La inversión sigue mostrando caídas en todos los rubros salvo obra pública

Con un nivel de inversión sobre PBI en 13% y por debajo del promedio de los últimos diez años, casi todos los componentes muestran caídas, salvo los vinculados a la obra pública. Así lo marcan los datos del Monitor que lleva adelante la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional.

Con datos al primer trimestre de 2019, la inversión en transporte cayó 56%, en equipo durable un 37% y en maquinaria un 31,5%.

Los flujos de inversión extranjera directa también cayeron un 10%. Totalizaron US$ 2.660 millones. Por las menores rentas, la reinversión de utilidades cayó un 27%. La IED representa el 2,3% del PBI.

`El crédito no crece. El crecimiento es, literalmente, cero. La inversión está en 13% del PBI contra un promedio del 20% en la última década y del 25% del PBI que es el promedio de los países emergentes`, explicó el economista Luis Secco esta semana en la presentación de las expectativas de los empresarios de IDEA. Allí, en una encuesta a cargo de DAlessio IROL, el 46% de los ejecutivos señalaron que prevén aumentar sus inversiones.

En ese marco también contestaron que prevén un 13% de inversión sobre su porcentaje de facturación anual para este año. Los desembolsos irán al desarrollo de obras civiles, tecnología, software y capacitación, principalmente.

Entre enero y mayo de este año la construcción cayó 9% pero el gasto de capital del Estado -el gasto en obra pública- creció 21,5%. Las compras de maquinaria y equipo, en cambio, cayeron 27% en los primeros cinco meses. En mayo mostraron una desaceleración con una caída del 15%. Lo mismo pasó con las importaciones de bienes de capital que en los primeros cinco meses bajaron 32% y en mayo 27%. En cambio, las importaciones de equipos para transporte no muestran mejoras. Cayeron 68% en cinco meses y 69% en mayo.

Publicado por Perfil el 03/08/09.

El 70% espera un aumento en sus ventas en el próximo año

Según la última medición de la encuesta de Expectativas de Ejecutivos, que realiza D’Alessio IROL para IDEA, se instaló cierto optimismo entre los empresarios: el 55% evaluó positivamente el semestre y el 78% considera que la situación económica mejorará de aquí a seis meses. Además, el 70% espera crecimiento en sus ventas en el próximo año.

Los factores que consideran como “positivos” son la estabilidad cambiaria, la merma de la inflación, el equilibrio fiscal y la menor incertidumbre económica. Sin embargo, aún persisten factores negativos como la inflación (que se mantiene alta), la pérdida de fuentes de trabajo y la falta de reactivación económica.

Algunos elementos que abonan este panorama son las expectativas para el próximo año, en su mayoría positivas. En cuanto a las exportaciones, el 43% considera que aumentarán y 46% que se mantendrán iguales. Un escenario similar se plantea en términos de inversión: el 47% espera un aumento en los próximos 12 meses. El mejor panorama es el de las ventas, ya que un 70% espera un incremento.

Por último, el factor empleo es el que espera menor crecimiento. El 39% espera tomar personal en el próximo año y 45% no evalúa modificaciones en este área.

Hacia el final de la encuesta, se les consultó a los empresarios qué movimiento tendrá hasta las elecciones el dólar, la tasa de interés y el riesgo país. El 57% considera que la moneda estadounidense tendrá pequeñas oscilaciones; 40% cree que las tasas continuarán bajando y el 41% evalúa que no habrá grandes cambios en el riesgo país, más allá de algunos movimientos.

La mayoría de los empresarios (67%) coincidió en que el elemento más necesario para aumentar la competitividad del país es una reforma impositiva.

EXPECTATIVAS

Eduardo D’Alessio habló en Eco Medios sobre las expectativas que tiene la gente sobre la economía y sostuvo que “este semestre fue mejor aun de lo que preveían y eso marca dos cosas. Por un lado que la mejora va a seguir hasta fin de año, que va a haber estabilidad cambiaria y que habrá un proceso de reactivación”.

Explicó que “el segundo semestre del año pasado hizo caer significativamente las expectativas” y que ahora “es importante que haya una percepción de que está bajando la inflación”.

Sin embargo, especificó que “más allá del optimismo, con la tasa impositiva, se percibe que no puede haber crecimiento ni desarrollo. Este es un país muy poco competitivo”.

Publicado por El Día el 05/08/19

Eduardo D’Alessio: “Los empresarios no esperan turbulencias”

Encuesta de expectativas entre los empresarios que desarrolló IDEA, ¿como interpretarías el optimismo que renació entre los empresarios? 

-Esta encuesta no tiene nada que ver con la política, no hacemos preguntas políticas en IDEA por decisión filosófica, tiene 24 años, ha tenido ascensos y descensos en todos los gobiernos… Con esa tranquilidad de que no estamos en la veda, les digo que el año pasado para los empresarios fue un año frustrante, indudablemente tenían una esperanza puesta en una reactivación de la economía que nunca llegó. Y esto fue lo que vimos en octubre del año pasado en IDEA. Eran algo más optimistas para este semestre, y la realidad convalidó aproximadamente que este semestre fue un poco mejor de lo previsto. En los últimos meses ha habido algún repunte en las ventas de algunos sectores y que los empresarios creen que no va a haber movimientos fuertes de la divisa, del riesgo país, y la tasa de interés de acá a fin de año.

-Es alentador, ¿tocamos un piso ya?

-Exactamente. En cuanto a las variables macro, le preguntamos hasta octubre, para justamente no tener que predecir que me digan ‘depende de quien gane’… En cuanto a las variables macro, indudablemente no esperan turbulencias. Lo que sí sigue permaneciendo como un reclamo a este gobierno y al que venga son algunos factores: el número uno es la necesidad de una reforma tributaria: sin reforma tributaria solo podemos pensar en cosas de coyuntura. Con una carga impositiva que por lo menos 10/15 puntos a los países limítrofes, más allá de la agricultura, es muy difícil la exportación.

El empresario argentino, ¿ve la macro hoy igual que hace 15/20 años? 

-Es una tan excelente pregunta que no tengo la respuesta. Hay ciertas cosas que no cambian: los problemas sindicales, el problema del costo laboral, y el problema de la presión impositiva. Lo que se ha sumado es el problema inflacionario, que no lo teníamos hace 15 años, y su causal, visto desde el punto de vista de los empresarios, que es el incontenible déficit del sector público. Una de las cosas que se le critica al actual gobierno es no haber terminado con la inflación, con el déficit del sector público, no haber hecho la reforma laboral, no haber hecho la reforma impositiva.

¿Qué va a pasar si se cumple un déficit cero, y empieza haber un superávit? 

-Indudablemente cuando uno ve la proporción del gasto público que es gasto social, que no se puede bajar, cuando uno ve la carga impositiva, que no se puede aumentar.. Cuanto más sigamos aumentando, menos vamos a recaudar. Porque el premio a la evasión es tan alto que cada vez tienta a más gente. Uno dice ‘que crezca la economía’, pero tenemos que crecer a tasas chinas para poder equilibrar esto… Creo que es un delicado equilibrio entre gasto, consumo, ahorro, inversión… Hay que tomar todas las variables de la economía e ir creciendo lentamente. Pero esto no se puede solucionar en el corto plazo ni en el mediano.

-A menudo se dice que la estabilidad cambiaria es el factor esencial para medir el humor social general, ¿qué ocurre en el humor del empresario? 

-Es muy difícil generalizar. En el monitor que hacemos con Sergio Berensztein, que es de humor social, hace tres meses que viene subiendo la imagen de gestión que coincide exactamente con el estancamiento del dólar. Hay una correlación uno a uno. En el caso del empresario, el aumento de las ventas es la madre de todas las batallas: el humor depende de las ventas. Porque algunos le vienen bien el dólar barato, porque son exportadores  netos, y a otro le viene mal porque son más importadores. Pero a todos les viene bien aumentar las ventas, y esto es lo que se ha notado un poco en el último semestre, y esperan que suceda en el semestre próximo. También esto impactaría sobre la toma de la mano de obra. Esto no es la primera vez que lo decimos: tenemos un problema de desocupación estructural. Sobran jornarelos y faltan ingenieros. El 80% de las empresas tienen algún cargo sin cubrir o cubierto con personal que no es idóneo para ese cargo. Por otra parte, sabemos que hay porcentaje de gente que está absolutamente excluida del mercado laboral. Además, la tecnología va apuntando a eso. Hoy para despachar más hay que saber computación. Cada vez se ponen menos ladrillos y se ponen más materiales sintéticos, que requieren especialización de la mano de obra. El cambio de tecnología está llevando que en la medida que no hay capacitación, esta desocupación tiende más bien anquilosarse.

-¿Llegaste a medir en alguno de tus estudios acerca de la disposición de los empresarios para sentarse a una mesa para discutir estos temas? 

-Esto lo hemos visto en varias oportunidades midiendo en el coloquio de IDEA, la predisposición está. Me parece que todavía hay un largo organizativo para que esto se ponga en marcha. Si uno ve las mesas de diálogo, algunos dicen que por el petróleo, la minería, etcétera, está funcionando bien…

 

Entrevista radial en “Es Por Acá”, Radio Milenium el 4 de agosto de 2019

Más de la mitad de los industriales no prevé invertir en el próximo año

El 57% de los industriales no prevé invertir y el 68% no contratará empleados Por la pax cambiaría, la encuesta de Expectativas de IDEA mostró mejoras moderadas

Gracias a la estabilidad cambiaría, los ejecutivos socios de IDEA son relativamente optimistas respecto a lo que viene para sus empresas. Aún así, incluso con la inversión en el pozo, todavía el 57% de los industriales no espera tomar en los próximos 12 meses decisiones que generen mejoras en ese sentido. Y el 68% de las fábricas no prevé contratar empleados. Además, para los manufactureros el tema más importante del año pasa por lo que suceda con el acceso a la obtención de un crédito, que según los datos del BCRA está parado.

Las visiones surgieron de la encuesta de Expectativas de Ejecutivos socios de IDEA, realizada por la consultora D´alessio IROL en julio. Para el relevamiento fueron consultados 212 líderes de empresas. Y mostró una mejora generalizada, aunque moderada, de las proyecciones. Las que más crecieron fueron las referidas a las ventas: en octubre del año pasado el 43% de los ejecutivos, tanto del sector industrial como del de servicios, esperaba incrementos y ahora subió al 70%. De ellos, el 59% considera que aumentarán moderadamente y el 11% que lo harán en forma significativa. El resto de los indicadores de expectativas tuvo mejoras algo menores y que, de cumplirse, no ayudan a prever que las variables despeguen mucho del piso en el que se encuentran. Es el caso del empleo, la inversión y las exportaciones. Y, en general, las que muestran mayor escepticismo de cara a lo que viene son las industrias.

Así, lo que se observa es que de corto plazo las empresas creen que habrá estabilidad cambiaría, desaceleración inflacionaria y mejoras en la facturación. Pero esa confianza de corto no las lleva a proyectar inversiones o contrataciones que apunten al largo plazo. `Tiene que ver con aguardar un poco más para asegurarse y tomar decisiones`, expresó el economista Luis Secco, durante la presentación del informe.

Las únicas que cayeron fueron las exportaciones esperadas. `La verdad es que el balance comercial muestra que no hubo impacto positivo de la devaluación en las ventas externas y el ajuste fue por la caída de las importaciones; esa experiencia se mete en las respuestas`, dijo Secco. El 57% de las empresas no prevé mejoras eo las exportaciones. En octubre del 2018 sólo el 49% imaginaba algo similar.

Para la inversión, la encuesta mostró que, del total de las empresas, el 53% considera que no habrá mejoras. Si se toma sólo a las industrias, el niimero crece hasta el 57%. En cuanto a la posibilidad de que suba 1a dotación de personal, el total de la muestra arrojó que el 61% prevé que no crezca. En la industria trepa a 68%.

Secco afirmó: `Las industrias padecen un proceso de desindustrialización constante desde el 2007, que se agrava con el ajuste externo. Las proyecciones de inversión mejoran. Pero la verdad es que hoy están en un piso histórico. Si se toma su participación sobre el PBI a precios constantes, era de 21,2% en el primer trimestre del 2018 y cayó a 16,9% en el primero del 2019. A precios corrientes es el 13% del PBI y en cualquier otro país es el 25%`.

 Mientras para el total de las empresas el tema del año será lograr una reforma impositiva, para las industrias la clave pasa por la `obtención de crédito` (48% de las respuestas). Contradicciones sobre ei déficit ¦ La encuesta arrojó algunos datos contradictorios. Frente a las preguntas de qué mejoraría el desempeñó de sus negocios y la competitividad a nivel nacional, la mayoría priorizó la carga impositiva que enfrenta mes a mes y eligió a la reforma tributaria. En cambio, cuando se les pidió que mencionaran 3 temas prioritarios a mejorar, aparecieron muy bien rankeadas cuestiones relacionadas con el gasto público, como !a educación básica, la seguridad, la contención social, la infraestructura y ia salud pública. Para completar, al ser consultados sobre qué fue lo que generó la crisis actual, ei primer lugar se lo llevó el déficit fiscal, con e! 66% de las respuestas. ¡Ante un dólar quieto, el 70% de las empresas proyecta una mejora de sus ventas En el sector fabril consideran que el tema más importante es la obtención de crédito

 Publicado por BAE Negocios el 02/08/19

Los empresarios no prevén turbulencias hasta octubre y mejoran sus expectativas

Los empresarios no están esperando turbulencias”. Así se explica el optimismo que manifestaron, en medio de un proceso electoral, los consultados en la Encuesta Expectativa de Ejecutivos IDEA que D’Alessio IROL realiza periódicamente para IDEA, presentada hoy.

Según el informe, al 55% de los 212 empresarios consultados el primer semestre de este año les fue mejor que el anterior y solo el 14% considera que está peor. La perspectiva mejora a futuro: el 78% cree que próximo semestre lo encontrará en mejores condiciones ayudado por la estabilidad cambiaria, entre otros factores.

Pese al agitado momento político y económico, los hombres y mujeres de negocios anticipan un período de relativa estabilidad e incluso de mejora en la mayoría de los ítems sondeados. Tanto respecto del dólar, como de las tasas de interés y el riesgo país, los ejecutivos creen que se mantendrán estables hasta octubre o que habrá solo pequeñas oscilaciones, incluso cuando quedan por atravesar las elecciones primarias. En el caso del dólar, esa opinión es la del 83% de los consultados; en el caso de las tasas, del 60% y en el del riesgo país, del 59%.

“El andamiaje y la infraestructura que tiene el Gobierno es entendida por los empresarios como suficiente para mantener la calma al menos hasta octubre”, sostuvo el economista Luis Secco, que estuvo junto a Eduardo D’Alessio en la presentación del informe, que cubre el período mayo-octubre de 2019.

El 43% de los consultados consideró que las exportaciones aumentarán y el 46%, que se mantendrán estables. Respecto de la inversión, el 47% anticipó que aumentará dentro de su empresa y el 37%, que no se modificará. “Esto es muy bueno que suceda porque la inversión está en un piso histórico, en torno al 13,5% del PBI, cuando en el mundo se ubica alrededor del 25%. En un clima más positivo, debería reaccionar”, sostuvo Secco. La inversión estimada para 2019 como porcentaje de la facturación se ubicó en un promedio de 13%, exactamente igual que en la medición anterior, para el período noviembre-abril de 2019.

Respecto de las ventas, el 70% de los socios consultados de IDEA consideró que aumentará en los próximos 12 meses. “Esa es la madre de todas las batallas”, dijo D’Alessio. “Tiene que ver con el humor general. Cuando un empresario ve que va a vender, le genera un optimismo y un buen humor que se vuelca al resto de las cosas”, completó.

Con relación al empleo, el 39% anticipó que aumentará su dotación de personal y solo el 16% cree que se disminuirá. Según explicaron los especialistas, esto se relaciona también con una situación de “desempleo estructural” dentro de las empresas, sobre todo las de servicios: el 80% tienen puestos sin cubrir por dificultades para conseguir los perfiles que buscan.

Tanto en empresas pequeñas como grandes, el 40% de los ejecutivos consideró que aumentará su rentabilidad, mientras que el 22% anticipó que disminuirá. En comparación con las expectativas medidas en la encuesta anterior, hubo un cambio de signo: antes había una mayoría que anticipaba pérdida de rentabilidad.

Con respecto a las expectativas y tomando como referencia un índice que va de 0 (“mucho peor”) a 100 (“mucho mejor”), el promedio de la visión de los hombres de negocios fue de 70 y se ubicó entre los más altos de los últimos 11 años. Después de la frustración de 2018, los ejecutivos aprendieron la lección y moderaron las expectativas para el primer semestre de 2019 y la realidad les respondió favorablemente. Las expectativas para la primera parte de este año se ubicaron en 58 y la evaluación del período, revelada hoy, estuvo tres puntos por encima: en 61.

Demandas y preocupaciones
Los hombres y mujeres de negocios señalaron como principal factor para aumentar la competitividad del país y “tema urgente a mejorar” la reforma impositiva. “Esto tiene características de clamor -dijo D’Alessio-. Dos de cada tres empresarios dicen que no da para más este sistema de acumulación de impuestos que recae sobre el sector formal”. Los empresarios también señalaron como prioritaria la reforma laboral y la baja de inflación.

Al mismo tiempo que señalaron la presión tributaria como su principal preocupación, empresarios apuntaron al déficit fiscal como el origen fundamental de los problemas actuales de la Argentina. “¿Cómo se reconcilia esto?”, preguntaron los expertos. “¿Cómo bajar los impuestos, dar bienes públicos como justicia, educación, seguridad, que también creen que son cosas a mejorar del país y reducir al mismo tiempo el gasto? Una solución posible sería agrandar la economía, pero parece complicado”, sostuvieron.

 

Publicado por La Nación el 02/08/19

Expectativas de Ejecutivos IDEA – Junio 2017

Medición Junio 2017

Expectativas de Ejecutivos

Si bien la expansión del período no fue la esperada, se mantienen indicadores de optimismo para el segundo semestre

Principales emergentes

  • Si bien la expansión del período no fue la esperada, se mantienen indicadores de optimismo para el segundo semestre. El sector servicios evalúa mejor la situación actual y tienen mejores expectativas para el siguiente semestre que la industria.
  • La principal demanda de los empresarios para su negocio es una reforma impositiva.
  • Aunque más moderado, continua el crecimiento de ventas, inversión, exportaciones y empleo. 48% de las empresas cree que el nivel de empleo aumentará en el segundo semestre.
  • Continúa el cambio de tendencia en términos de rentabilidad. Aumenta la proporción de quienes pueden recuperar el terreno perdido.
  • Se recupera la tasa de operación, principalmente en servicios. El 67% tiene más del 70% de capacidad empleada.
  • La inversión retorna a valores histórico, con orientación hacia lo soft, principalmente en servicios.
  • Buena recepción al desarrollo de mesas por sectores. Los efectos percibidos son de mediano plazo, debido a la diversidad de factores a modificar para su aplicación.
  • Expectativas positivas sobre el resultado de los viajes del presidente. Vuelco hacia un sistema de integración mundial más allá del regional.
  • La transparencia toma cuerpo entre los aciertos del gobierno, mientras que el sistema de prueba y error así como la estrategia de comunicación se encuentran entre los aspectos más criticados.

Descargá el informe completo acá: Expectativas de Ejecutivos – Junio 2017

Optimismo récord de los empresarios

ENCUESTA EXCLUSIVA: la confianza de los hombres de negocios en la Argentina está en su pico más alto, según un informe que Vistage realizó para FORTUNA.

El efecto Davos y las medidas tomadas por Macri y Prat-Gay.

Algunas palabras parecían haber desaparecido del diccionario de los empresarios argentinos. Previsibilidad, estabilidad, certidumbre y reglas del juego claras durante mucho tiempo fueron una utopía para los hombres de negocios, incluso para aquellos que veían como, ario a ario, su facturación y rentabilidad subía muy por encima de la inflación.

Mauricio Macri y su gabinete, en especial el ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, Alfonso Prat-Gay, supieron interpretar muy bien lo que los directivos locales estaban necesitando. Varias de las medidas económicas tomadas fueron en esa dirección: devaluación, desaceleración de la emisión monetaria, libertad para importar y exportar y un único tipo de cambio. El efecto que estas decisiones macroeconómicas tendrán en los resultados de las compañías todavía es incierto y habrá que esperar, por lo menos, hasta fin de ario. Pero donde sí se ve un cambio rotundo es en las expectativas de los empresarios. El índice de Confianza Vistage, que se realiza trimestralmente a los líderes empresariales locales, midió 103 puntos, y se trata del indicador más alto desde que se comenzó a medir en el país en 2006.

A este valor sólo se había alcanzado en el tercer trimestre de 2009 y en el primero del ario siguiente. El punto más bAjo fue en el tercer trimestre de 2014, cuando la confianza estaba por el piso, en sólo 21 puntos. “Lo que se ve desde ese mes es un cambio de aire. Después de muchos años de pesimismo relacionado con la confianza en el ámbito de los negocios, ahora hay mucho optimismo. Las expectativas de confianza se adelantan a lo que después se ve en el resultado de las empresas. Antes de esos 21 puntos, las empresas se venían sobreajustando y preparándose para lo peor. Todas esperaban un estancamiento de la economía y un tremendo crecimiento de la inflación. Pero esto finalmente no pasó y las empresas ya vaticinaban que ganara quien ganase, la economía iba a comenzar un proceso de re-ordenamiento. El cambio de tendencia ya venía desde entonces, y cuando ganó Macri los empresarios volvieron a hablar y sentir el cambio hacia la certidumbre económica”, explica Alejo Canton, CEO de Vistage Argentina, la organización mundial que reúne a directivos de compañías. Y agrega: “El humor del empresariado ha cambiado más rápido que el cambio real que uno ve en la compe-titividad del país. Habrá que ver cuál es el final de la historia”.

VISIÓN 2016. Para conocer cuáles son los fundamentos del optimismo empresarial, Vistage realizó una en cuesta exclusiva para FORTUNA que estuvo centrada en conocer la visión de los directivos de las compañías sobre cómo sería 2016 en cuanto a sus inversiones, ventas, aumentos de precio, contrataciones de personal, y el tipo de cambio ideal para su empresa, entre otras preguntas. El 52% de los encuestados aseguró que este año invertirá un 20% o más que el ario anterior, y un 76% afirmó que sus ventas crecerán en unidades durante 2016 (un 35% que aumentarán hasta un 10%; un 30% que se incrementarán un 20% y un 11% que sus ventas crecerán más de un 30% en la comparación interanual). “La evolución -explica Canton- que los empresarios ven en sus ventas demuestra su enorme optimismo. Sin embargo , y sobre qué pasará con sus empleados, el 38% dice que no variará su plantel, mientras que un 35% que lo aumentará hasta un 10%. ¿Qué significa esto? Que los CEOs van a invertir pero de manera muy cuidadosa, tratando de recuperar los puntos de rentabilidad que venían perdiendo en estos últimos años”.

Respecto del tipo de cambio, el 64% está satisfecho con un dólar que oscile entre el precio actual cercano a los $ 13,50 y los $ 15; aunque un 19% asegura que su negocio necesita una devaluación que lleve el dólar a un valor de $ 17.

Otro punto clave para el empresariado argentino es el tema precios.

El Gobierno Nacional explicó que el nuevo índice del INDEC recién estaría para la segunda mitad de ario (entre julio y agosto) y los datos que utilizará serán los provenientes de las mediciones de CABA (en diciembre el aumento de precios registrado fue de un 3,9%), y el de San Luis (un alza del 6,5%). El propio Mach aseguró que la inflación de este ario estará entre un 20% y un 25%. Los empresarios no estiman lo mismo. El 57% de ellos aumentará sus precios en hasta un 30% y un 14% hasta en un 40%, mientras que menos del 20% de los directivos incrementarán los precios hasta un 20%. Además, el 70% de los ejecutivos cree que los aumentos de sueldo promedio rondarán el 30%.

PARADOJA ARGENTINA. El viento de cola en la economía mundial que acompañó a la Argentina durante tantos arios de la administración kirchnerista no sólo ha quedado en el pasado, sino que hoy hay que hablar de un viento de frente -y muy fuertesen varios aspectos-. Según la última encuesta realizada por PWC y presentada en el Foro Económico Mundial de Davos, los empresarios y directivos mundiales ven un 2016 más duro.

Como principales preocupaciones aparecen la situación geopolítica (influenciado por el tema migratorio de Europa, los atentados y los conflictos bélicos que atentan contra el crecimiento mundial); la sobre regulación; la volatilidad de las divisas; China y su PBI en decrecimiento; y el precio de las commodities, con un petróleo que ronda los u$s 30 el barril cuando hace un ario rondaba los u$s 80. “Esta situación hace que el promedio global de los empresarios respecto al crecimiento que esperan de sus organizaciones haya bajado de 39 en 2015 a 35 en 2016. Hay pesimismo”, le explica a FORTUNA Martín Barbafina, socio a cargo de mercados y comunicaciones de PWC. Y es en este punto donde la paradoja argentina aparece. “El mundo está pesimista y además Brasil viene en constante baja. En 2013 sólo el 44% estaba muy confiado en que sus ingresos aumentarían y este ario sólo un 24% en el país vecino que es nuestro principal socio comercial. A pesar de todo esto, la Argentina es el que dio el salto más grande, al pasar de 17 puntos a 42, y se ubica en el top cinco de los países más optimistas para 2016. Son 25 puntos de un año a otro y lo que es importante aclarar es que la medición la hicimos antes de conocer quién ganaría las elecciones.

Es decir que la confianza y el optimismo del empresariado argentino aumentó una vez que se confirmó la finalización del ciclo kirchnerista.

Tanto con Macri como con Scioli veían un cambio de ciclo, con nuevas oportunidades por delante y un mejor escenario en el corto, pero también en el mediano y largo plazo. Cuando se les preguntó por las perspectivas de crecimiento en el largo plazo, el grado de optimismo fue aún mayor: un 65% está muy confiado”, agrega Barbafina.

La presencia de Macri en el Foro económico de Davos, acompañado no sólo por su equipo sino también por Sergio Massa, líder del Frente Renovador, también fue muy bien recibido por el empresariado local.

“Ojalá sea el comienzo de una nueva forma de hacer política”, comentó el presidente de una automotriz. Si bien habrá que esperar para evaluar el real resultado de la visita del presidente argentino a Davos, lo cierto es que allí se reunió con mandatarios clave como el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien prometió levantar el veto que, desde 2011, le complicaba a la Argentina obtener créditos de los organismos multilaterales; con el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, y el de Israel, Benjamin Netanyahu, entre otros. Pero también se hizo espacio en su agenda para reunirse con los CEOs de Coca-Cola, Microsoft, Dow Chemical, Google, Facebook, Shell y Total, entre otras compañías.

Diego Bekerman, director general de Microsoft Argentina, dio su visión sobre la reunión entre Macri y el presidente de su compañía, Satya Nadella. “Fue la primera vez que nuestro CEO se reunió con un presidente argentino y Macri fue el único mandatario latinoamericano con quien se entrevistó en Davos.

Tenemos la meta de impulsar el desarrollo tecnológico poniendo a disposición de 10 millones de estudiantes, un millón de docentes, y cientos de miles de investigadores en todo el país, el acceso de forma gratuita a Office y Windows como herramientas de productividad y desarrollo y los servicios en la nube de la compañía. Nadella ratificó ante Macri el compromiso de Microsoft con el crecimiento del país a través de Argentina Avanza, nuestro plan integral de impacto e innovación, que apoya el desarrollo inclusivo de los jóvenes, la educación y la generación de empleo a través de la adquisición de habilidades tecnológicas, el fomento del emprendedorismo y el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas”. Por su parte, Francisco Do Pico, director de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Coca-Cola Argentina, agrega que “el encuentro entre Mauricio Macri y nuestro CEO, Muhtar Kent, refleja la importancia que tiene el país para nuestra compañía. La Argentina es excepcional para Coca-Cola ya que es un proveedor clave de jugos concentrados para toda nuestra cadena de valor global. A ello debemos agregarle obviamente la importancia y el dinamismo del mercado interno, donde somos líderes en la categoría de bebidas sin alcohol. La inversión anunciada de u$s 1.000 millones se concretará en los próximos cuatro años y será destinada al desarrollo de infraestructura de operación y distribución (nueva planta embotelladora, nuevos centros de distribución, nuevas líneas de producción para productos nuevos, modernos equipos de frío, inversiones en marketing) así como también a iniciativas ambientales y de promoción de la actividad física”.

“Todo esto que pasó en Davos -concluye Canton, de Vistage- impacta de lleno en la confianza y el buen humor de los empresarios, pero todo esto ahora se debe capitalizar en inversiones genuinas. El riesgo que tiene el Gobierno es que todas estas expectativas que se están generando no terminen capitalizándose. El próximo índice de confianza seguirá dando muy bien. Habrá que ver qué pasa en el del último trimestre de 2016, con un año completo de gestión donde más allá de expectativas, habrá hechos, realidades y números que serán las que determinen la confianza hacia Macri”. En ese mismo camino opina Barbafina, de PWC: “La ida de Macri a Davos vuelve a abrirle las puertas del mundo a la Argentina. Es el inicio de comenzar a sembrar, aunque no se sabe cuándo se cosechará. La línea económica de Macri es pro-mercado.

Esperamos una confirmación de la tendencia en el optimismo empresarial argentino, pero todo dependerá de cómo se muevan ciertos temas de nuestra vida diaria. Veremos qué pasa en un año”.

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NOTICIAS ALENTADORAS PARA LAS CORPORACIONES

POR PABLO TIGANI*

Comienza 2016, que asegura grandes cambios y oportunidades para el gran empresariado corporativo, ya casi todas las medidas solicitadas han sido puestas en marcha: eliminación de retenciones, devaluación competitiva, desaceleración de la tasa de expansión monetaria, libertad para importar, normalización del INDEC dentro de ocho meses, etcétera.
¿Qué implica esto? Desde el punto de vista político, se observa un Gobierno decidido a ejercer el poder de un modo imperativo con marchas y contramarchas para no perder el escaso caudal político propio del PRO (que realizó una coalición electoral y no una coalición de gobierno).
Desde el punto de vista de la política económica, desentona el gradualismo en cuestiones como la reducción del déficit fiscal o la modificación de las tarifas de los servicios públicos, con la intrepidez que mostró el Banco Central duplicando las tasas de interés, dando un giro virulento con respecto a la política monetaria.
En otro orden de cosas, el Presidente comenzó su gestión designando un gabinete compuesto por los gerentes y directivos preferidos de las revistas de negocios, con un claro objetivo, convertir a la Argentina en un país “pro mercado”. Macri asume un enorme activo, tras doce años de un modelo orientado al consumo interno, intervenciones del Estado, con bajísimo endeudamiento público y privado. Más allá del futuro shock de confianza, que aun no se advierte, el desafío que tiene por delante el gobierno es, a partir de marzo-abril cuando deberá demostrar su real capacidad para ejercer el poder, es obvio que el Gobierno enfrentara limitaciones en términos de gobernabilidad.
Mantener la aprobación social, no es un reto menor.

* PHD (C) Y MASTER EN POLÍTICA ECONÓMICA INTERNACIONAL

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UNA MENTE OPTIMISTA

POR DR. HORACIO VOMMARO*

En un momento de cambio no hay que olvidar que una característica importante del factor humano es su sensibilidad a los mismos.
Es algo subjetivo.
Cuando se realiza una encuesta y el resultado genera una actitud optimista (o pesimista), se está hablando a un nivel emocional.
Y, lo emocional es precisamente una respuesta subjetiva que tiene su correlato con la actividad cerebral.
Las emociones guían aspectos importantes de nuestra conducta y la toma de decisiones es un proceso que depende de áreas cerebrales involucradas en el control de las emociones.
Existen dos zonas del cerebro, conocidas como circunvolución frontal inferior derecha e izquierda que son las que controlan, al menos parcialmente, los sentimientos de optimismo y pesimismo.
El giro frontal izquierdo procesa la información con un sesgo positivo, mientras que el lado derecho puede llegar ver el futuro “con malos ojos”.
Estudios neurocientíficos comprobaron que cuando predomina el área izquierda se tiende a tener reaccionas más emocionales mientras que cuando actúan ambas áreas en conjunto se tiende a respuestas más lógicas.
En este marco, al momento de tomar decisiones el optimismo es una emoción que activa el sistema simpático que predispone a tomar una conducta más activa, pero cuando se toman decisiones se activan regiones cerebrales vinculadas al cálculo y por lo tanto invitan a no apresurarse en la toma de las mismas. Optimismo, en este sentido, no quiere decir que siempre haya que actuar. Las crisis pueden llevar a activar mecanismos creativos e innovadores pero, como pregona el dicho, “un buen remero tiene que saber cuándo levantar los remos”. En algunos casos quedarse quieto, que no es lo mismo que paralizado, es lo aconsejable.

* DIRECTOR DE PSIQUIATRÍA DE INEBA

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EXPECTATIVAS DE CAMBIO

POR EDUARDO D’ALESSIO*

El “cambio de humor” en el mundo empresario ya se empezaba a percibir en los meses previos a las elecciones, y sin dudas se ha visto reforzado tras las mismas. En el Coloquio de IDEA, cuando realizamos nuestra última encuesta de perspectivas entre los ejecutivos participantes, ya se percibía un clima de recuperación de expectativas: Los empresarios preveían un nivel de mejora que no se notaba desde 2013 Yendo a las bases concretas de este optimismo, aun cuando no esperaban un incremento en la rentabilidad, sí vislumbraban una modificación en las variables que interfieren en las posibilidades de crecimiento y desarrollo como la eliminación de los impuestos distorsivos, la clarificación de las reglas de juego, una política fiscal pro inversión, las posibilidades de financiación a largo plazo y la renegociación con los acreedores externos.
Evidentemente los empresarios deducían que, cualquiera fuera el resultado de las elecciones, estos factores serían revisados y las principales preocupaciones del ambiente empresarial se irían resolviendo a partir de la formación de la política del nuevo gobierno. Por esta razón, sin haber hecho todavía una nueva medición, es probable que los niveles de optimismo mostrados en el foro se mantengan o superen.

* PRESIDENTE DE D’ALESSIO IROL

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NUEVO ROL EMPRESARIO

POR DARTE SIGA*

En los últimos años los empresarios han sido protagonistas del fuerte deterioro de la economía, producto de los grandes desequilibrios de la macro, un tipo de cambio irreal, el cepo y una inflación que disparaba sus costos en dólares. A este escenario se añadía el aumento de su estructura de costos por una infraestructura deficiente y una burocracia indolente que impactaba en los números. Para los líderes de las compañías la causa era sencilla: la gestión anterior careció en los últimos años de una estrategia productiva integral y sobre todo careció de una política industrial; y se contentó con administrar los desequilibrios de corto plazo. Hace poco más de un mes comenzó otra etapa. El nuevo gobierno anunció nuevas medidas, dio inicio a un nuevo régimen de política económica y un modelo donde los mercados funcionan normalmente y el Estado define políticas igualando la cancha para todos. En ese contexto, si bien las correcciones impactarán en la economía durante la primera mitad del año, hay grandes posibilidades de que, con una economía menos intervenida, con reglas de juego claras y más integradas al mundo, la actividad recobre impulso a partir de la segunda mitad del año.
En esta instancia, las decisiones de inversión serán las protagonistas para motorizar la economía, orientadas a infraestructura, servicios, telecomunicaciones, logística y construcción. Aquí el rol del empresariado argentino es clave, asumiendo que las reglas de juego ya no serán un obstáculo pero tampoco habrá ventajas impares.

* DIRECTOR DE ABECEB

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MARCAS CON NUEVOS VÍNCULOS

POR MÁXIMO RAINUZZO *

in duda hay y habrá Oun cambio de clima para las marcas a partir de las definiciones que se están tomando dentro de la macro y microeconomía. Este cambio de aire nos debería permitir pensar a mediano y largo plazo (un desafío para los argentinos) y en este rumbo es donde el protagonismo de las marcas empieza a cobrar un rol fundamental en la construcción de valor para las compañías. En la actualidad, los activos más importantes que tiene una empresa son los mal llamados “intangibles'”, considerando estos el capital humano y la/las marcas. Cuando digo mal llamados hago referencia a la paradoja que justamente estos dos “activos” son los más tangibles que tiene una empresa para el crecimiento y el desarrollo de su valor futuro. En estudios realizados por nuestra consultora a nivel mundial, el porcentaje que significan estos dos activos dentro del valor de una compañía es de aproximadamente un 56%. 0 sea, ¿qué más tangible que este dato, no? Ante la irrupción de las nuevas tecnologías y nuevas generaciones de consumidores más informados, más exigentes y con nuevos hábitos de compra, el éxito de una empresa está ligado con el correcto posicionamiento de su marca. Y esta labor de construcción de marca, de diferenciación, debe surgir de la alta dirección e impregnar a toda la empresa. Durante mucho tiempo hemos estado más preocupados por nuestros productos o servicios que por el consumidor. Nos ha costado reconocer que el cliente está en el centro y que nuestra marca, junto a otras muchas, participa de mayor o menor grado en su experiencia de compra. Es hora de crear nuevo vínculos, basados en una clara promesa de marca que sea fácilmente comprobable y verificable por parte de los consumidores. Siendo más transparentes, más cercanos, más simples.

* PRESIDENTE DE INTERBRAND CONO SUR

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ATENCION. Las primeras medidas económicas de Macri potenciaron la confianza en los empresarios. Su presencia en Davos cayó muy bien a los directivos locales.

OPTIMISMO. Con previsibilidad, los CEOs estarían listos para mirar el mediano plazo y salir del laberinto de los últimos años.

FIN. La confianza de los empresarios argentinos creció cuando se confirmó el fin del ciclo kirchnerista.

REUNIONES. En su paso por Davos, Macri se juntó con varios CEOs. Algunos de ellos prometieron inversiones, como Carlos Ghosn, de Renault Nissan; Muhtar Kent, de Coca-Cola, y Andrew Liveris, de The Dow Chemical Company.

AL MANDO. La política pro-mercado de Macri también se ve en la designación de CEOs en puestos claves: Aranguren (ex Shell), en Energía; Mario Quintana (ex Farmacity) y Gustavo Lopetegui (ex LAN) como coordinadores del gabinete económico; e Isela Costantini (ex GM), en Aerolíneas Argentinas.

PROMESA. El ministro Pray-Gay espera una inflación anual de hasta el 25% durante este año.

CONSENSO. Para demostrar normalidad ante el mundo, Macri participó del Foro Económico de Davos junto a Sergio Massa, líder del Frente Renovador.

Los grandes empresarios esperan crecer en el próximo semestre

Coloquio de Idea en Mar del Plata. Prevén más ventas al mercado interno, por las políticas de apoyo al consumo. Piden menos impuestos y aliento a la inversión.

El cambio de ciclo político atado a las elecciones presidenciales les levantó el ánimo a los empresarios, que por primera vez desde 2012 esperan con claridad que el próximo semestre sea mejor, o mucho mejor, que el año que termina.

Así se desprende de la encuesta de expectativas de ejecutivos que cada año presenta en el Foro de Idea la consultora D’Alessio, que señala que existe “una clara tendencia positiva para el próximo semestre con una mejoría de la situación de las empresas y recuperación de expectativas” que abarca al 76 por ciento de los encuestados.

Hilando un poco más fino, esa mejora reposaría _según el centenar y medio de hombres de negocios consultados_ sobre todo en una mejora de ventas en el mercado interno, algo que espera más de la mitad de los encuestados.

Este escenario positivo y de expectativas renovadas no es casual. Según Dante Sica, director de la consultora Abeceb, la batería de medidas proconsumo dispuestas por el gobierno durante este año ayudó a generar este fenómeno: “Mejorar las expectativas fue un claro objetivo del Ejecutivo con una inyección al consumo, a través de la tranquilidad que trajo el swap con China, al aumento de las transferencias sociales y al atraso cambiario que redundó en una mejora de los salarios”, dijo.

Tanto Sica como D’Alessio atribuyen el cambio de humor al recambio político, en el sentido de que existe una sensación generalizada entre los empresarios de que, gane quien gane, “habrá cambios”, y que esos cambios (correcciones del tipo de cambio y de la política fiscal, entre otros) no van a diferir demasiado con uno u otro candidato sentado al mando de la Casa Rosada.

“No hay atajos ni magia. Todos saben que una medida sola no alcanza, y los diagnósticos son bastantes compartidos respecto a lo que hay que hacer”, afirmó el consultor, para quien ayuda el hecho de que la transición económica entre el gobierno saliente y el entrante “es la mejor desde la restauración de la democracia”.

Sin embargo, esta mejora de ventas esperada no va a traducirse en un incremento de la rentabilidad: “Este es un tema que viene preocupando, aunque si bien las ganancias seguirán en caída esta tendencia se atempera”, dijo D’Alessio.

Empleo e inversiones. La mejora esperada en las ventas no afectará el nivel de empleo registrado privado, que seguirá en niveles actuales sin incorporaciones ni bajas.

Sin grandes mejoras en la inversión prevista por los empresarios (que rondará el 11 por ciento del total de las ventas), las firmas esperan mejorar su desempeño a través de factores internos, como la diversificación de productos y servicios ofrecidos, nuevas alianzas comerciales, baja de los costos y reingeniería interna para optimizar procesos.

“Veremos sobre todo inversiones blandas no relacionadas ni con equipos ni con ampliaciones, de alguna forma se busca estirar al máximo el equipo productivo”, agregó D’Alessio, quien señaló que si bien creció un poco la brecha entre capacidad y utilización, por la retracción de ventas, “igualmente el 68 por ciento de las empresas trabaja con al menos el 70 por ciento de la capacidad instalada”.

Respecto a lo que esperan que cambie para que mejore el nivel de inversión privada, los empresarios mencionaron “la eliminación de impuestos distorsivos, la clarificación de las reglas de juego y una política fiscal pro-inversión” como los elementos más importantes para mejorar el clima de negocios del país.

También señalaron que la inversión pública debe centrarse sin duda en mejora y ampliación de la infraestructura, en áreas como la energía (electricidad y gas), rutas, ferrocarriles y puertos.

Devaluación. Si bien la encuesta no pregunta de manera explícita sobre expectativas devaluatorias, tanto D’Alessio como Sica retomaron el tema durante su presentación.

Por un lado, si el grueso del empresariado espera mejoras gracias a mayores ventas en el mercado interno, eso significa que la devaluación no es esperada como el milagro económico que los salvará.

Existe otra cuestión: aunque mejore el tipo de cambio (algo que ambos analistas descontaron que va a ocurrir), el comercio global no es demasiado esperanzador. “Los dólares ya no vendrán por cuenta corriente, sino por endeudamiento externo e inversiones”, explicó Sica.

Para el director de Abeceb, la mejora vendrá por “una devaluación fiscal” y no una del tipo de cambio: “La devaluación de Kicillof de enero 2014 demostró que una medida así tomada de forma aislada no sirve para nada, y los candidatos lo tienen muy claro”.

Massa prometió reducir la presión tributaria

El candidato a presidente Sergio Massa, del frente UNA, tuvo ayer por la tarde su media hora de “reflexiones” frente a los empresarios que participan del 51 coloquio de Idea, ante quienes expuso su plan económico con eje en la baja de la inflación, la disminución de la presión fiscal, un plan de créditos hipotecarios para construir 1,2 millones de viviendas y un “cambio cultural” para pasar de una lógica asistencialista a otra basada “en la cultura del trabajo”.

El actual diputado llegó acompañado de su equipo económico con Roberto Lavagna a la cabeza, y aprovechó el estrado para confirmar que Carlos Garetto (Coninagro) será su ministro de Agricultura (usó esa categoría) en caso de ganar las elecciones.

Al igual que Scioli un día antes, explicó que el camino a tomar es el del crecimiento, “no el del ajuste o la devaluación, datos pendulares de la historia económica argentina”.

En ese punto, destacó que de acceder a la Casa Rosada creará un consejo económico y social donde se reunirán empresarios, trabajadores y el Estado, “para seguir metas de corto plazo y establecer políticas de desarrollo”.

En materia agropecuaria, dijo que se reducirá la presión tributaria a través de la eliminación de las retenciones al trigo, al maíz y al girasol, y de la compensación por flete para las economías regionales.

Respecto a la presión impositiva en general, aseguró que debe reducirse en un 30 por ciento. “El crecimiento de la presión tributaria ha quitado competitividad aún a sectores que lo eran, es una obligación rediscutir la matriz tributaria”, dijo.

A nivel de política para el empleo, explicó que se generarán medidas para el primer empleo, ya que “cada trabajador que se incorpore que venga de un programa social seguirá cobrando el plan, mientras que al empleador se le reducirá la carga impositiva”.

También prometió una inversión en infraestructura de 22 mil millones de dólares el primer año de gobierno, que llegaría a los 45 mil millones el cuarto año, con la idea de crecer al 4 por ciento anual.

El 57% de empresas tiene problemas para importar

24/10/2014
Ambito Financiero – Pág. 6

Por: Pablo Jiménez y Diego González

Juan José Aranguren, presidente de Shell, fue ayer uno de los expositores -muy crítico- en el Coloquio. Mar del Plata – “En los últimos años era habitual cruzarse en los pasillos del Coloquio y escuchar que algunos empresarios tenían problemas para importar, pero hoy ya la pregunta no es si tienen inconvenientes, sino cuántos dólares te deben”, reflexionó Luis Secco, el economista que este año hizo el análisis de la tradicional encuesta de expectativas empresarias realizada por D’Alessio IROL para IDEA.Es que según el sondeo, el 57% de las empresas declaró tener problemas para importar insumos clave para el funcionamiento de su empresa y el 49% dijo haber padecido el efecto del cierre de importaciones en los productos finales de sus compañías. Es sin dudas, el impacto de la restricción a las importaciones uno de los puntos centrales en la preocupación de los empresarios.El dato explica que economistas como Orlando Ferreres o el mismo Secco actualizaran sus estimaciones y ya calculen en más de u$s 6.000 millones la deuda del Banco Central con importadores, saldo que se aceleró luego del 30 de julio cuando el juez neoyorquino Thomas Griesa empujó a la Argentina hacia un default parcial. Desde ese momento, la conducción de la autoridad monetaria decidió imponer mayores restricciones para el acceso de dólares principalmente para los importadores y que muchas empresas tuvieran que recurrir al “contado con liqui” (pese a que no hubo ninguna medida formal por parte del Gobierno) para hacer frente a las importaciones.Sorprendió un minúsculo porcentaje (2%) que dijo que el cierre de las importaciones lo favoreció. “Esto se explica porque inclusive algunos importadores se beneficiaron luego de que algunas multinacionales se retiraran del país por los inconvenientes que hay y, pese a no pasar por el mejor momento, de golpe incrementaron su cartera de clientes”, evaluó un importante empresario de servicios a Ámbito.com.ExpectativasLas perspectivas sobre la evolución de la economía para la primera mitad de 2015 son negativas. El 31% de los empresarios consideró que la situación estará mucho peor que en la actualidad y otro 34% observa que será moderadamente peor; si se suman ambos valores resulta que un 65% de los hombres de negocios no ve un escenario positivo para los próximos doce meses.Si bien este porcentaje mermó en relación con la medición del semestre anterior donde el global marcó un 71%, es la primera vez en los últimos años que una perspectiva negativa se mantiene durante dos semestres consecutivos.

El estudio de D’Alessio IROL explica que la inflexión que comenzó a mostrarse a partir de la crisis de la deuda -posdecisión de Griesa-, continúa presente en el segundo semestre y “tiñe” las expectativas para el próximo.En una mirada hacia la última década, ese 31% de perspectiva negativa sobre la economía se iguala a la arrojada durante la crisis de 2009.Ventas y rentabilidadAl desglosarse, la baja de las expectativas generales se ve en las diversas áreas de las empresas, como exportaciones, inversión y empleo, pero donde se grafica más crudamente es en la perspectiva de ventas para el próximo año. El 42% de las compañías creen que venderán menos que este año y otro 40% aspira solamente a mantener las operaciones como en la actualidad. Según Secco, “los empresarios, a diferencia de otros momentos de crisis, no ven al mercado interno como motor de reactivación”.

Otro dato que muestra que ya no es el consumo interno el vaso de agua en el desierto, es que las estrategias están puestas en mejorar los factores internos, especialmente los costos y procesos.Relacionado al punto anterior, otro dato relevante es que pese a que la expectativa de inversión viene declinando, muchos de los pesos sobrantes por el impedimento a repatriar dividendos y la falta de acceso a compra de divisas, casi por obligación, van directamente a la inversión en nuevas tecnologías y la adquisición de servicios.Además, los empresarios esperan una caída en la rentabilidad de sus negocios. Para el 52% de los consultados disminuirá y sólo un 20% cree que mejorará. El dato cobra relevancia teniendo en cuenta que en un año un 11% más de empresarios empeoró sus perspectivas sobre la rentabilidad.Teniendo en cuenta estos números, un factor central es cómo recuperar la competitividad del país. A diferencia de otros años, cuando el tema central era la reforma impositiva, este año ven a la mejora en la educación (67%) como el gran motor de cambio. Otro dato relevante relacionado con la competitividad es el pedido de resguardo a la propiedad privada que aumentó en los últimos tres meses del 20% al 51% y la necesidad de un acuerdo con organismos internacionales de crédito que se elevó del 14% al 46%. Según Secco, en estas respuestas repercutió la negociación con los buitres y las sanciones de la Ley de Abastecimiento y del nuevo Código Civil.

* Enviados especiales

Ejecutivos no ven recuperación, pero tampoco una mayor caída

23/10/2014   Coloquio de Idea en Mar del Plata.

En la encuesta de Expectativas sobrevuela la posibilidad de un arreglo con los holdouts.

Por Walter Giannoni (Enviado especial)

“Me las arreglo con lo que tengo, pero no me pidan que genere empleo”. Eso parecen decir los ejecutivos de empresas frente a la situación de la economía. Esta es la principal conclusión de la encuesta Expectativa de Ejecutivos que, desde hace 20 anios, la consultora D’Alessio IROL presenta en el marco del Coloquio de Idea. Eduardo D’Alessio, responsable del estudio, indicó que la inflexión en materia de expectativas surgida durante la crisis de deuda, continuó en el segundo semestre, pero apareció un moderado optimismo en torno a la posibilidad de alcanzar un acuerdo con los holdouts a partir de enero.

El relevamiento fue efectuado de modo on line en octubre pasado a 165 ejecutivos de empresas asociadas a IDEA. Entre sus principales conclusiones marca: La retracción de ventas se evidencia en la disminución de la capacidad empleada. La caída en las perspectivas se ve reflejada en los principales aspectos de la empresa. Se mantiene el desequilibrio entre precios y costos y el proceso de descenso de rentabilidad. Las empresas apuestan a la mejora de factores internos, más que a ganar nuevos mercados dentro del país o a exportar. El 70 por ciento de las industrias trabaja al borde de su capacidad instalada, pero la inversión se mantiene en el 10 por ciento de la facturación cuando en el mejor momento (2010) llegó al 13.

Los ejecutivos demandan una revisión impositiva (en particular sobre el impuesto a las Ganancias) y la revisión de la polémica Ley de Abastecimiento. Salarios, retención de talentos y obtención de créditos siguen en el primer lugar de los desafíos. La provisión de insumos importados, por el cepo al dólar, es otra de las grandes preocupaciones, impactando en la mitad de las empresas. El economista Luis López Secco, al comentar el estudio, puntualizó que los resultados indican que los ejecutivos descuentan que habrá un acuerdo con los acreedores externos, lo que explica que no haya un mayor pesimismo en las opiniones.