientos sobre la intimidad de las personas. Otras dispositivos como Lenovo ThinkPad portátil y el Motorola Atrix, también están experimentando con esta tecnología.
A su vez, las empresas comienzan a sustituir las tarjetas de seguridad de ingreso a los edificios con escáneres de iris o dispositivos RFID (Identificación por Radio Frecuencia). Sin embargo, dudas sobre su seguridad ante un posible hackeo y la falta de una mayor integración con servicios online, ha limitado en esta etapa incipiente un uso más extendido. Esto que asegura, al menos por unos años, la necesidad diaria de seguir recordando o gestionando todas nuestras contraseñas.

La seguridad en la Web preocupa a usuarios y empresas

Domingo 18 de agosto de 2013 | Publicado en edición impresa
La confianza en Internet crece, pero la movilidad plantea un nuevo desafío
Por Luján Scarpinelli

En el ecosistema de Internet conviven especies de lo más variadas. Pero no todo es armonía; como en todo ámbito, hay peligros. La seguridad en la Web es una preocupación tanto para los usuarios particulares como para las corporaciones, especialmente, en un momento en que la multiplicación de los dispositivos y la movilidad potencian la exposición a riesgos.

En la Argentina, al igual que en el mundo, el uso de servicios en la Web se incrementó. “Incluso los transaccionales”, señala un estudio realizado por D’Alessio Irol para CertiSur, dedicada a la seguridad informática. Dan cuenta de ello las cifras de crecimiento del comercio electrónico -casi 80% de los usuarios compró alguna vez en Internet-, y el uso de las plataformas de entidades financieras -69% usa home banking y 46% paga servicios por la Web-. En ambos casos hubo una marcada evolución en relación con el pasado.

Sin embargo, aún hoy se destacan los limitantes que funcionan “como una barrera” al crecimiento. “Los principales temores están asociados al uso de datos personales”, se escribe en las conclusiones de la encuesta. En el caso de las compras virtuales, donde la tarjeta de crédito es el principal medio de pago, los temores más importantes se refieren a la falta de seguridad en el medio y a la mala administración de los datos personales.

La percepción de seguridad en las plataformas de los bancos supera a la de compras online . Pero aún resta convencer al 31% de los internautas frecuentes de que, de acuerdo con el estudio, no usan el servicio por considerarlo inseguro. Juan Damia, CEO de la firma de análisis de métricas Intellignos, señala que a nivel regional, “la Argentina está bastante avanzada en confianza” sobre los sitios de entidades financieras, que, evalúa, “están tomando más recaudos, con nuevos mecanismos de control”. Son ejemplos las tarjetas con cuadrículas de números para habilitar operaciones y las contraseñas más largas, formadas por números y letras.

Según el informe elaborado para CertiSur, los mayores miedos de los internautas en Internet son: los virus, el robo de datos de tarjetas de crédito o las claves de los accesos, las contraseñas, el robo de identidad y el miedo a troyanos (softwares maliciosos). Disipar esos temores redundaría en plataformas más fructíferas: si la Web les garantizara una mayor seguridad, analiza D’Alessio Irol sobre la base de las respuestas obtenidas, los usuarios harían mayor cantidad de transacciones.

En la era de la movilidad, la seguridad en Internet y la protección de los datos son desafíos relevantes. Las computadoras de bolsillo en las que se convirtieron los teléfonos contienen datos violables, como una máquina de escritorio, y más. Por ejemplo, cuenta Damia, “muchas aplicaciones transfieren datos, como podrían ser de posicionamiento, a través de la geolocalización, o qué hace el usuario en la navegación”. Esa información, explica, “no suele ser transferida con malos fines, sino para hacer análisis de mediciones, pero el riesgo existe”. En Europa, por caso, existe la obligación de advertir a los usuarios de la transferencia de datos. “Todo lo lógico es violable, por eso los sitios no deben guardar información personal que relacione la actividad del usuario con su identidad”, explica.

Las empresas, alertas

Las compañías también se preocupan por mantener a resguardo su información confidencial. “Hay que tener conciencia amplia de lo que es la seguridad. Ya no alcanza con un antivirus”, señala Cecil Pérez, vicepresidente de ventas para Latinoamérica de Check Point, dedicada a la seguridad de Internet. La firma que atiende en el país a empresas líderes del sector financiero, entre otras, advierte que la ventana al riesgo no sólo se abre en dispositivos portátiles o redes ajenas, sino también en la propia red de la empresa.

En un estudio de Check Point se comprobó que un 63% de las empresas tenía problemas con algo que se conoce como BOT. “Se trata de una especie de programa que se instala desde la Red y puede usar la máquina como un servidor de spam sin que el usuario lo vea”, precisa Pérez. Respecto de la movilidad, la compañía de seguridad reveló que la mayoría de las firmas (79%) tuvo un incidente de seguridad móvil en el ultimo año. El costo promedio de esos inconvenientes, como puede ser la pérdida de un celular, osciló entre los US$ 100.000 y los US$ 500 000.

La protección de datos, indica Pérez, consiste en la definición de una política de seguridad que resguarde la información que no puede salir de la empresa, pero sin perder de vista la funcionalidad.

La propuesta de la compañía para que la tendencia de que los empleados usen sus propios dispositivos en la empresa no produzca problemas consiste en crear un ambiente virtual dentro del celular o la tableta, separando el ámbito personal y el laboral..