El teletrabajo es la punta del iceberg

El teletrabajo es la punta del iceberg

A partir de la cuarentena y el teletrabajo obligado para muchos empleados, comenzó a crecer la visión de que un buen porcentaje de ellos no necesitaría volver a la actividad presencial.

Esto a las empresas les permitiría reducir espacios y gastos fijos. Y a los colaboradores, evitar el traslado les brindaría más tiempo libre. Parecería que hemos encontrado la panacea en donde todos ganan. Sin embargo, cuando se indaga profundamente entre empresarios y empleados, no todo es tan lineal y existen varias razones para ello.

Función social del trabajo

Función social del trabajo
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El contacto vía videoconferencia y el trabajo en soledad desde una terminal hogareña corresponden a los aspectos de la acción del trabajo, pero no permiten lo que Durkheim denominaba la función social del trabajo. El  individuo en su labor cotidiana, en el transporte, en la empresa, en el restorán donde almuerza, interactúa con los diferentes niveles socioeconómicos, con distintas culturas, edades, etc. Todo lo que constituye el ser social y su interacción, y nos enriquece a nivel personal.

Identidad de la empresa

Identidad de la empresa
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Está claro que las experiencias de teletrabajo de quienes han perteneciendo a la organización y se alejan físicamente, por ejemplo por temas familiares, son razonablemente exitosas. La cultura de la organización no les es ajena.

Sin embargo, este mismo método de interacción por parte de quienes han comenzado con el trabajo a distancia sin haber pertenecido a la organización, distan de ser exitosas.

Las dificultades para fijar límites

Las dificultades para fijar límites
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La gente más proclive el teletrabajo es -en general- la más joven y justamente la que tiene un rol subordinado en la empresa y encuentra mayor dificultad para fijar sus propios límites o imponerlos a sus jefes. Los horarios y tiempos pasan de una supuesta ventaja a un permanente conflicto cotidiano.

También son los más jóvenes, normalmente, quienes tienen hijos pequeños en hábitats relativamente más acotados. La interferencia del trabajo con la vida familiar parece frecuente y tolerable en corto tiempo, pero no es sostenible en forma permanente.

¿Qué pasa con el tiempo de trabajo?

¿Qué pasa con el tiempo de trabajo?
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Cuando se trabaja en sociedad se van conociendo aspectos de la organización casi sin esfuerzo en los pasillos; se va respirando la información. El conocimiento adquirido a través de comunicados e informes es sin lugar a dudas más preciso y oportuno, pero consume un tiempo sustancialmente mayor.

Las reuniones virtuales son más lentas y complejas que las presenciales. Y, en general, más numerosas pues todos están a un click de distancia. Todo esto explica, en buena medida, dónde están las dos horas de ahorro de viaje, que no se ven en la práctica.

Cambios en las empresas y en el liderazgo requerido

Cambios en las empresas y en el liderazgo requerido
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Frente a este entramado de factores, el teletrabajo después de ser idealizado, es visto por las organizaciones como un complemento del sistema tradicional y nunca como una sustitución.

El impacto en términos de ahorro de costos tendrá sentido si el lugar físico de trabajo cotidiano se transforma en un espacio flexible, sin identidad personal. Frente a la falta de identificación física con el punto de trabajo se requiere reforzar los niveles de comunicación institucional.

Esto lleva inexorablemente a la mutación del tipo de liderazgo dentro de las organizaciones. Al ser más abstractos deberían ser, paradójicamente, más concretos. También más flexibles, transparentes y enfocados en una visión de largo plazo, que permita orientarse más a las responsabilidades que a las tareas concretas.

Deberá existir una concentración de información general que sea accesible a todos en forma simple y rápida dado disminuirán las interconexiones laterales. La voz del pasillo ya no será el elemento central de comunicación por cuanto siempre habrá un grupo que esté “perdiéndose una parte de la historia¨.

Las empresas ya planean distintos niveles de reentrenamiento de sus cuadros medios para adaptarse a algo que aparentemente llegó para quedarse. El impacto sobre los mercados será prácticamente total: es probable que nada quede ajeno.

Adicionalmente, la sociedad tendrá cambios en la percepción de las compañías de acuerdo a cómo se hayan comportado durante la crisis del COVID-19, lo que plantea desafíos actuales que no pueden desatenderse ni postergarse.

Cambiarán, finalmente, la demanda de productos y servicios, la geografía de las empresas, el transporte urbano, las viviendas, la tecnología, etc.

Por eso decimos que el teletrabajo es la punta del iceberg. El desafío para las empresas es ¿con qué trozo de ese iceberg oculto se quedarán? Riesgos y oportunidades. ¿No es acaso de lo que se trata el verdadero liderazgo?

Por Eduardo L. D’Alessio – Presidente de D’Alessio IROL

Monitor de Humor Social y Político – Julio 2019

ÚLTIMA MEDICIÓN ANTES DE LAS PASO

Por tercer mes consecutivo avanza la imagen del Gobierno y su gestión

  • La estabilidad económica de los últimos meses estaría siendo percibida por los ciudadanos, especialmente por quienes eligieron al actual Gobierno, que reducen sus críticas y afianzan su optimismo.
  • En línea con lo anterior, sigue mejorando la imagen de la gestión entre sus votantes. El electorado opositor continúa expresando su rechazo.
  • Las preocupaciones de mayor peso siguen siendo la inflación y la incertidumbre por la economía, aunque con una leve merma en julio. La inseguridad se ubica un escalón debajo, con un peso relevante. Se mantienen reclamos de justicia en casos de corrupción kirchnerista y un mejor reparto de subsidios. Sigue vigente el temor al desempleo y la dificultad para afrontar deudas. La crítica por la falta de propuestas para el crecimiento presenta su valor más bajo en el tracking.
  • Se sostiene la tendencia ascendente de las expectativas de concretar proyectos que implican gasto o inversión de dinero.
  • Los candidatos centrales de Juntos por el cambio (Vidal, Macri y Rodríguez Larreta) son los dirigentes con mayor aprobación y podrían estar consolidándose. Los principales del Frente de todos (Alberto Fernández, Kicillof y CFK)  se ubican debajo, pero cercanos a la valoración de los oficialistas. Lavagna se mantiene competitivo, con una aprobación aceptable en ambos lados de la grieta. Urtubey y Espert se encuentran lejos en el ranking de imagen, pero podrían ser interesantes para parte del electorado de Cambiemos.

Informe completo: Por tercer mes consecutivo avanza la imagen del Gobierno y su gestión – Julio 2019

La publicidad electoral impacta en los más jóvenes

La televisión continúa siendo la principal fuente de consumo de pauta política, pero las redes sociales ocupan un lugar predominante entre los jóvenes como medio de información sobre los candidatos.

El domingo 7 de julio se comenzaron a emitir los anuncios de la campaña electoral de cara a las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Según un estudio realizado para la Asociación Argentina de Publicidad por las consultoras D´Alessio Irol y Berensztein, la propaganda política presenta una tendencia a generar desagrado y hastío en la población en general, pero encuentra un nuevo público interesado entre los centennials.

En cuanto al atractivo de las publicidades electorales, existe una división entre un desagrado generalizado y aceptación pero solo de algunas piezas. Como sensación, predomina el hastío, con un 38%, siendo más notorio en los mayores de 40 años, seguido por el agotamiento (18%).

Los atributos negativos superan a los positivos, resaltando la falta de credibilidad y cercanía, la distorsión de la realidad y la ausencia de propuestas claras. Dos tercios de los encuestados consideran que los candidatos solo hacen promesas en busca de votos y casi la mitad cree que está alejada de los intereses de los ciudadanos.

Si bien se resalta un mayor escepticismo entre hombres y mayores de 40 años, se percibe una visión favorable entre la Generación Z.

La claridad del mensaje es el elemento más destacado, aunque en baja medida, seguido por la creatividad y la relevancia de la información. En este aspecto, nuevamente es el grupo más joven el que realiza mayores valoraciones, y la tendencia demuestra que a mayor edad, mayor rechazo.

En lo que respecta a la grieta, se hace presente determinando la atracción o el rechazo de las publicidades electorales, y sobre todo en la recordación y valoración de las mismas.

Medios de difusión e impacto

El informe elaborado por la AAP tiene un apartado dedicado a los medios con los que se informa la población, teniendo en cuenta que este año se destinó un 20% de los espacios de campaña a medios digitales. Sin embargo, la televisión continúa siendo la principal fuente de consumo de propaganda política.

La televisión y los diarios online son los más consumidos. La primera tiene un impacto mayor en el segmento adulto de la sociedad, mientras que los medios digitales sobresalen entre millennials, y se percibe una gran importancia de las redes sociales, especialmente entre millennials y centennials.

La mitad de los encuestados califica a la publicidad electoral como “muy invasiva”. A la inversa, millennials y centennials son más tolerantes y receptivos.

Si bien este año el espacio destinado para los partidos políticos se redujo en un 50% en lo que respecta a la emisión diaria, no se percibe una visión predominante con respecto a la notoriedad de esta modificación.

En relación a la regulación de la pauta electoral, mientras que 6 de cada 10 coinciden en el pedido por una menor duración y espacio, con mayor intensidad entre mayores de 25 años, el grupo de menor edad evidencia conformidad con la normativa actual.

Finalmente, al momento de definir el voto, 9 de cada 10 mencionan no haber sido influenciado por la publicidad política en su decisión, sin embargo, un tercio de los centennials indica que fue de utilidad. Además, el 77% de los encuestados aseguró no sentirse representado.

Informe completo: Análisis publicidad electoral – Julio 2019

Ficha técnica:

Muestra: 582 casos

Universo: Población mayor de 18 a 70 años, ambos géneros, de niveles medios.

Plaza: Nacional

Fecha: Julio 2019

Eduardo Luis D’Alessio: “La reputación no puede ir más allá que el reflejo de la realidad”

La construcción del prestigio es una meta que las Pymes comienzan a buscar para la obtención de beneficios que permita su expansión. Eduardo Luis D’Alessio, presidente de D’Alessio IROL, explica de qué se trata y como las Pymes pueden mejorarla.

Ganarse la confianza plena y convencida de la comunidad es el desafío que hoy se presenta entre las Pymes. Hallar la reputación adecuada puede ser un trampolín de beneficios que, a largo plazo, permita diferenciarse entre los competidores. Fortalecer aspectos como el cuidado al medio ambiente, el tratamiento del personal o la preocupación por los problemas sociales son claves que beneficiarán y fortalecerán la imagen de la empresa. Con el objetivo de conocer qué significa para las empresas, cómo pueden las pymes fortalecerlas y la actualidad en Argentina, Multitaskers conversó con Eduardo Luis D’Alessio, presidente de la consultora D’Alessio IROL, con más de 30 años de trayectoria profesional en el tema.

¿Qué tan importante es la reputación corporativa?

El concepto de reputación fue instalándose en el vocabulario empresario, partiendo de los países avanzados, en donde la mayor parte de las compañías cotizan en el mercado bursátil. Allí se descubrió hace tiempo que la cotización de las empresas, elemento fundamental de evaluación del management, depende de factores que exceden lo que arrojen los estados contables. O sea, la reputación influye en las perspectivas económicas de una firma, en tanto el público se inclina a adquirir acciones de empresas que demuestren un buen comportamiento social.

¿Cómo se genera?

Influye el tratamiento que se da al propio personal, el cuidado del medio ambiente, el respeto por las comunidades donde se actúa y la sensibilidad hacia los problemas sociales son elementos que toman relevancia, especialmente entre los sectores más jóvenes de la población.

¿Qué beneficios trae?

Los beneficios de cuidar la actuación en estos aspectos incluyen ahorros económicos (gracias a la mejora de los procesos y la buena relación con la cadena de valor), mayor cantidad de ventas gracias a una apreciación positiva por parte de los consumidores y una atenuación del daño ante una potencial crisis. Hay que saber que muchos años de buen manejo de la reputación pueden verse derrumbados en un solo día por una contingencia (accidente laboral, conflicto sindical, fallas en productos, etc.). La rápida reacción para subsanar los problemas y su inmediata incidencia minimizan, y muchas veces neutralizan, el daño. Por eso las empresas trabajan preventivamente, generando un comité de crisis que prevé los potenciales incidentes, para tener previstas rápidas soluciones que permitan arribar a una situación reparadora -si no superadora- de lo acontecido.

¿De qué manera una pyme puede fortalecer su reputación?

La reputación no puede ir más allá que el reflejo de la realidad. Entonces, para que una pyme tenga buena reputación tiene que observar los mismos elementos con empresa grande, esto es, productos de calidad, buen servicio de posventa, excelente tratamiento de su capital humano, remuneraciones acordes con el mercado y cuidado del medio ambiente y de la comunidad a la cual pertenece. Pero además de ser correctos, los empresarios deben demostrarlo, para lo cual es importante que publiciten las actividades que desarrollan y muestren los logros concretos de su compañía. La comunicación vacía no sirve, porque en la actualidad las mentiras quedan rápidamente expuestas. Pero tampoco es útil actuar sin que nadie se entere. El apego a la verdad es indispensable por cuanto nadie puede ir más allá que la opinión que vierten sus propios empleados. Por eso, se debe mantener la coherencia en todas las acciones. Se deben generar programas con una meta clara y que involucren a todos los sectores de la compañía. Y cuando las acciones definidas se llevan a cabo, hay que comunicarlas efectivamente.

¿Qué incidencia tiene las redes sociales y los comentarios de los usuarios en la reputación?

Las redes sociales han abierto una ventana de democratización, cuyos resultados finales no podemos predecir hasta donde llegarán. Hay empresas que aún se preguntan si deben o no estar presentes en las redes sociales. La respuesta es que ya están en las redes, les guste o no. Ya están porque sus empleados, sus vecinos, sus clientes y hasta sus competidores se encuentran opinando sobre ellas, independientemente de si tienen o no una fan page. Hoy ya no hay dudas del impacto de las redes.

Las empresas tienen una mala imagen ¿Cómo incide esto en la reputación corporativa?

Es probable que el empresario tenga problemas de imagen como institución dentro de la sociedad argentina, más que las empresas propiamente dichas. Este es un fenómeno cultural que llevará mucho tiempo corregir, a partir de hacer las cosas bien y mostrar a la comunidad que las empresas dan trabajo, generan crecimiento ofrecen excelentes productos a precios razonables.

¿Qué rubros se destacan en Argentina por su buena reputación? ¿Por qué?

Hay en particular rubros profesionales que son muy valorados por la sociedad, como los educadores o los médicos. Los mismos contagian su buena reputación a las instituciones que los albergan, así los establecimientos educativos privados en todos sus niveles y las instituciones médicas de prestaciones de primer nivel se encuentran entre las firmas de alta reputación. También se destacan las empresas de consumo masivo, que han demostrado constancia y presencia en cada uno de los factores que ya hemos mencionado.

¿Qué daña más a una reputación ¿una denuncia de corrupción o quejas reiteradas de los usuarios?

Es una pregunta de difícil respuesta ya que ambos factores generan daños, pero sobre distintos flancos de la compañía. En firmas que son proveedoras del Estado o de grandes empresas, las denuncias de corrupción impactan más fuertemente que en las de consumo. Las quejas reiteradas de los usuarios van produciendo daño con el tiempo y generan dificultades, pero todavía no existe un análisis de largo plazo en profundidad sobre este particular. Las empresas de servicio son naturalmente la que más se encuentran expuestas, en general en todo el mundo, a la queja reiterada de sus usuarios.

¿Qué pasó en estos últimos 9 meses con el consumo?

Se continúa evidenciando retracción en el consumo en los primeros cinco meses de 2019 con respecto al año pasado.

La siguiente información pertenece a la medición de mayo del Monitor de Humor Político y Social que realiza mensualmente en forma online D’Alessio IROL y Berensztein a 700 encuestados.

PRINCIPALES CONCLUSIONES

  • Si bien se observa una tendencia a la baja generalizada en el consumo, la única excepción sería Internet, manteniendo un promedio similar al de 2018.
  • Los votantes kirchneristas serían los que más manifiestan haber restringido sus consumos.
  • La reducción del consumo evidencia su peso en ciertos rubros o productos por nivel socioeconómico, como Netflix (25% en el medio alto, 32% en medio y 40% en medio bajo) e Internet (28% en el medio alto, 32% en medio y 45% en medio bajo), sin mostrar diferencias en otros, como taxis e indumentaria.
  • Los medicamentos no fueron abandonados, pero sí están en disminución, en especial en el nivel socioeconómico medio bajo.
  • La misma proporción de argentinos disminuyó e incrementó algún producto de alimentos y bebidas. La diferencia: disminuyeron 12 y aumentaron solo 5.
  • La sustitución de primeras marcas ya se convirtió en un hábito de los argentinos.

Informe completo: Qué pasó en estos últimos 9 meses con el consumo

Este trabajo se realizó con Resultados24© | Respuestas en 24 hs. Velocidad con el respaldo de la experiencia de más de 30 años en investigación de mercado de D´Alessio IROL.

Encuesta llamativa: Venezuela rompe la grieta entre los votantes K y los de Cambiemos

Una consultora midió la opinión de los argentinos según sus preferencias políticas. El sistema democrático, el régimen de Maduro y la intervención del Gobierno.

 Un tamiz internacional parece haber logrado lo (casi) imposible: que se rompa al menos parte de la grieta entre los votantes de Cambiemos y del kirchnerismo. El milagro político lo logró Venezuela, el país con las reservas de petróleo más importantes del mundo y una crisis humanitaria sin precedentes. Con matices en los porcentajes y en los modos, tanto los seguidores de Mauricio Macri como los de Cristina Kirchner se muestran lejanos al régimen de Nicolás Maduro.

La conclusión sale de un trabajo de la consultora D’Alessio-IROL / Berensztein, que viene midiendo sistemáticamente la gestión del Gobierno nacional, a las principales figuras oficialistas y de la oposición, y que suele intercalar trabajos por temas de coyuntura como el venezolano. En esta oportunidad, a fines de enero hizo un relevamiento de 800 casos a nivel nacional.

La encuesta partió de una consulta básica y de final previsible: el 93% de los argentinos (encuestados) consideró que la “democracia es mejor que el autoritarismo”. Pero con el 7% restante, el que optó por un modelo totalitario, la consultora hizo un segundo recorte y preguntó si prefería un gobierno “como el de Cuba o Venezuela”. Allí, sólo un 7% eligió esta opción: ninguno entre los votantes de Cambiemos y 17% entre los K. Es decir, ni siquiera los kirchneristas que prefieren un régimen autoritario ven como buena opción la variante venezolana. Maduro lo hizo.

Otro punto que parece ahondar las diferencias entre el discurso político de los dirigentes kirchneristas y sus seguidores se vincula a la actitud que debe adoptar la Argentina. “Cree que la posición del Gobierno de Macri frente a la crisis de Venezuela debe ser…”, es el disparador y pone las opciones “intervenir” / “no intervenir”. Los resultados revelan pocas diferencias entre los votantes de ambos polos de la grieta: un 71% de los macristas pide intervención, contra un 60% de los K.

Los matices aparecen, claro, en el tipo de intervención que sugiere cada grupo. Hay cuatro variantes con resultados diversos:

– “Reclamar por vías diplomáticas el respeto por los derechos humanos”, la eligen el 68% de los votantes de Cambiemos y el 19% de los K.

– “Promover un efectivo diálogo político entre chavistas y la oposición”: 33% votantes Cambiemos, 50% votantes K.

– “Requerir de forma activa a Maduro que libere a los presos políticos”: 57% votantes de Cambiemos, 8% votantes K.

– “Activar las acciones de la OEA que finalmente separen a Venezuela de esta Organización de Estados Americanos”: 41% votantes de Cambiemos, 5% votantes K.

Sobre el final, volviendo a la Argentina, también se ven coincidencias generales sobre el “logro más importante de ese período de democracia” en el país. Las principales opciones elegidas por ambos votantes es “erradicación de los golpes militares” (46% entre los macristas, 61% los K) y “libertad de expresión” (35% los macristas y 20% los K)

Publicado por Clarín el 04/02/2019

El Gobierno apunta a la corrupción pero a la sociedad le preocupa más la economía

Inflación, dudas sobre el futuro, aumento de tarifas y presión fiscal alimentan el malhumor social. La oposición no lo capitaliza pero la imagen de Macri baja al nivel de la de Cristina

El persistente malhumor social por la realidad económica que atraviesa el país abre un gran interrogante sobre el resultado de las próximas elecciones generales. Mientras el Gobierno centra su discurso en la agenda de la corrupción y la seguridad, las mayores preocupaciones de los argentinos giran en torno a la inflación, el incremento de las tarifas y la incertidumbre por un presente que observan negativo y un futuro que, para la mayoría, no se presenta venturoso.

Así lo revela la última entrega del Monitor del Humor Social, que elabora D’Alessio Irol/Berensztein en exclusiva para El Cronista. El estudio, realizado el mes pasado a 1132 adultos en todo el país, muestra que mientras casi la totalidad de quienes optaron por el kirchnerismo en el ballottage presidencial de 2015 reprueban la gestión de Cambiemos, solo uno de cada dos de los que votaron por Macri en aquella ocasión le dan el visto bueno.

Así, si bien los dirigentes oficialistas siguen exhibiendo la mejor imagen, la adhesión al jefe de Estado se redujo a tal punto que se acercó al nivel de la senadora Cristina Kirchner. Hoy posee 37% de imagen positiva y 58% de negativa (el máximo de la serie que se inició en septiembre de 2016), contra 35% y 61%, respectivamente, de la ex mandataria.

“Cristina continúa achicando su diferencia histórica con Macri en cuestión de imagen”, señala el consultor Eduardo D’Alessio, aunque refleja que “los referentes de Cambiemos mantienen prácticamente sin cambios los valores de los últimos meses” y advierte que “Roberto Lavagna sigue representando cierto imaginario de aceptación más allá de la grieta”.

Según fue publicado hoy en el Boletín Oficial, ahora también se hará a través de plataformas de pago digitales con el fin de complementar la red de pagos actual por sistema bancario. Cómo funciona.

El trabajo revela que mientras dos de cada tres electores kirchneristas mantiene su adhesión a la ex jefa de Estado casi sin alteraciones, el electorado oficialista no es ajeno a las preocupaciones que dominan la agenda y, si bien no alimenta alternativas a la administración actual, adhiere en que las cuentas pendientes de la gestión radican, fundamentalmente, en cuestiones económicas. Así, unos y otros creen que bajar la pobreza y mejorar la situación económica del país, entre otros, son temas que el debía haber modificado y no lo hizo.

“Indudablemente la economía sigue siendo un tema muy dominante en las preferencias de los ciudadanos”, dice el analista Sergio Berensztein, quien remarca que “esto, al comienzo del año electoral, evidentemente genera un obstáculo para el Gobierno que está tratando de imponer otras cuestiones en la discusión, fundamentalmente temas vinculados a la corrupción, a la inseguridad y cuestiones que lo muestran activo en áreas no económicas”.

En esa línea, D’Alessio agrega que “seguridad y corrupción, lo que parecen ser los ejes de campaña de Cambiemos, está en las preocupaciones de la población bastante por debajo de inflación y tarifas, posición tácita de la oposición”.

“Esto no quiere decir que Cambiemos no logre consolidar su base de electores, donde efectivamente todavía tiene bastante influencia”, aclara Berensztein, pero añade que “la gran incógnita es qué pasa en un eventual ballottage si Macri no logra el umbral que requiere la Constitución para resolver la cuestión de la sucesión presidencial en primera vuelta (40% de sufragios con 10% de diferencia sobre el segundo o 45% de votos)”.

“No obstante, es evidente que la oposición sigue sin poder capitalizar el desgaste del Gobierno, donde todavía aparece, sobre todo en la constelación del peronismo moderado, la ausencia de dirigentes con competitividad electoral y efectivamente capacidad de liderar ese espacio. Esta es una tendencia que si, entrado el año electoral no cambia, puede indicar que esta elección va a terminar también muy polarizada”, concluye.

Publicado en El Cronista el 04/02/2019

La corrupción, otra vez como uno de los ejes de campaña de Cambiemos

El Decreto de Necesidad y Urgencia que habilita la extinción de dominio fue el puntapié inicial de la estrategia del oficialismo. Qué piensan los argentinos sobre el trabajo de Macri.

En diciembre de 2015, en su primer y breve discurso de apenas 29 minutos ante la Asamblea Legislativa, el flamante presidente Mauricio Macri prometió la unión de los argentinos, “sacar el enfrentamiento del centro de la escena” y uno de los tramos más aplaudidos fue cuando se refirió a la lucha contra la corrupción: “Voy a ser implacable con aquellos que, de cualquier partido, sean propios o ajenos, dejen de cumplir lo que señala la ley. No habrá tolerancia con esas prácticas abusivas, no hay principio ideológico que pueda justificarlas. Los bienes de la Argentina son para todos los argentinos y no para el uso incorrecto de los funcionarios”.

En enero de 2019, el gobierno de Cambiemos se encuentra en “modo electoral” y se pone nuevamente a la ofensiva en cuestiones vinculadas a la corrupción, reinstalando el tema en la agenda pública. En efecto, junto con el miedo al retorno de CFK y la lucha contra la inseguridad, la corrupción es el tercer issue o eje discursivo del oficialismo. Esto explica la polémica sanción del DNU sobre la extinción de dominio, pero más allá del debate acerca de la utilización correcta o incorrecta de los DNU, lo que se pone de manifiesto es la intención de que la campaña gire sobre temas no económicos, talón de Aquiles de la coalición gobernante.

 ¿Dónde se encuentra Argentina en el mapa de la corrupción mundial?

El Índice de Percepción de la Corrupción 2017 (IPC), de Transparency International, mide la percepción de la corrupción en el sector público, empleando una escala de cero a 100, en la cual cero equivale a muy corrupto y 100 a muy transparente. En un ránking de 180 países, este año los primeros puestos fueron para Nueva Zelanda (89 puntos) y Dinamarca (88). En los últimos puestos se ubicaron Siria, Sudán del Sur y Somalia con puntuaciones de 14, 12 y 9 respectivamente.

El IPC concluyó que más de dos tercios de los países obtienen una puntuación inferior a 50, y que la puntuación media es de 43. La región con mejor desempeño es Europa Occidental, con una puntuación media de 66; las regiones peor posicionadas son África Subsahariana (promedio de 32) y Europa del Este y Asia Central (promedio de 34). El promedio de América es de 44,19.

La Argentina, con 39 puntos, se ubica en el puesto 85 del mundo y en el puesto 16 entre los 31 países de América del Sur y del Caribe. Y si bien escaló 10 puestos respecto de la medición anterior, sigue estando en el grupo de los países corruptos a altamente corruptos y por debajo del promedio global y regional.

En realidad, todos los países que integran la región pertenecen a este grupo, se encuentran en rojo, a excepción de Uruguay, Chile y Costa Rica, que son percibidos como altamente transparentes. Uruguay se ubica primero en la región en términos de transparencia, en el puesto 23 del ranking global, con 70 puntos. En contraposición, Venezuela con apenas 18 puntos en la escala de transparencia, se ubica en el puesto 169 de 180.

En cuanto a la evolución del IPC para Argentina, se observa una mejora durante el gobierno de Cambiemos, puesto que en las mediciones entre 2012 y 2014 el país obtuvo alrededor de 35 puntos; en 2015 consiguió su peor puntaje, 32 y en cambio, en 2016 mejoró 4 puntos (36) y continúa haciéndolo en 2017, alcanzando los 39 puntos.

Pero, ¿cuál es la importancia que le otorgan los ciudadanos a la corrupción como principal problema del país? ¿La consideran una prioridad? A nivel nacional, según los datos del último Humor Social y Político que realizamos mensualmente junto con DAlessio-Irol, la corrupción preocupa a 4 de cada 10 argentinos. Se ubica, así, en el octavo puesto en el ránking de problemas a resolver prioritariamente.

Más precisamente, la corrupción alcanza al 38% y produce indignación en ambos lados de la grieta, diferenciándose al momento de especificar quiénes son los involucrados. En efecto, que queden sin castigar los actos de corrupción del gobierno anterior sigue siendo uno de los temas a resolver para el 65% de los partidarios de Macri en 2015, mientras que la mitad de los que votaron a Scioli pone la lupa en la posible corrupción del gobierno actual. (Datos correspondientes a la medición de diciembre realizada en forma online a 1.355 encuestados mayores de 18 años de todo el país.)

A nivel regional, según la última medición del Latinobarómetro, realizado entre el 15 de junio y el 2 de agosto de 2018, los encuestados de 18 países de América Latina mencionan a la corrupción, junto con la situación política, como el tercer principal problema a resolver en la región, con del 9% de las menciones; después de la economía, con el 35% y la delincuencia, con el 19%.

Al analizar el problema país por país, en los tres primeros puestos se encuentran: Colombia con 20%; Perú, 19%; y Brasil, 16%. Sin embargo, ni en Uruguay ni en Venezuela la corrupción representa un problema ya que sólo la mencionan el 1% de los consultados. Argentina aparece con el 3%, junto con El Salvador. “La Argentina es un país que ha tenido una larga historia de corrupción en sus instituciones públicas como ha quedado consignado en informes anteriores de Latinobarómetro. Sin embargo, en el año 2018, este problema país no aparece como relevante, ya que está opacado por la crisis económica actual”, se expresa en esta nueva edición.

Sin embargo, independientemente del lugar que ocupe la corrupción como principal problema a resolver, la percepción de su aumento persiste: mientras que en la medición anterior un 62% de los latinoamericanos decían que la corrupción había aumentado, en 2018 este porcentaje crece a 65%. Es más, en sólo en uno de los 18 países que participan de la medición, Honduras, el porcentaje está por debajo del 50%. En cuanto a Argentina, el 56% de los consultados considera que la corrupción aumentó respecto del año pasado.

Se preguntó por el grado de acuerdo/desacuerdo con la siguiente frase: “Se puede pagar el precio de cierto grado de corrupción, siempre que se solucionen los problemas del país” y como respuesta obtuvimos que 5 de cada 10 latinoamericanos estarían dispuestos a pagar ese precio. Entre los menos dispuestos, estarían Chile, Uruguay y Brasil, con 33,9%, 39,2% y 40,6%, respectivamente; y entre los más dispuestos, República Dominicana y Honduras, con 73,9% y 69,8%. En cuanto a la Argentina, la tolerancia a la corrupción fue creciendo: en 2012, sólo 2 de cada 10 argentinos estaba dispuesto a pagar este precio, pasando a 3 de cada 10 en 2016 y terminando en 5 de cada diez argentinos en esta última medición.

En cuanto al desempeño de los gobiernos latinoamericanos en la lucha contra la corrupción pública, el promedio regional demuestra la insatisfacción de la ciudadanía en la materia, ya que casi el 53% afirma que la actuación es mala (muy mala 18,45 y mala 34,2%), contra un tercio que opina lo contrario (muy buena 5,9% y buena 26,5). El 15,2 % restante no tiene la suficiente información como para opinar acerca de este tema. Entre gobiernos mejor evaluados se encuentran Ecuador, Nicaragua y Honduras, todos con balance positivo, 29,5%, 26,5% y 22,9% respectivamente. Entre los peores, aparece Brasil en primer lugar con balance negativo de casi 71%, seguido por Chile, con -47,8% y Venezuela, con -43,6%.

Respecto de la actuación del gobierno de Mauricio Macri en la lucha contra la corrupción pública, el 15,9% la evalúa como muy mala; el 29,3% mala; en tanto que para un 29% está actuando bien y, para un 8,3%, muy bien en la materia. Al igual que el promedio regional, también es alto el porcentaje de quienes no pueden calificar su desempeño por no contar con los datos suficientes: 17,5%.

Acerca de la percepción de quiénes son los actores políticos y sociales involucrados en actos de corrupción, para el 51% de los latinoamericanos “todos o casi todos” los parlamentarios están involucrados; el 50% cree que lo están los presidentes y el 47%, los concejales y el gobierno local. Entre los actores sociales considerados como no involucrados por la mayoría de los encuestados de la región se encuentran los líderes religiosos, con el 57%, los empresarios, con 53% y los empleados públicos, con 51%.

Haciendo foco en los presidentes y sus funcionarios, sólo en tres países su población cree que están minoritariamente involucrados en actos de corrupción: Uruguay (26%), Costa Rica (29%) y Chile (32%). En el resto de los países de la región la mitad o más de la mitad cree lo contrario y Argentina no escapa a esta percepción, con el 53%.

Para concluir, el tema de la corrupción no pasa desapercibido para los argentinos, según el Latinobarómetro, el 56% considera que ha aumentado, pero queda evidentemente relegado como problema prioritario a resolver en el país. Es preocupante la percepción que tiene el 53% de los ciudadanos acerca de que el presidente Macri y sus funcionarios estarían involucrados en actos de corrupción y que el 45% considere malo el desempeño del gobierno de Cambiemos en la lucha contra la corrupción pública.

¿Estará bien encaminada la estrategia electoral de Cambiemos al poner a este tema como eje de campaña? ¿Alcanzará, sumada al miedo al retorno populista y la inseguridad, para compensar las penurias económicas que experimentan la enorme mayoría de los argentinos, incluyendo a los que votaron por Cambiemos? Al menos reconocer su existencia y su importancia es sin duda el primer paso y la incorporación de propuestas anticorrupción en las plataformas electorales deberían tener como objetivo cambios estructurales, demostrando que existe un compromiso a largo plazo para combatirla.

Publicado por TN el 27/01/2019

La mayoría de los argentinos apoyaría una postura intervencionista en Venezuela

De 800 entrevistados, 65% cree que Macri debe tomar una postura más activa

Acorde con  un estudio realizado por una consultora privada, la mayoría de los argentinos encuestados piensan que el presidente, Mauricio Macri, debe tomar una posición activa ante la crisis política y humanitaria que atraviesa Venezuela, y casi la totalidad de los encuestados considera la democracia como la mejor forma de Gobierno.

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Según información consignada por El Intransigente, los datos surgen de una encuesta elaborada por las consultoras D’Alessio IROL y Berensztein. De los 800 entrevistados, el 65% cree que Macri debe tomar una “postura activa” ante el Gobierno de Nicolás Maduro, mientras que el 93% opta “prefiere un Gobierno democrático”.

El estudio también realiza una desagregación partidaria y arroja que, dentro de los votantes de Cambiemos, un 71% sostiene que la posición de Macri debe ser “intervenir” en el conflicto, contra un 29% que se opone. Mientras que, entre los votantes del Frente para la Victoria (FPV), un 60% ve positiva una intervención del Gobierno nacional, contra un 40% que prefiere “no intervenir”.

Por su parte, se registró un mayor interés por resolver el conflicto apelando a las “vías diplomáticas” entre los votantes de Cambiemos (68%), mientras que entre el electorado del Frente para la Victoria, se prioriza la promoción del diálogo entre “Chavistas y la oposición”.

 Por último, ambos partidos destacan como el logro más importante de la democracia actual argentina, la “erradicación de los golpes militares” (Cambiemos 46%; FPV 61%), mientras que en segundo lugar ponderan la “libertad de expresión” (Cambiemos 35%; FPV 20%).

Ante la profundización de la crisis política en Venezuela, el Gobierno argentino salió a respaldar al titular de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, que se autoproclamó como “presidente interino” del país, en rechazo al Gobierno de Nicolás Maduro.

Publicado por El Instransigente el 26/01/2019

Qué pensamos los argentinos sobre la crisis en Venezuela y los valores democráticos

Un estudio en conjunto de las consultoras D’Alessio IROL y Berensztein reveló la opinión de los argentinos respecto a la grave crisis política y social que se sucede en Venezuela.

El Monitor de Humor Social y Político, que D’Alessio IROL efectúa junto a Berensztein, consultó los pareceres de los argentinos respecto a la crisis de Venezuela, sus posibles soluciones y también sobre su propia apreciación de los valores democráticos en una Argentina atravesada por la grieta.

 De esta forma, los encuestados expresaron su opinión sobre Venezuela y afirmaron su preferencia a tener un gobierno democrático, en lugar de un sistema que consideran contrapuesto y totalitario como los casos de Venezuela o Cuba.

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La metodología para el revelamiento de datos fue mediante preguntas cerradas administradas de manera online. La muestra corresponde 800 personas de distintas partes de la República Argentina y que hayan cumplido más de 18 años.

 Una de las primeras consultas era sobre el sistema de gobierno preferido: el 93% de los encuestados eligió la democracia por sobre el 4% que optó por preferir un régimen totalitario.

 Dentro de ese minúsculo grupo que prefiere el autoritarismo, la encuesta demostró que aún entre quienes se identifican con el kirchnerismo  no elegirían como modelo a seguir a Cuba o Venezuela. De cada 10 votantes del Frente para la Victoria que prefieren el totalitarismo, sólo 2 elegirían como su modelo ideal los países caribeños.

 Más adelante, la encuesta pregunta sobre si la actitud del gobierno de Mauricio Macri debiera ser pasiva o intervenir activamente en el conflicto y de ambos lados de la grieta estuvieron de acuerdo en la necesidad de una interacción por parte de la Argentina. En total, 71% a favor los votantes de Cambiemos y 60% en la misma línea los del kirchnerismo.

Cuando se ahonda sobre las distintas variables de intervención, la grieta vuelve a estar marcada: los seguidores de Mauricio Macri quieren que por vías diplomáticas se reclame el respeto de los Derechos Humanos y la libertad de los presos políticos, mientras que los cristinistas desean darle más tiempo a Maduro promoviendo un diálogo entre el oficialismo y la oposición.

 Nuevamente ubicados sin distinción partidaria, los argentinos coincidieron mayoritariamente (90%) en que aún con sus falencias la democracia es el mejor sistema político que existe y que con el aprendizaje de las sociedades puede mejorar con el tiempo.

 A modo de cierre, tanto los votantes del kirchnerismo como los de Cambiemos coincidieron en que en estos treinta y seis años ininterrumpidos de democracia el mayor logro fue haber podido erradicar los golpes de estado.

Publicado por Radio Mitre el 26/01/2019