¿Fallan las encuestas?

En tiempos electorales, las encuestas son la herramienta más utilizada para entender y actuar en la política. Sin embargo, hay que recordar que los números son estimaciones de probabilidades siempre sujetas a lo que pasa en las últimas horas.

Los sondeos ya son parte del juego mediático actual que demanda información constante. Además se suma la crisis de los partidos políticos y un votante más indeciso.

 

¿La credibilidad de las encuestas electorales está hoy en crisis?

“Hasta el día sábado todo es probabilidades”.
Eduardo D’Alessio

Todas las consultoras acertaron en quién sería el ganador, aunque con una gran falla en la medición de una ventaja de 10 puntos de Horacio Rodríguez Larreta (PRO) sobre Martín Lousteau (ECO). Otros casos emblemáticos ocurrieron en Córdoba, Mendoza y Río Negro.

Las encuestas no fracasan, si no el discurso que acompaña los números. La elección del tono de enunciación influye en su interpretación. Muy probable no es igual que seguro. Muchos encuestadores y los comunicadores eligen ser atractivos en sus declaraciones pecando de sentenciosos.

La función de un sondeo es esclarecer acerca de probabilidades. En una entrevista que le realizaron en América 24, Eduardo D’Alessio dijo: Hasta el día sábado (día previo a los comicios) todo es probabilidades”, reiterando la relatividad de las encuestas.

 

Lo que hay que saber

“Hay un 15% de votos muy volátiles. Incluso una parte de ellos decide dentro del cuarto oscuro”
Eduardo D’Alessio

Para interpretar una encuesta es necesario tener en cuenta que hay distintos tipos de votantes. Existe un grupo que es totalmente acérrimo, otro que se va conformando con el tiempo, y por último, “hay un 15% de votos muy volátiles. Incluso una parte de ellos decide dentro del cuarto oscuro”, explicó el presidente de D’Alessio IROL.

Curva de decisión

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También hay que enfatizar que una encuesta es un instante fotográfico. El encuestador al hacer una pregunta plantea un caso hipotético. “Todas nuestras encuestas empiezan con esta sentencia: si las elecciones fueran hoy, ¿a quién votarías? Pero no son hoy y eso no es un tema menor”, afirmó el consultor.

Además, existen hechos externos que pueden darse previo a la votación que no logran ser captados por esta herramienta. “Hasta el día de la elección cualquier hecho puede impactar en los resultados. Eso está fuera de toda medición”, planteó Eduardo D’Alessio.

En camino a las presidenciales aclaró: “Hay que esperar el resultado, que según nuestras mediciones el nuevo sistema está muy bien aceptado, probablemente a las nueve de la noche del domingo podremos hablar con más certeza y que viene a partir de ese momento”.

 

Podés ver más entrevistas a Eduardo D’Alessio haciendo click acá

 

El preferido de los empresarios

Por Cledis Candelaresi

No hay un favorito nítido como próximo presidente para las empresas: ningún candidato asusta, pero todos plantean incógnitas. Daniel Scioli, beneficiado por un buen clima económico en el fin de mandato. Buitres o cepo ya no desvelan.

cledis

Los hombres de empresa no tienen un favorito nítido para los próximos comicios presidenciales y sus preferencias esbozan un viraje de humor similar al manifestado en las encuestas que testean a la ciudadanía en general.

Parte por esto, parte porque aún no hay un número puesto en la Rosada, reparten los aportes económicos de campaña cuidando no desairar al eventual ganador o al eventual jefe de la oposición, sus futuros interlocutores.

No es que todo les de lo mismo. Es que no perciben diferencias sustanciales en la cosmovisión de aquellos candidatos con más chances de ocupar el sillón de Rivadavia.

Del mismo modo, muchos hombres de empresa se inquietan ante similares incógnitas sobre cuestiones de estrategia económica que consideran sustanciales.

Y no se trata de a quién van a privilegiar con su voto sino a quién consideran más fiable para garantizar generar y sostener un buen clima de negocios. Salvo que un candidato se acercara a algún extremo, la ideología poco importa.

Es cierto que Mauricio Macri era concebido, en principio, como el presunto garante de ese marco amigable para la actividad patronal en general.

Pero el líder del PRO aún no dio precisiones sobre muchos aspectos del que podría ser su programa económico y tampoco ofrece certezas de que podrá hacer lo que decida. No se trata sólo de encumbrarse en el poder sino de permanecer y ejercerlo, con un entorno que garantice la gobernabilidad.

En este sentido, a cualquier fuerza le cuesta superar al Peronismo y los pragmáticos hombres de empresa bien lo saben.

“Aún no conocemos cuál será la política industrial de Macri”, comenta Héctor Méndez ante este diario, relativizando la supuesta simpatía con que privilegiaba al jefe de Gobierno de la Ciudad.

Es la voz de máxima jerarquía pero sólo una de las que pueden escucharse en la UIA, cuyo cuerpo directivo está fragmentado por la inquina con que se tratan sus miembros: más de uno retacea la palabra al otro por las diferencias sobre el apoyo o desprecio hacia la política en curso.

No es extraño. Dentro de la misma entidad hay intereses comunes y otros contrapuestos, radicalmente.

“Aerolíneas e YPF no son los puntos centrales de la política que se necesita conocer”, opina Carlos de la Vega, titular de la Cámara Argentina de Comercio, en referencia al discurso de Macri precisando que no reprivatizaría esas empresas. Estatizar o privatizar no es un punto caliente en el debate de la agenda de coyuntura.

Pero el líder de la CAC respira aliviado: ningún postulante de los que pugnan con más posibilidades tiene una posición que pueda definirse como antiempresaria.

Lo cierto es que en la medida que para la tribuna patronal se desdibuja la figura macrista, cobra nitidez la de Daniel Scioli.

Buitres y cepo: no son para tanto

Ese viraje no sólo está a tono con lo que muestran los sondeos de opinión respecto a la ciudadanía en general, cada vez más partidaria de la continuidad, sólo con retoques sobre lo hecho hasta el momento.

La última Encuesta de Expectativas de los Ejecutivos realizada por D’Alessio & Irol, seguimiento semestral que el consultor hace para Idea, puede dar una pista de porqué el gobernador bonaerense gana aceptación.

Un 59% de los 182 ejecutivos que respondieron a un cuestionario on line consideran que el próximo semestre la situación económica estará igual o mejor, relativo optimismo fundado en la percepción de que habrá un fin de mandato tranquilo.

Aunque muchos hayan experimentado una baja en las ventas y 1 de cada 4 empresas opere casi al tope -más del 85% de su capacidad instalada-, cuando hace un lustro 2 de cada 4 gozaban esa situación.

Cuándo se le pregunta qué medidas son necesarias para promover la inversión el ítem de “renegociación con acreedores externos” baja de 27 puntos a 19 respecto al sondeo anterior, formulado en octubre del 2014. En otras palabras, el otrora reclamado acuerdo con los buitres, presunto pasaporte a millonarios desembolsos de capital, perdió importancia relativa.

Otra cuestión ilustrativa es qué proporción de su facturación están dispuestos a invertir.

En la última encuesta esa proporción baja al 10% desde un 12% que se había registrado en el 2011, antes de la instauración del cepo.

De algún modo el dato muestra que las restricciones para girar divisas, entre otras limitaciones cambiarias, no tuvo en las inversiones un impacto negativo de la envergadura insinuada por las protestas patronales.

Lo paradójico del cepo es que, en algunos rubros, hasta estimuló la reinversión de utilidades de empresas que se vieron inhibidas de enviarlas al exterior: valga de ejemplo que los bancos empezaron a comprar inmuebles, dando ánimo a uno de los sectores más dinámicos del momento.

Es el dólar, estúpido: para las empresas, el tipo de cambio es “el” factor para exportar más

Por Jairo Straccia

En una encuesta, casi al pasar, los ejecutivos se sacaron el casete con el que suelen responder cada vez que se les pregunta si están esperando una devaluación para mejorar su competitividad, esmerilada en el último año desde que el Gobierno optó por subir el dólar menos que el promedio de los precios de la economía. Habitualmente sueltan, con razón, frases más cómodas, del tipo “el dólar es una variable más”, y resaltan que hay que mejorar la infraestructura, los caminos, la logística, porque “todo eso hace a la competitividad de la economía argentina” y contribuye, o no, a su capacidad para vender al mundo.

Sin embargo, en la última encuesta de expectativas entre los empresarios que forman parte del Instituto para el Desarrollo Empresario (IDEA), que realizó D’Alessio IROL en la última semana de junio, 40% de los consultados sobre “cómo considera su nivel de competitividad a nivel internacional” respondió de la siguiente manera: “depende del tipo de cambio”; 13% se consideró, sin embargo, “altamente competitivo”, mientras que  25% se consideró con baja competitividad. La pregunta es la primera vez que se incluye en este testeo del ánimo corporativo a seis meses vista, y es el emergente de un contexto en el que cómo saldrá el próximo gobierno del atraso cambiario es uno de los temas más fuertes en debate antes de las primarias presidenciales.

La anterior encuesta de sondeos de expectativas se había realizado en octubre pasado, en plena turbulencia cambiaria, cuando Juan Carlos Fábrega dejó de ser presidente del Banco Central y fue reemplazado por Alejandro Vanoli. “El gran cambio hacia esta encuesta es que el Gobierno consiguió dólares porque tomó la decisión de endeudarse”, aseguró Dante Sica, de la consultora Abeceb.com respecto de la modificación de las expectativas: “Así consiguió un semestre de estabilidad”, señaló.

Según Eduardo D’Alessio,  responsable en el segundo semestre “no esperan sobresaltos” para el tramo hacia el final de año, pero tampoco una situación para tirar manteca al techo: el 52% considera que su rentabilidad continuará deteriorándose. La perspectiva de los ejecutivos es que tendrán caída de inversión, ventas, exportaciones y producción, pero en todos los casos con guarismos menos tremendos que en la anterior medición. Ese es el consuelo que surge en las variables del cierre del mandato de Cristina Kirchner.

Sica puntualizó que salvo la construcción, que está repuntando por la obra pública, todos los sectores de la economía siguen en rojo, pero “amesetaron su caída”. “Hay chances de que varios sectores puedan rebotar y empezar a crecer, y así se puede terminar redondeando un año con cero crecimiento o algo positivo”, redondeó. Ya hay otros indicadores de consumo, como el de Kantar Worldpanel que anticipó PERFIL hace una semana, que muestran también un rebote en el consumo.

Expectativa de Ejecutivos IDEA – Junio 2015

Los siguientes datos corresponden a la medición de Junio 2015 de la encuesta de Expectativas de Ejecutivos, que realiza D’Alessio IROL para IDEA. La misma muestra las percepciones de los empresarios argentinos sobre  el rumbo de sus negocios y de la economía nacional.

 

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Salarios y retención de talentos: los desafíos de los empresarios argentinos para 2016

Los datos surgen de la encuesta Expectativas de Ejecutivos, realizada por la consultora D’Alessio IROL y presentada en IDEA. Los próximos 12 meses.

Para una mayoría de ejecutivos, la situación económica del país está igual o peor que el semestre pasado; sin embargo, la mirada pesimista comienda a ceder. La consultora D’alessio IROL encuestó a 182 líderes socios de IDEA para conocer las expectativas a futuro del empresariado argentino.

En términos generales, la situación económica fue evaluada mejor que durante el último semestre de 2014. Y las proyecciones a futuro auguran una mirada mucho menos pesimista por parte de quienes dirigen compañías en el país. Para el segundo semestre de este año se espera que la actividad se desarrolle sin sobresaltos y que comience el retorno a la normalidad. A su vez, los empresarios consultados estiman que en 2016 los principales factores que afectan a la empresa se mantendrán estables, con un ligero incremento de las ventas en el mercado interno. Ventas, inversión y empleo tampoco variarán demasiado.

En cuanto a las oportunidades de crecimiento, las claves siguen estando en los aspectos intrínsecos de las empresas. El abaratamiento de costos, la diversificación de productos y servicios y los procesos de reingeniería internos son los principales factores a mejorar según los ejecutivos.

Si bien las expectativas de los empresarios son mejores que las de hace algunos meses, la realidad actual sigue mostrando una actividad desacelerada. Según el informe de D’alessio IROL, una de cada cuatro empresas opera por sobre el 85 por ciento de su capacidad; hace 5 años atrás, esta situación se daba en la mitad de las compañías consultadas. Los empresarios no esperan una recomposición de su rentabilidad en el próximo año, y más aún, la mitad de ellos cree que la misma continuará disminuyendo.

Otro factor que continuará estable es el de la inversión, que se mantendrá en el 10 por ciento sobre las ventas. El objetivo principal serán las inversiones soft o blandas, con el marketing a la cabeza de las políticas a implementar. Para promocionar las inversiones, los ejecutivos señalan tres factores predominantes:la eliminación de impuestos distorsivos, una clarificación de las reglas del juego y una reforma impositiva.

Sobre la competitividad de sus compañías, una mayoría de los empresarios no solo la consideró baja, sino que a su vez la estimaron altamente determinada más por el tipo de cambio que por factores estructurales. Además, en su opinión, la influencia en este aspecto de las características impositivas del mercado local superan a la de factores como la educación y la inversión.

Al momento de establecer los desafíos a futuro, temas como los salarios y la retención de talentos fueron protagonistas. El factor tecnológico también tuvo su importancia en las respuestas de los encuestados. De cara a las elecciones de octubre, los reclamos a los candidatos presidenciales se resumen en cuatro puntos: educación, justicia,  seguridad y política impositiva.

Para los empresarios, la rentabilidad seguirá cayendo con el próximo gobierno

A pesar de ser un poco más optimistas que en 2014, los principales ejecutivos del país piden impuestos menos distorsivos y pro inversión y acceso a crédito a largo plazo
Si bien se muestran un poco más optimistas que en 2014, la mayoría de los hombres de negocios del país no espera un recomposición de la rentabilidad de sus empresas, sino por el contrario, cree que continuará cayendo y lo cual impactará en el empleo y en la capacidad de producción que se viene reduciendo en comparación con otros años.

Además, advierten que el próximo gobierno deberá eliminar impuestos distorsivos para promover las inversiones; generar reglas de juego claras para atraer más capital; implementar una política fiscal pro inversión y ofrecer acceso a financiamiento a largo plazo. También reclaman a la próxima gestión más inversión en energía (electricidad y gas) y en rutas, así como privilegiar una reforma tributaria y educativa para incrementar la competitividad.

Todos estos datos forman parte de una encuesta elaborada el mes pasado por la consultora D’Alessio IROL para IDEA bajo el nombre de Expectativas de Ejecutivos. El relevamiento, hecho de forma online entre 182 de los principales ejecutivos del país, indicó también que el pesimismo que habían evidenciado a fines de 2014 frente a lo que iba a ocurrir este año finalmente no fue tanto. La evaluación del período fue de 8 puntos por encima de lo previsto, según la encuesta, y los ejecutivos esperan un segundo semestre sin mayores sobresaltos. “Hay una ligera mejora de las expectativas, que se encuentran prácticamente en un punto de equilibrio. Y en período electoral, ya finalizando el actual mandato, los empresarios prevén que no habrá mayores sobresaltos” explica el trabajo de D’Alessio.

Durante la presentación de la encuesta también estuvo Dante Sica, titular de la consultora Abeceb.com, quien le dio el marco macro económico y político a los resultados del relevamiento de IDEA. En este sentido, el economista estimó que el poder adquisitivo podría ganar unos puntos y el mercado laboral no volverá a ajustar. Igualmente estimó que la inversión seguirá retrasada; la construcción estancada y el leve repunte de las ventas no beneficia a todos los sectores.

Para Sica, en el último semestre del año se mantendrá la debilidad de la economía, con una inversión debilitada. “Si el Gobierno quiere darle prioridad al objetivo de actividad, va a presionar sobre el frágil equilibrio alcanzado en la primera mitad del año”, aseguró Sica, para quien se deberían flexibilizar las importaciones “para no generar restricciones de oferta. De hecho, en junio se observó una desaceleración, aunque la duda está en si esto va a continuar”. En el caso de las exportaciones, Sica no cree que puedan mejorar, con lo cual el margen para importar será limitado. A esto se suman los altos vencimientos en dólares hasta fin de año y que las reservas cerrarían por debajo de u$s 30.000 millones.

En tanto, en la encuesta de D’Alessio, los empresarios no esperan cambios en la política internacional, ni una recomposición de su rentabilidad en 2016. “La mitad cree que continuará disminuyendo. Esto amplió la brecha de la capacidad disponible, en especial por la retracción de las ventas”. El trabajo asegura que una de cada cuatro empresas está en el 85% de su capacidad cuando hace 5 años, este escenario se daba en la mitad de las compañías.

Del mismo modo, los ejecutivos ven a la competitividad como variable del tipo de cambio y perciben mayoritariamente una mala situación para el país en este aspecto. Al respecto, el estudio de Sica agrega datos preocupantes en cuanto a la evolución del consumo. “Mientras el objetivo consumo demanda seguir con los anuncios sociales, y con ello el déficit seguirá creciendo y eso se financia con emisión monetaria”, advirtió Sica. Es decir, el país volvió al viejo esquema monetario-cambiario que podría profundizarse. “Pero no es sencillo de sostener un esquema de apreciación cambiaria y aceleración de la emisión, frente a un cambio de expectativas”, explicó el titular de Abeceb.com. En definitiva, según Sica, “el primer semestre nos dejó una mejora relativa pero no fue suficiente para impulsar la actividad y se espera que la segunda mitad del año muestre la misma tendencia aunque no está exenta de riesgos”.
Piden debate sobre educación, seguridad y justicia
Frente a la cercanía de las elecciones presidenciales, la lista de temas que los ejecutivos quieren oír debatir a los candidatos la encabeza la educación, seguida por la justicia y la seguridad. Es decir, los mismos que reclama el resto de la sociedad. De todos modos, le suman, en cuarto lugar, el interés por conocer las propuestas relacionadas con la política impositiva.
De manera adicional, ya no les preocupa tanto las definiciones sobre la concertación con los acreedores externos, al igual que la negociación con organismos internacionales. Pero se mantiene la importancia de salarios, retención de talentos y obtención de créditos. Y se incrementa el peso de la tecnología.

Empresarios: el 41% piensa que la situación empeorará

Encuesta de IDEA sobre expectativas:

Por Alejandro Alfie

Hay una “ligera mejora” de las expectativas de los ejecutivos en la situación económica del país, según una encuesta realizada por la consultora D’Alessio IROL, para IDEA. “Se espera un segundo semestre sin mayores sobresaltos y con retorno a la normalidad”, destacó el informe presentado ayer en la sede del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA).
La expectativa de los ejecutivos, que había caído 15 puntos en 2014, retornó a valores similares a los de años anteriores, ya que el 30% de los encuestados dijo que la situación en el segundo semestre seguirá igual, el 41% que será peor y el 29% que mejorará.
“El segundo semestre del año pasado fue duro y la expectativa era de serias dificultades económicas. Pero esa visión tan negativa no se dio y mejoraron las expectativas”, explicó Eduardo D’Alessio, titular de la consultora D’Alessio IROL.
Consultado por Clarín sobre el aumento en el precio del dólar, el economista Dante Sica, director de la consultora Abeceb, sostuvo que “el tipo de cambio paralelo es la variable que puede hacer más ruido, porque el Gobierno tiene márgenes de maniobra limitados; pero eso no cambia la tendencia, hay expectativas estables para el segundo semestre”.
Pese a ello, el 52% de los ejecutivos consultados prevé una disminución en la rentabilidad de sus empresas en 2016. Para hacer frente a esa situación, la mitad de los ejecutivos bajará la inversión y
el 29% disminuirá el empleo en sus propias empresas.
Sica agregó que la mayoría de los sectores de la economía muestran una desaceleración en la caída y que “el único sector que crece es la construcción”, apalancada por la obra pública, el plan Procrear y los arreglos de la gente en sus casas.
Los ejecutivos consideran prioritario para mejorar la producción que haya mayores inversiones en electricidad, gas y rutas y caminos. Además, les gustaría que los candidatos a presidente de la Nación debatan sobre educación, justicia, seguridad, política impositiva y política cambiaría, en ese orden. .
Los principales reclamos para promover la inversión son la eliminación de impuestos distorsivos, la clarificación de las reglas de juego y otra política fiscal. De hecho, la reforma impositiva es “el principal factor para aumentar la competitividad del país”, plantearon los 182 ejecutivos socios de IDEA que respondieron la encuesta. –
Fuente D’ALESSIO IROL / IDEA

Encuesta revela expectativas de paraguayos ante visita del Papa Francisco

Sin duda alguna, la visita del Papa Francisco a nuestro país ha generado gran revuelo en los distintos sectores de la sociedad.

Nora D’Alessio, directora de investigación de la consultora IROL Paraguay, explicó que para medir ese impacto realizaron un informe en base a 250 encuestas online a ciudadanos paraguayos; las mismas se efectuaron entre el 1º y el 7 de Julio.

Uno de los resultados revela que 7 de cada 10 consultados sienten que la visita del Papa producirá cambios en su vida.

Consultados sobre los motivos que estiman trajeron al Papa al país, los encuestados destacaron especialmente dos: su actividad pastoral (56%) y la característica particular de solidaridad de nuestro pueblo (42%).

Para la casi totalidad de los respondentes (93%), estos días tendrán una repercusión muy positiva, evidenciándose en un renacer de los valores más altos del ser humano.

Entre las repercusiones esperadas de la visita se encuentran tanto las vinculadas con el retorno a lo familiar (54%) y la fe religiosa de los jóvenes (51%), así como a la vida institucional del país (49%), reforzando la necesidad de transparencia y lucha contra la corrupción.

Recordemos que la visita del Papa Francisco generará ingresos de al menos US$ 200 millones al país, de acuerdo a una estimación de un millón de visitantes clasificados en turistas y excursionistas, hecho por la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur). Fuente: infonegocios.

En pocos meses, renovó la imagen de la Iglesia en el país

Su mayor éxito hasta hoy: en pocos meses, renovó la imagen de la Iglesia en el país.

No sólo fueron sus reformas en la curia romana y en el Banco Vaticano o su revolucionario estilo austero. Fue, sobre todo, haber reformulado la percepción social de la figura de la Iglesia a nivel mundial; ése fue uno de los mayores cambios que produjo la llegada de Francisco al Vaticano.
Así lo consideraron teólogos, especialistas y religiosos de diversos credos, que señalan que desde hace nueve meses, tras la elección de Jorge Bergoglio como papa, un nuevo clima se instaló en la sociedad.

“En menos de un año, hizo algo notable: no cambió la letra, pero sí cambió la música”, dijo Nancy Gibbs, la subdirectora de la revista norteamericana Time, que eligió al Papa como personaje del año.

El clima social cambió. Y este cambio no se limita a la figura del Pontífice, sino que abarcó a toda la Iglesia e, incluso, a otras religiones. Como nunca este año, la fe y la esperanza volvieron a estar en el corazón de las noticias mundiales.

“Hasta hace poco tiempo, la Iglesia era vista como una institución manchada por casos de abusos, por escándalos de corrupción y luchas de poder, y por su ostentación. Y tengo la sensación de que el católico hasta sentía vergüenza de identificarse con esa imagen. No quería ser parte de lo que la Iglesia encarnaba. Pero ahora, con Francisco, los valores han cambiado. El modo en que se percibe a la Iglesia como institución cambió y por eso es lógico que más gente se identifique con el Papa”, considera José María Poirier, director de la revista Criterio.

Si en otras épocas la cultura posmoderna y poscristiana apuntó a minimizar el aporte de la religión en la vida de la sociedad, desde la llegada de Francisco se produjo un cambio de paradigma.

“Es una nueva época en la que la Iglesia parece haber reencontrado su lugar en el diálogo con el mundo actual, un lugar espiritual y de servicio, que es reconocido como un aporte valioso por los demás”, apunta Mariano Fazio, vicario del Opus Dei en la Argentina.

“Hasta hace unos meses, aquellos que hablábamos de fe teníamos que pedir disculpas y aclarar que hablábamos en nombre de nuestra creencia. De ninguna manera ese mensaje, en la cultura posmoderna, podía ser extrapolable a otras realidades. La tendencia mundial era avanzar hacia el laicismo. El dilema no era la existencia de Dios, sino la pregunta de por qué Dios -exista o no- debía ser un referente para la toma de decisiones”, señala, por su parte, el teólogo Norberto Saracco, uno de los pastores que mantenían encuentros semanales de oración con Jorge Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires.

“Ahora, el clima cambió. A quienes hablamos de fe se nos consulta permanentemente en los medios de comunicación. Es como si ahora la sociedad estuviera dispuesta al menos a escuchar lo que tenemos para decir”, agrega.

De hecho, el cambio no se limita a los católicos. “Francisco tuvo un gran eco entre los cristianos no católicos y también entre los agnósticos, que se sintieron reivindicados e interpelados por el mensaje de Francisco”, dice Poirier.

“Este papa le dio credibilidad a nuestro mensaje. Desde hace algunos meses, el elemento de la fe es respetado, tomado en cuenta y valorado por la sociedad. Hace un año, esto parecía impensable”, considera Saracco.

Más de nueve meses después de que fuera elegido, Francisco goza de una popularidad que sigue en ascenso. Según una reciente encuesta de la consultora D’Alessio Irol, el 80% de la población argentina considera que el Papa cumplió o superó sus expectativas.

Pocos días después de su designación, la misma consultora había realizado una encuesta acerca de qué esperaban los argentinos de Francisco. El 42% dijo que “acercaría a la gente a la Iglesia, y viceversa”; el 23%, que habría “una Iglesia más humilde, con menos lujos”, y el 22% confiaba en una Iglesia más abierta, moderna y dinámica.

Al repetir la encuesta, nueve meses después, se encontraron con que para el 59% el Papa había superado las expectativas y para el 21%, las había cumplido. Sólo el 3% dijo estar decepcionado y el 17% dijo no seguir las actividades del Papa.

“¿Logrará un renacimiento de la fe?”, fue otra de las preguntas del estudio. El 19% dijo que lo logrará en el corto plazo y el 55%, en el largo plazo. También se les consultó a los entrevistados si creían que la elección de Francisco tuvo alguna implicancia en su vida. El 33% dijo que el papa argentino lo había inspirado a ser mejor persona.

“Sin dudas, el clima cambió, incluso entre los jóvenes”, sostiene el sacerdote Javier Klajner, responsable de la Pastoral Juvenil del Arzobispado de Buenos Aires. “Creo que el factor más relevante es la coherencia de Francisco. Tan sencillo como eso. Una persona que vive lo que dice, ante la falta total de referentes morales, hoy es sumamente gravitante para los jóvenes, sean o no cristianos”, agrega.

O, como apuntó Gibbs, la subdirectora de Time, en cuestión de pocos meses “el nuevo líder modificó notablemente la imagen pública de la Iglesia; más aún, con igual rapidez capturó la ilusión de millones que habían perdido toda esperanza en la fe”.

Según el artículo de la revista, pocas veces un nuevo actor en el escenario mundial captó tanta atención tan rápido -de jóvenes y viejos, creyentes y cínicos- como lo hizo Francisco. “Se ubicó en el centro de las principales conversaciones de nuestra época: sobre riqueza y pobreza, imparcialidad y justicia, transparencia, modernidad, globalización, el rol de la mujer, la naturaleza del matrimonio, las tentaciones del poder”, detalla.

“Creo que el papado de Francisco abrió una nueva época. Después de mucho sembrar, estamos viviendo un paradigma nuevo en el que la Iglesia, a través del Papa, puede comunicar su mensaje en positivo. Recibe atención cuando propone sus valores y se reconocen valiosos en la gran conversación global sobre el mundo y la humanidad. Su comunicación es inspiradora. Es un gran profeta de la fraternidad, del encuentro, en un momento manchado por el individualismo, en una cultura del descarte”, dice Fazio.

Pero ¿qué pasó para que opere este cambio de clima?

“Una vez leí que Félix Luna decía que para que hubiera grandes cambios en la historia debían confluir grandes ideas, grandes hombres y circunstancias determinantes. El 13 de marzo de 2013 parece haber sido uno de esos días destinados a ser hitos de la historia. Ese día la Iglesia amplió sus límites. Ese día los pobres estuvieron en primera fila, las periferias se convirtieron en el centro”, agrega Fazio.

Según Roberto Bosca, docente de la Universidad Austral e integrante del Consejo Argentino para la Libertad Religiosa, el pontificado de Francisco evidencia una continuidad doctrinal con los antecesores. “Francisco no plantea cambios teológicos, dogmáticos ni morales. Los cambios que trae son de carácter pastoral. No dijo nada nuevo. Dio un tono distinto en la forma de encarar los temas. Hay un cambio de acento, de tono”, puntualiza.

Los cambios que se impulsan en el Vaticano seguirán los mecanismos de decisión propios de la Iglesia y no serán de la noche a la mañana. “No parece que vaya a cambiar la postura de la Iglesia con respecto a ciertos temas. Pero sí introducirá cambios que harán que la gente se sienta mejor, aceptada y recibida”, aporta Bosca.

La pregunta que cabe hacerse entonces es si el nuevo clima social respecto de las cuestiones de la fe continuará o si se trata sólo de una ventana temporal en la era poscristiana.

“Las angustias y las esperanzas del corazón de los hombres y las mujeres de hoy son profundos, y Francisco está hablando un lenguaje que llega al corazón, que enciende, anima, consuela, desafía. No me parece que vaya a haber saturación, porque esa relación que está promoviendo el Papa tiende a consolidarse, a fortalecerse. Por supuesto que en la complejidad de los acontecimientos de la Iglesia y el mundo puede haber momentos más difíciles, pero esa conexión de fondo, esa apertura nueva y positiva caracterizará el papado de Francisco y, Dios mediante, quizá marque una renovación de la Iglesia al servicio de cada persona y de la humanidad entera”, concluye Fazio.

Preocupa a empresarios la pérdida de rentabilidad

Por Liliana Franco, enviada especial a Mar del Plata.- Los empresarios estiman que continuarán perdiendo rentabilidad al tiempo que no se muestran muy optimistas respecto a como será la situación económica del próximo semestre, según surge de la Encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realizó la consultora D’Alessio-Irol entre los socios del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) y que se presentó en el 49º Coloquio que se realiza esta ciudad.

El 36% de los encuestados estiman que la situación económica será moderadamente peor y mucho peor contra un 39% que estima que no habrá grandes cambios en función de cómo se desempeño la marcha de la economía este semestre. La encuesta realizada durante este mes arrojó 46 puntos, cuatro puntos por debajo de la media, que indica una situación “igual”, en una tabla que llega a 100 mostrando una leve pérdida de confianza respecto del semestre anterior que fue calificado con 47 puntos.

La pérdida de rentabilidad de sus negocios es un tema preocupante ya que solo el 23% considera que mejorará mientras que el 41% estima que seguirá cayendo.

Cuando se les pregunta a los empresarios respecto de cuáles son los temas más importantes y los desafíos para su negocio en 2014, el 55% marca la problemática de los salarios y un 39% la retención de talentos, problema que ha disminuido -paso de 46% el año pasado a 39%- mostrando que no existe tanta rotación de personal, como explico el economista Luis Secco.

En tanto, los factores principales que afectan la competitividad de la empresa el 50% se lo adjudica al peso de los impuestos; un 49% el tipo de cambio, el 47% la inflación y el 37% los salarios. Un 30% de los empresarios consultados apunto también a la calidad institucional.

En tanto que al ser consultados sobre provisión de gas, solo 31% considera que es “adecuada”, 26 ve que es “algo deficiente”, 19 por ciento “muy deficiente” y 4% dice que es “inexistente”.

En materia de electricidad, solo 19% dice que es “adecuada”, el 45% es “algo deficiente”, 24 “muy deficiente” y 1% la califica de “inexistente”. Aunque, estas respuestas hay que enmarcarlas en que el 60% de los entrevistados “son empresas de servicios”, como explicó Eduardo D’Alessio.

A pesar de que la capacidad instalada está en un nivel muy alto con un 80%, la inversión que los empresarios piensan destinar es un 11% de la facturación.

Con una presión impositiva que alcanza más del 40% del PBI y la imposibilidad de ajustar por inflación, los empresarios demandan revisión impositiva en un contexto de reglas de juego claras al tiempo que piden mejor financiación.