Eduardo D’Alessio en C5N – ¿Qué aprueba y desaprueba la gente?

Eduardo D’Alessio presentó los resultado del informe sobre la evaluación de aciertos y errores de las principales medidas del Gobierno de Mauricio Macri en C5N.

La presente información pertenece al Tracking de Humor Social, que D’Alessio IROL efectúa en forma continua. Forma parte de la evaluación de los primeros 60 días de la presidencia de Mauricio Macri.

PYMES, CUESTA ARRIBA

 Viejos desafíos en un nuevo escenario

Responsables del 70% del empleo, las pequeñas y medianas empresas enfrentan dificultades para financiarse y altas cargas impositivas; cómo ven las políticas de la gestión macrista Texto Lujan Scarpinelli | Ilustración Vicente Martí a marcha sobre el plano inclinado es ardua.
El viento de la inflación que eleva los costos achica la rentabilidad sigue soplando contra las pymes. La mochila impositiva vuelve el paso cada vez más pesado, y los consumidores, que trepan a la par, van perdiendo el aliento por el recorte de su poder adquisitivo. El 95% de las firmas en la Argentina son pequeñas y medianas empresas. Según datos de la Secretaría Pyme de la Nación (Sepyme), el 70% del empleo depende del sector: unas 600.000 firmas emplean a alrededor de 6,5 millones de trabajadores. Las cifras explican por qué el segmento se ha convertido en una pieza clave para reactivar la creación de empleo privado, estancado en los últimos cuatro años. El objetivo enfrenta un escenario cargado de contratiempos; algunos están relacionados con las complicaciones de la macroeconomía, y otros tantos son parte del propio repertorio de las pymes. Entre las preocupaciones más recientes entre los industriales, por caso, se inscribe la eliminación del sistema de declaraciones juradas anticipadas de importaciones (DJAIS), impuestas durante el tórchnerismo y objetadas por la Organización Mundial del Comercio, que trababan el ingreso de productos foráneos al país. Aunque para muchos significó un alivio, buena parte del empresariado pyme encendió alarmas, atemorizado ante la posibilidad de una invasión de bienes importados que hasta el momento no ocurrió y que, según la palabra de los funcionarios, no ocurrirá. A esto se suman problemas de más larga data que saturan el aire en la atmósfera pyme. El financiamiento, la presión fiscal y el recorte de la rentabilidad -reclaman en las cámaras y en las compañíasrequieren atención urgente. No pronostican un año fácil. Pero aun cuando existen dudas hacia adelante, las expectativas mejoraron respecto del pasado ante la promesa oficial de previsibilidad y reglas claras. El diálogo con el Gobierno está abierto y la sensación en este período, que todavía se enuncia como de transición, es de tregua. El interés por preservar el empleo y traccionar el crecimiento mientras se encauza la economía es mutuo. Las pymes argentinas pertenecen en su mayoría al sector de servicios; en segundo lugar, al de comercio, y luego, al de la industria. En el mapa, los puntos geográficos de mayor concentración son la ciudad de Buenos Aires y el territorio bonaerense, aunque se cuentan de a miles de Norte a Sur, en todas las provincias. De esta enorme masa de firmas, sólo un puñado vende sus productos al exterior, realidad que, según Mariano Mayer, secretario de Emprendedores y Pymes de la Nación, se propone cambiar. La baja participación de las empresas en las exportaciones, dicen en la Cámara de Exportadores (CERA), es consecuencia de la falta de competitividad y el desconocimiento de cómo insertarse en un mercado ajeno. Las “pimex”, en general, tienen como principal destino a América latina. La lista de pendientes imprescindibles para subir la cuesta -e incluso transitar exitosamente por caminos llanos- también abarca la profesionalización. En la Sepyme, dependiente del Ministerio de Producción, y en la academia, lo consideran un proceso ineludible para que las empresas puedan fijarse horizontes que trasciendan a sus fundadores.

Las pymes, con viejos desafíos en un nuevo escenario Posicionadas como un sector vital en el empleo, afrontan la escasez de créditos y la necesidad de la profesionalización Viene de tapa La agenda de la nueva gestión tiene tres prioridades: la formación de los recursos humanos en una nueva cultura relacionada con la economía del conocimiento; la innovación productiva, que consiste en la implementación de soluciones a problemas cotidianos con la colaboración de una red de consultores, y la asociatividad o colaboración regional y sectorial. “Estamos trabajando en un paquete de medidas para las pymes, codo a codo con las cámaras, la AFIP y la Comisión Nacional de Valores, sobre la base de los reclamos que escuchamos. En general, coinciden en las cargas impositivas, administrativas y de financiamiento”, detalla Mayer. La idea de fondo, amplía, es “impulsar una mayor densidad empresarial y generar empleo genuino a partir de las pymes, incrementando su productividady competitividad a través de la mejora del marco regulatorio”. Osvaldo Cornide, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), esboza un diagnóstico: las pymes, dice, están en una situación tal de deterioro de su rentabilidad que “prácticamente no tienen resto para resistir otro año recesivo”. El control de la inflación demorará, y el traslado a precios, aseguran, es obligadamente moderado ante la baja del consumo. Aun desde ese punto de partida Hernán Etiennot, director de la célula Pyme de la IAE Business School, destaca cierto optimismo: “Se espera un año un poco mejor; hay expectativas entre un alto porcentaje de pymes de mejorar su performance. Habrá una coyuntura de inflación, pero con reglas un poco más claras -saber por ejemplo que los insumos no van a quedar en la Aduana-, las pymes estarán más tranquilas”. Pero los pequeños empresarios ambicionan soluciones a problemas que se han vuelto estructurales. Entre ellos, el tema recurrente del financiamiento, que se refleja en la estadística: sólo tres de cada diez pymes obtienen créditos en los bancos. En un intento de aliviar al sector, el Banco Central prorrogó en enero una disposición vigente desde 2012 que obliga a los bancos que tengan más de 1% de los depósitos privados del sistema a destinar a préstamos para inversión productiva un porcentaje que elevó de 7 a 14% de esos depósitos, aunque encareció su costo promedio, al llevarlo a 22% anual. El monto de la línea para minipymes fue estimado en $ 110.000 millones. Se trata de un aliciente útil, pero insuficiente, según reconocen desde el propio Gobierno. El problema viene de larga data, dice Cornide. “La mayoría de las pymes sigue sin acceder al crédito bancario, problema que lleva décadas y que el sistema financiero no supo resolver; las empresas se financian a tasas inviables.” Un alivio podría encontrarse al atacar otro de los puntos críticos. “Si el Gobierno avanza en una reducción de la presión fiscal -evalúa-, seguramente habrá más pymes que puedan acceder al crédito.” Ambas son metas en el plan de la Sepyme. Según ArielAguilar,queconducela Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero (CIMA), es una variable que influye en la competitividad. “Es fundamental tener tasas diferenciales para créditos y para el descuento de cheques. Descontar a 27% o tomar créditos para capital de trabajo con tasas mayores a 30% no ayuda a la competitividad pyme”, dice. En algunos rubros, la cadena de pagos se empieza a resentir y complica la situación financiera de las empresas. Alberto Sellara, presidente de la cámara del calzado, advierte que “los plazos de cobro se han extendido a más de 60 días y hay un porcentaje de devolución de cheques”. Más allá de los bancos, existen distintos instrumentos para la financiación de pymes en la Bolsa de Comercio, donde en 2015 más de 14.000 firmasobtuvieronUS$ 5000millonesa través de distintos vehículos: cheques de pago diferido, fideicomisos financieros y obligaciones negociables. Hay, además, un panel de acciones con tres pymes. La propuesta es una alternativa en crecimiento, aunque muchos todavía creen que la bolsa es para grandes y entendidos. Como el crédito, la carga impositiva están entre las grandes preocupaciones. Sumados, los tributos de las distintas jurisdicciones se comen una tajada importante del negocio. Los costos empresarios hablan de un récord histórico: en el conjunto de la economía, el peso de la carga se incrementó 100% entre 2002 y 2015, al pasar del 18,3% del PBI al 36,6%, precisa un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

El impuesto alas ganancias y el IVA en el plano nacional, e Ingresos Brutos en el provincial, son los más significativos. Además, los empleadores destacan el impacto de las cargas sociales. “Esa presión nos quita competitividad”, señala Matías Furió, presidente de la cámara que agrupa a fabricantes de juguetes, un sector de extracto eminentemente pyme. Ante el ahogo, Aguilar pide una “reforma impositiva” que segmente las cargas teniendo en cuenta variables como la cantidad de empleos e inversión. En lo inmediato, dice, una rebaja en las cargas sociales podría ayudar al sector que se acerca a paritarias con baja de ventas y subas de precios de los insumos. Para Etiennot, “el costo de contratación laboral desarbitra al mercado”. Un mercado que no atraviesa un momento auspicioso. La Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo que releva los principales centros urbanos del país muestra caídas y estancamiento en la evolución del empleo desde 2012 en empresas de entre 10 y200 empleados. Además, el porcentaje de informalidad es alto. La estimación de trabajadores no registrados vade 30 a 50% en los peores diagnósticos. Sin embargo, comenta Etiennot, “las grandes empresas están ejerciendo presión a sus proveedores”, desarrollando los eslabones de su cadena de valor. Derogadas las DJAI, el Gobierno estableció el Sistema Integral de Monitoreo de Importación con licencias no automáticas. Se aplica, por caso, en el rubro textil, dice Jorge Sorabilia, presidente de la Fundación ProTejer. “La medida es un paso para preservar el trabajo, aunque es contradictoria la aprobación de DJAI durante un período, que si permite ingresar grandes stocks perjudicará a las empresas y por lo tanto al empleo”, explica Sorabilia, conciliador, pero con un signo de interrogación a futuro. Bajo control oficial, los productos de afuera llegarán al país. Habrá Barbies, Hot Weels y juguetes a control remoto mezclados con baldecitos nacionales, dice Furió: “Un 50% del mercado es importado. Con los supermercados mantuvimos un acuerdo para que en las góndolas haya 50% de productos locales. Creemos que este año crecerá 15% el empleo”. De igual modo, ingresarán zapatos importados. La condición para que no haya perjuicios, dijo Sellaro al Gobierno, es un límite de 20 millones de pares al año (los made in Argentina son 125 millones). El compromiso para 2017 es buscar clientes externos. La previsión oficial indica que 2016 será un año de tibio crecimientoy el consumo, según economistas, caerá por tercer año consecutivo. Mala noticia para las pymes abocadas al mercado interno: la mayoría. Las exportadoras son apenas 6000 pymes con alta rotación, detalla Ricardo Rozemberg, director del observatorio pyme de la Cámara de Exportadores. En los últimos años, la tendencia de las ventas fue en declive. “Las pymes, que venden de forma diferenciada y no se rigen por precios internacionales -analiza-, sufrieron más la pérdida de competitividad por el atraso del tipo de cambio.” La inflación, la baja previsibilidad y la escasez de crédito redujeron las oportunidades. Enumeradas las necesidades de las pymes, Etiennot agrega un condicionante sin el cual aun el mejor entorno es insuficiente: la profesionalización. Es decir, el proceso que permite “que las pymes sean empresas y no mueran cuando muere el dueño”.

La Nacion - 02

 

Un nuevo desafío

Cambio es la palabra de este año electoral. Para las más de 600.000 pequeñas y medianas compañías que hacen al grueso de la matriz empresarial argentina, cambio es el pan de cada día. Acostumbradas a tener que adaptarse a una de las coyunturas más demandantes del mundo, según una investigación realizada por The Economist, la PyME argentina es hoy una de los activos de la economía local. Así también lo graficaron los programas de los tres precandidatos presidenciales que acudieron al 51° Coloquio de IDEA, celebrado al cierre de esta edición en su ya tradicional sede de Mar del Plata. Todos remarcaron que, en un eventual gobierno propio, la PyME será uno de los principales frentes a activar para volver a insertar la economía argentina en el mundo. Razón no le falta: el sector es uno de los que más sufre el círculo vicioso que generó el intento fallido de regular la economía a través de controles al comercio exterior, restricción de acceso a las divisas y la pérdida de talento calificado. Sin embargo, al mismo tiempo, se trata de un segmento que hace de la resi-
liencia una marca registrada. La tradicional encuesta que realiza la consultoraD’Alessio IROL para Idea Pyme reveló que un 51 por ciento de las PyMEs consultadas tuvo resultados positivos en el primer semestre (en 2014, había sido un 48 por ciento). Un 45 por ciento de las compañías logró superar los resultados del año pasado. En lo que va de 2015, las PyMEs también lograron hacerse atractivas para los bancos. Aprovecharon los préstamos a tasa subsidiada del 18 por ciento anual vigentes para hacer inversiones de mediano y largo plazo. Mientras, las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) se convierten más y más en una herramienta
de valor. El stock de financiamiento al sector crecerá en torno a un 30 por ciento en 2015 estiman los expertos. Parte de la razón radica en las proyecciones que hace un 30 por ciento de los empresarios, en cuanto espera una mejora de la situación económica hacia fin de año; en 2014, a esta altura, solo lo hacía un 24 por ciento. Una de las oportunidades radica en ampliar su inclusión en la cadena de valor de las grandes organizaciones. Solo el 25 por ciento de las pequeñas y medianas empresas pertenecen a la cadena de valor de una gran compañía, según revelan los datos de D’Alessio IROL. Otro potencial se presenta en el sector de servicios e innovación, donde la rentabilidad, siempre según los datos duros, anticipa incrementar su tendencia positiva.
En el lado B de las expectativas para el futuro inmediato, las PyMEs sitúan la presión impositiva, el nivel de inversión y el mantenimiento de la demanda interna en primer lugar. Mientras, el mercado coincide en que el próximo año marcará un antes y un después para la realidad PyME local. Es por eso que decidimos orientar el foco de este reporte anual de El Cronista en las herramientas que guían en este momento de cambio. La meta, la de siempre: aportar para encarar mejor lo que viene. Hasta el próximo número.

*Podés conocer la visión de los empresarios PyME en: http://goo.gl/qYStW1

“Hay un claro cambio de tendencia”

El ánimo de los empresarios está este semestre mejor que el anterior. Según la encuesta que la consultora D’Alessio Irol elabora para IDEA, 76% de los consultados se inclina por augurar un mejoramiento económico o el mantenimiento de la situación actual. Hay un claro cambio de tendencia, dado que en la medición anterior primaban las respuestas negativas. En lo que respecta a exportaciones, ventas e inversión, que habían mostrado valores negativos, ahora las expectativas para los próximos 12 meses son de una reversión.

El dato
Leve repunte del salario real del sector privado

El salario real del sector privado creció 1,4% (interanual) en agosto (último dato disponible). Esta evolución no sería preocupante si durante 2014 el poder de compra de los trabajadores no hubiera caído, en promedio, 4,7% anual. Los datos surgen del informe semestral de la consultora Ecolatina. Así, si se compara el actual salario real contra el existente en agosto de 2013, se ve una contracción del orden del 2,8%. A su vez, la evolución de corto plazo del salario real no fue homogénea entre el sector privado y el público. Este último fue el que menos aumentos recibió durante buena parte de la última década, pero desde hace más de dos años que viene mostrando los mayores incrementos. De hecho, el año pasado el sector privado formal sufrió una contracción mayor al 5%.

El plan urgente: cuáles son las medidas económicas que piden los empresarios

No fue un Coloquio más. El on the record le ganó al off. El récord de más de 1000 asistentes se complementó con algo que no se dio en los últimos 10 años. El futuro presidente de la Argentina participó de la reunión más importante del establishment local que, como todos los años le cambió la cara a Mar del Plata, esta vez en una fría primavera.
La apuesta es ahora para la edición 52.

Quizá una anécdota ilustre el cambio de humor de los asistentes y de los organizadores del Coloquio. María Eugenia Estenssoro hablaba sobre el ego de los empresarios. Aludió entonces a Juan José Aranguren, el ex presidente de Shell que durante años se enfrentó al Gobierno. “Ahora lo escuchamos y lo idolatramos. Pero lo traemos ahora, en el fin de ciclo. Antes estuvo solo”, dijo. Los tiempos han cambiado.

Después del domingo 25 empezará la cuenta regresiva para la organización del próximo Coloquio, pero también para romper la racha que impuso Néstor Kirchner, en la que ni el presidente ni su ministro de Economía asistían. De hecho, el único que no respetó la consigna del frente kirchnerista fue Daniel Scioli, quien, en su rol de gobernador, fue una figura protagónica en las aperturas.

El plan de gobierno que los empresarios tienen en la cabeza recorre varios ejes bien marcados. Desde el punto de vista económico, el foco está en convertir las expectativas en realidad. La última encuesta realizada por D’Alessio Irol entre 178 ejecutivos prevé para 2016 un crecimiento de las ventas, las exportaciones y la inversión, pero no habrá una fuerte creación de empleo. Cansados de estar en busca del punto de rentabilidad perdido, quieren tener un rol más protagónico desde el 11 de diciembre.

Sin embargo, lejos están de no ofrecer la “fórmula” para Silvina Batakis si gana Scioli o para Rogelio Frigerio o Adolfo Prat-Gay, en un eventual mandato de Mauricio Macri. A continuación las prioridades que marcan los hombres de negocios. Promocionar las inversiones. Para ello sostienen que es clave eliminar impuestos distorsivos, clarificar las reglas de juego y sobre todo, encarar una reforma impositiva. Juan Llach, director del Programa de Gobierno del IAE, habló del asunto. “Es necesario devolver a las provincias su poder tributario, ya que genera más inseguridad alimentaria y aumento de la pobreza”, dijo. Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural, también fue asertivo: “Las economías regionales se mueren por la enorme presión impositiva”, resumió.

Cambiar el perfil del Estado. El peso del aparato público, que duplicó su tamaño respecto del PBI en los últimos 12 años, fue otro eje. No sólo por lo que significa desde el punto de vista de vista del gasto público, sino también por la vocación reguladora. De hecho, el jueves a la mañana, en el primer piso del Hotel Sheraton una mesa convocaba a representantes de Coca-Cola, Mondelez, Arcor y Molinos. Hablaban sobre una regulación que ese día se había publicado en el Boletín Oficial. A partir del viernes, debían someter toda la publicidad que emitieran a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para que sea aprobada. La burocracia crece. “Necesitamos un Estado fuerte y ágil, pero no omnipresente. Un Estado que tenga los recursos para llevar adelante sus funciones, pero que no ahogue ni pretenda reemplazar a la actividad privada”, resumió Ignacio Stegmann, titular de 3M y presidente del Coloquio.

Recuperar las reservas. A nadie le escapa el tema de los activos que quedarán en el Banco Central el 10 de diciembre. El candidato por el Frente para la Victoria, Daniel Scioli, fue el primero en hablar de ellos. “No va a haber problemas por falta de dólares”, dijo. En las mesas no eran pocos los que desconfiaban de la frase asertiva del gobernador. “Los dólares para la industria son clave y por ello las reservas deben ser la prioridad”, dijo Isela Costantini, presidente de Adefa (entidad que agrupa a las terminales automotrices) y de General Motors.

Hernán Lacunza, economista de Cambiemos y ex gerente general del Banco Ciudad, no dejó dudas sobre la importancia: “Las reservas son el equivalente a un cheque sin fondos. Llevan la firma pero no tienen respaldo”. Y Rogelio Frigerio, uno de los hombres que más escucha Macri en materia económica, contó en un almuerzo que los valores actuales de reservas líquidas están en US$ 4500 millones. “Menos de la mitad de las que tenía Kirchner cuando asumió”, remarcó.

Resolver la inflación. “Miguel Kiguel, economista de Econviews, contaba en su presentación que las inflaciones de alrededor de 30% son las más difíciles de bajar. “La inflación debe ser incorporada a la agenda y resuelta por el mal que genera”, sostuvo Cristiano Rattazzi, titular de Fiat Chrysler Automóviles (FCA). ¿Cuáles son las recetas de las que hablan? El objetivo de los directivos, en este caso, pasa por arrancar con metas a cumplir, algo que históricamente ocurría. Controlar el gasto público de manera de recuperar el superávit fiscal perdido y avanzar en una transformación del Indec que le devuelva el brillo que alguna vez supo tener. Aquí no hay ansiedades. Nadie espera soluciones mágicas y rápidas sino que, en principio, se conforman con sincerar los números y con un plan para que el ritmo del alza de los precios se reduzca en un par de años.

Atraer los dólares que están fuera del sistema. Un mecanismo que ya esbozó Miguel Bein, una de las espadas económicas de Daniel Scioli, es que captar los dólares de los ahorristas que están fuera del sistema es un mecanismo posible si hay un cambio de expectativas. En una primera etapa, con plazos fijos que ofrezcan tasas atractivas en dólares se puede llamar la atención del ahorrista conservador. El blanqueo hoy vigente figura como una alternativa a evaluar, aunque con otras formas, para que se sume más dinero a las alicaídas reservas.

Jugar en equipo y no con una figura monopólica. Paradójicamente la jornada inicial con líderes deportivos fue en IDEA una muestra mucho más política que de color. Pasar del talento individual al logro colectivo, sintetiza la intervención de Marcelo Lofreda. “Estamos preparados para situaciones extremas y resolver cuestiones de urgencia”, resumió, cual ministro de Economía, quien fue director técnico de los Pumas. Desde su experiencia en el hockey, la “leona” Vanina Oneto jugó con otra figura: “Hay que dejar los egos de lado”.

Aranguren se refirió a este tema en uno de los paneles de la mañana del viernes. “Hay que volver a lo que el papa Francisco llama cultura del encuentro, donde el diálogo sea la base del desarrollo a futuro”.

Generar condiciones para el empleo. Desde el inicio mismo del Coloquio, la creación de empleo privado fue uno de los ejes. “La creación de puestos de trabajo está estancada desde hace varios años. Si queremos crecer y progresar es clave crear empleo genuino, que contribuye al desarrollo humano y social y dignifica a la persona”, graficó Javier Goñi, presidente de Alpargatas y del Coloquio.

El presidente de una empresa de mercado masivo contaba que se hacen malabares para mantener la plantilla de empleados. “No damos más con la cantidad de regulaciones y trabas que generan mucho desperdicio de energías. Cuando eso despeje, las empresas cansadas de permanecer sin crecer, van a salir al mercado. El mundo laboral lo va a notar enseguida”, se sinceró.

El panorama actual no es de expansión de planteles. “Si el próximo gobierno hace las cosas que debe hacer, se va a notar la mejora en el segundo semestre de 2016”, dijo el presidente de una firma de servicios.

Prepararse para el largo plazo en un país de corto. Los empresarios siempre esquivaron las definiciones sobre coyuntura, pero tal vez en este Coloquio se notó, como nunca, la necesidad de mirar más allá de la vuelta de la esquina. Quizá sea el inicio de un nuevo ciclo; quizá el avance de la tecnología y los desafíos que provoca. Lo cierto es que la mirada larga se impuso. “Estamos viviendo cambios tecnológicos muy acelerados que tienen consecuencias muy fuertes en el mundo del trabajo. Puede haber una relación directa entre crecimiento y empleo”, asumió el emprendedor del sector tecnológico Santiago Bilinkis.

Hay trabajos actuales que van a desaparecer en el futuro (telemarketers, traductores) y otros que cambiarán significativamente. ¿Cómo no sucumbir? La clave la dio Jorge Colina, economista de Idesa. “No hay que competir contra la digitalización y la robotización, sino que hay que competir junto con ellas”. Las nuevas habilidades suman la inteligencia científica, la creativa y la social, pero hay que colaborar para que el escenario acompañe.

Volver al refugio de la ley. Por más básico que suene, ocho de cada 10 argentinos creen que el país vive al margen de la ley y se autodefinen como transgresores o desobedientes, según un sondeo divulgado por el director regional para América latina y el Caribe del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, Daniel Zovatto.

Terminar con la caja mágica. “La inflación, la inestabilidad política, los drásticos cambios de rumbo, los controles para corregir lo incorregible como son el gasto público y la presión tributaria récord, son parte de las desmesuras de la Argentina -asumió Llach-. Tenemos una cajita mágica de impuestos nuevos y no coparticipados y otros distorsivos que financia el centralismo fiscal, político y metropolitano y sostiene el retraso del interior”, sintetizó.

Recuperar las economías regionales. El tema del debate que hubo en un ciclo organizado por LA NACION también es parte del plan económico de los empresarios. Ven que el desarrollo de las producciones locales es clave para dinamizar el consumo y mantener el federalismo. El economista Eduardo Levy Yeyati habló del tema en una colorida presentación. “Las economías regionales no se salvan con una devaluación, salvo que sea del 500 por ciento”. La solución es integral, y según dicen, debe discutirse en el próximo gobierno.

Arreglar con los holdouts. “Las deudas hay que pagarlas. Si el mundo cree que estás en default, estás en default”, advirtió Rattazzi.

Y así pasó IDEA. Si bien nadie quiere imponer planes ni medidas, al menos se debate. Y quien quiera escuchar, que escuche.

En coloquio de IDEA, empresarios llaman a la unidad para lograr la inclusión social

Reclamaron una revisión del sistema impositivo y reglas claras para los negocios en los primeros cien días del próximo gobierno.

Empresarios que participan del Coloquio de IDEA en Mar del Plata enviaron señales de confianza hacia la nueva gestión presidencial, con el objetivo de crear un clima de inversiones que permita reactivar el crecimiento económico y la generación de nuevos empleos. Para lograr la meta, los dueños de empresas prometieron trabajar en la unidad del sector privado y ser parte de las soluciones, aunque reclamaron una revisión del sistema impositivo y reglas claras para los negocios.

Según la mirada de los empresarios, la próxima administración nacional contará con un período de gracias de al menos dos meses y hasta cien días para “tomar medidas que permitan volver a crecer, apoyado en la estructura sólida” que generó el período inicial del kirchnerismo. “Soy optimista porque hay una base muy sólida para crecer y los empresarios no vamos a pedir milagros sino sostener esas expectativas con el diálogo”, afirmó el presidente de la UIA, Adrán Kaufmann a BAE Negocios.

El jefe de los industriales prometió que el sector privado trabajará en la “unidad” del empresariado y adelantó que buscarán anteponer las propuestas a los reclamos: “Queremos ser parte de las soluciones y dejar de ser el problema”. Aunque gran parte de los hombres de negocios que colmaron el Sheraton Hotel marplatense advirtieron que para volver a tener rentabilidad deberán cambiar parámetros impositivos.

Una encuesta realizada a poco menos de 200 ejecutivos asociados a IDEA reveló que “cambio de tendencia respecto a los semestres anteriores” sobre el “crecimiento de las ventas, las exportaciones y la inversión, con mantenimiento del nivel de empleo” para el próximo año, de modo independiente a quien gane las elecciones del próximo domingo 25.
Pero los empresarios reclamaron a los candidatos que pasaron en las tres jornadas que insume el tradicional coloquio la “eliminación de impuestos distorsivos, clarificación de las reglas del juego y reforma impositiva”.

“Si bien la financiación de largo plazo y la renegociación con los acreedores mantienen altos valores entre las menciones, hay tres factores que preocupan predominantemente a los empresarios: la eliminación de impuestos distorsivos, la clarificación de reglas del juego y la formulación de una política fiscal pro inversión”, señaló la encuesta on line que realizó la consultora D’Alessio Irol.

Sucede que la próxima administración nacional tendrá sortear, durante mencionado período de confianza, problemáticas de la microeconomía aunque también deberá dar muestras de fortaleza hacia el mundo. El futuro del Mercosur, el avance del TPP y la crisis en Brasil fue parte de las conversaciones más habituales en las grises jornadas marplatenses.

El anuncio de la continuidad del equipo económico de Daniel Scioli en una eventual administración nacional llevó alivio entre empresarios aunque generó alarma entre otros. Sucede que la figura de Silvina Batakis dejó sin sorpresas el escenario para los negocios. Sin embargo, otras fuentes consultadas recordaron que bajo su administración provincial se multiplicó la carga impositiva para sectores productivos.

Postergan la elección en Fonac

Sin consenso, las diez entidades que componen el Foro de Negocios Argentina China (Fonac) decidieron postergar por 15 días la elección del presidente del comité. En una reunión sin defi niciones y con cruces por la representación argentina, los empresarios dejaron en stand by el voto para buscar consenso y evitar divisiones en un ámbito que recién se hará efectivo el año próximo.

En el Palacio San Martín, el ejecutivo del Grupo Techint David Uriburu, el titular de la Cámara de Comercio Argentina China, Carlos Spadone, y el representante del IPCVA, Mario Ravettino, expusieron sus ambiciones de presidir el Fonac. Sin embargo, la UIA y el ofi cialista Spadone competirán mano a mano en dos semanas.

Expectativas favorables

La sociedad en general, y los empresarios en particular, miran con optimismo la gestión que se iniciará el 10 de diciembre, a la que se le exige más diálogo y consenso.

Las encuestas de expectativas sobre la gestión que se iniciará el 10 de diciembre próximo tienen un resultado en común, que es la esperanza de un cambio positivo.

La sociedad espera que las transformaciones que se anuncian atiendan sus tres preocupaciones centrales: la inseguridad –ligada en parte al avance del narcotráfico–, el empleo y la inflación. Los hombres de negocios también se suman a la ola positiva, como lo indica la encuesta realizada por D’Alessio Irol para el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea), que reúne a las compañías más importantes del país y que producen el 40 por ciento del producto interno bruto (PIB).

El sondeo –difundido en el marco del 51° Coloquio de la entidad, que se desarrolló en Mar del Plata– muestra un crecimiento de las expectativas favorables sobre la situación del país en el próximo semestre de casi 10 puntos porcentuales respecto de seis meses atrás.

El cambio de tendencia es evidente en relación con las ventas, las exportaciones y la inversión. Esa actitud es más precavida sobre la generación de empleo, ya que se prevé que en el período octubre de este año y abril de 2016 permanezca estable. Puertas adentro, los directivos admiten que los desafíos continúan siendo un nivel adecuado de los salarios ante los reclamos gremiales y la retención de talentos en una sociedad cada vez más interrelacionada y desafiante en lo tecnológico.

Sin embargo, el pasaje del actual estancamiento al crecimiento no será fácil, debido a los grandes desafíos que tiene la macroeconomía, a partir de un abultado déficit fiscal, una inflación que se ubica entre las más altas del mundo y las escasas reservas monetarias.

Los candidatos presidenciales deben ser
sinceros, también, y explicar con claridad la enorme tarea que queda por delante. Lo contrario significará derruir enseguida el buen ánimo con que se espera el 10 de diciembre.

Otro desafío que aguarda a las futuras autoridades y a la oposición política será reconstruir el diálogo entre el Gobierno y los distintos actores de la vida argentina, sin fundamentos mesiánicos ni posiciones excluyentes.

Si bien la encuesta de Idea no reflejó ese punto, en las exposiciones y conversaciones en el Coloquio de Mar del Plata quedó en evidencia que esa actitud es uno de los fundamentos básicos que se aguarda del próximo gobierno.

Incluso con sus defectos, la Argentina es un país que recibe elogios por su estilo de vida y tolerancia intercultural e interreligiosa. Las bases de un mayor desarrollo no se pueden levantar con divisiones, falsos antagonismos y la creencia de que el que piensa distinto es un enemigo.

Estos elementos tienen la capacidad de erosionar las expectativas favorables que dominan el espíritu de la gran mayoría de los argentinos.

Los grandes empresarios esperan crecer en el próximo semestre

Coloquio de Idea en Mar del Plata. Prevén más ventas al mercado interno, por las políticas de apoyo al consumo. Piden menos impuestos y aliento a la inversión.

El cambio de ciclo político atado a las elecciones presidenciales les levantó el ánimo a los empresarios, que por primera vez desde 2012 esperan con claridad que el próximo semestre sea mejor, o mucho mejor, que el año que termina.

Así se desprende de la encuesta de expectativas de ejecutivos que cada año presenta en el Foro de Idea la consultoraD’Alessio, que señala que existe “una clara tendencia positiva para el próximo semestre con una mejoría de la situación de las empresas y recuperación de expectativas” que abarca al 76 por ciento de los encuestados.

Hilando un poco más fino, esa mejora reposaría _según el centenar y medio de hombres de negocios consultados_ sobre todo en una mejora de ventas en el mercado interno, algo que espera más de la mitad de los encuestados.

Este escenario positivo y de expectativas renovadas no es casual. Según Dante Sica, director de la consultora Abeceb, la batería de medidas proconsumo dispuestas por el gobierno durante este año ayudó a generar este fenómeno: “Mejorar las expectativas fue un claro objetivo del Ejecutivo con una inyección al consumo, a través de la tranquilidad que trajo el swap con China, al aumento de las transferencias sociales y al atraso cambiario que redundó en una mejora de los salarios”, dijo.

Tanto Sica como D’Alessio atribuyen el cambio de humor al recambio político, en el sentido de que existe una sensación generalizada entre los empresarios de que, gane quien gane, “habrá cambios”, y que esos cambios (correcciones del tipo de cambio y de la política fiscal, entre otros) no van a diferir demasiado con uno u otro candidato sentado al mando de la Casa Rosada.

“No hay atajos ni magia. Todos saben que una medida sola no alcanza, y los diagnósticos son bastantes compartidos respecto a lo que hay que hacer”, afirmó el consultor, para quien ayuda el hecho de que la transición económica entre el gobierno saliente y el entrante “es la mejor desde la restauración de la democracia”.

Sin embargo, esta mejora de ventas esperada no va a traducirse en un incremento de la rentabilidad: “Este es un tema que viene preocupando, aunque si bien las ganancias seguirán en caída esta tendencia se atempera”, dijo D’Alessio.

Empleo e inversiones. La mejora esperada en las ventas no afectará el nivel de empleo registrado privado, que seguirá en niveles actuales sin incorporaciones ni bajas.

Sin grandes mejoras en la inversión prevista por los empresarios (que rondará el 11 por ciento del total de las ventas), las firmas esperan mejorar su desempeño a través de factores internos, como la diversificación de productos y servicios ofrecidos, nuevas alianzas comerciales, baja de los costos y reingeniería interna para optimizar procesos.

“Veremos sobre todo inversiones blandas no relacionadas ni con equipos ni con ampliaciones, de alguna forma se busca estirar al máximo el equipo productivo”, agregó D’Alessio, quien señaló que si bien creció un poco la brecha entre capacidad y utilización, por la retracción de ventas, “igualmente el 68 por ciento de las empresas trabaja con al menos el 70 por ciento de la capacidad instalada”.

Respecto a lo que esperan que cambie para que mejore el nivel de inversión privada, los empresarios mencionaron “la eliminación de impuestos distorsivos, la clarificación de las reglas de juego y una política fiscal pro-inversión” como los elementos más importantes para mejorar el clima de negocios del país.

También señalaron que la inversión pública debe centrarse sin duda en mejora y ampliación de la infraestructura, en áreas como la energía (electricidad y gas), rutas, ferrocarriles y puertos.

Devaluación. Si bien la encuesta no pregunta de manera explícita sobre expectativas devaluatorias, tanto D’Alessio como Sica retomaron el tema durante su presentación.

Por un lado, si el grueso del empresariado espera mejoras gracias a mayores ventas en el mercado interno, eso significa que la devaluación no es esperada como el milagro económico que los salvará.

Existe otra cuestión: aunque mejore el tipo de cambio (algo que ambos analistas descontaron que va a ocurrir), el comercio global no es demasiado esperanzador. “Los dólares ya no vendrán por cuenta corriente, sino por endeudamiento externo e inversiones”, explicó Sica.

Para el director de Abeceb, la mejora vendrá por “una devaluación fiscal” y no una del tipo de cambio: “La devaluación de Kicillof de enero 2014 demostró que una medida así tomada de forma aislada no sirve para nada, y los candidatos lo tienen muy claro”.

Massa prometió reducir la presión tributaria

El candidato a presidente Sergio Massa, del frente UNA, tuvo ayer por la tarde su media hora de “reflexiones” frente a los empresarios que participan del 51 coloquio de Idea, ante quienes expuso su plan económico con eje en la baja de la inflación, la disminución de la presión fiscal, un plan de créditos hipotecarios para construir 1,2 millones de viviendas y un “cambio cultural” para pasar de una lógica asistencialista a otra basada “en la cultura del trabajo”.

El actual diputado llegó acompañado de su equipo económico con Roberto Lavagna a la cabeza, y aprovechó el estrado para confirmar que Carlos Garetto (Coninagro) será su ministro de Agricultura (usó esa categoría) en caso de ganar las elecciones.

Al igual que Scioli un día antes, explicó que el camino a tomar es el del crecimiento, “no el del ajuste o la devaluación, datos pendulares de la historia económica argentina”.

En ese punto, destacó que de acceder a la Casa Rosada creará un consejo económico y social donde se reunirán empresarios, trabajadores y el Estado, “para seguir metas de corto plazo y establecer políticas de desarrollo”.

En materia agropecuaria, dijo que se reducirá la presión tributaria a través de la eliminación de las retenciones al trigo, al maíz y al girasol, y de la compensación por flete para las economías regionales.

Respecto a la presión impositiva en general, aseguró que debe reducirse en un 30 por ciento. “El crecimiento de la presión tributaria ha quitado competitividad aún a sectores que lo eran, es una obligación rediscutir la matriz tributaria”, dijo.

A nivel de política para el empleo, explicó que se generarán medidas para el primer empleo, ya que “cada trabajador que se incorpore que venga de un programa social seguirá cobrando el plan, mientras que al empleador se le reducirá la carga impositiva”.

También prometió una inversión en infraestructura de 22 mil millones de dólares el primer año de gobierno, que llegaría a los 45 mil millones el cuarto año, con la idea de crecer al 4 por ciento anual.

Optimismo cauteloso entre los empresarios

51° Coloquio de IDEA

Los ejecutivos se ilusionan con la llegada de un Gobierno más receptivo para sus demandas:

Los empresarios se esperanzan con el inicio de una nueva etapa en el país. Luego de doce años de kirchnerismo, se ilusionan con la llegada de un Gobierno más receptivo para sus demandas, menos confrontativo en sus modos y más amigable con la iniciativa privada. Independientemente de quien gane, como dijo Ignacio Stegmann, presidente de IDEA y CEO de 3M (ver entrevista). Asi lo demuestra la Encuesta de Expectativa de Ejecutivos, realizada por Eduardo D’Alessio, y los diálogos que El Economista tuvo con varios referentes empresarios en el marco del encuentro que, como siempre, se realiza en Mar del Plata. Hubo récord de asistentes y patrocinantes, y el Coloquio ratificó su primacía como el principal encuentro empresarial del año del país. “Hay un optimismo cauteloso”, le dijo un referente a este medio. El optimismo se ve atemperado por los grandes desafíos económicos que deberá encarar el nuevo Gobierno desde el primer día. Por eso, el objetivo central de los candidatos presidenciales que visitaron el 51° Coloquio (vinieron Daniel Scioli, Sergio Massa, Mauricio Macri y Margarita Stolbizer) fue ofrecer previsibilidad y voluntad para corregir los desequilibrios macroeconómicos que arrastra la economía, y que se profundizaron en los últimos tiempos. Por supuesto, no todos los hombres de negocios se esperanzan con la llegada de un nuevo ciclo y creen que la situación económica tenderá a empeorar antes que mejorar. “Porque los números no cierran”, como le dijo un exportador a El Economista. También los preocupa los problemas de gobernabilidad que podrían llegar a enfrentar las nuevas autoridades en un contexto de ajuste macroeconómico, que muchos juzgan inevitable. Incluso en el caso de Scioli, quien, teóricamente, menos problemas debería tener en este frente. “¿Lo van a dejar gobernar?”, se preguntaba un hombre de negocios del sector tech. Para otros, no habrá problemas en ese frente. “En el peronismo, los que nacen como delfines, a los pocos meses se convierten en tiburones”, analizó ante este medio. El tema central del 51° Coloquio fue el empleo. Como dijo Stegmann, “hace varios años que no se crea empleo formal privado en el país”. Como todos los años, las cuestiones institucionales y las preocupaciones sociales, como el avance del narcotráfico, ocuparon un lugar estelar en el encuentro.