Día de la Madre: Menos flores y bombones, más ropa y carteras

Según un sondeo, ellas prefieren un regalo personalizado; no para la casa ni comprado de apuro. La mitad trata de influir en la elección.
Las madres lo tienen claro: el domingo es su día, piensan festejarlo y esperan de sus hijos un regalo personalizado, que no parezca comprado a las apuradas ni para salir del paso.
Quieren un obsequio que sea para ellas –no para la casa–, cuya elección demuestre afecto y que se haya comprado considerando sus gustos y su estilo. Las conclusiones surgen de una encuesta exclusiva de D’Alessio IROL para Clarín . Según el estudio, lo menos valorado por las mamás es recibir dinero, órdenes de compra o bombones, mientras que sus presentes preferidos, por lejos, son los relacionados con la moda.
“Hoy las mamás pueden ser muy modernas, pero la tradición del Día de la Madre sigue siendo muy fuerte. El 95% de ellas lo sienten como su día, les gusta festejarlo y quieren recibir regalos que sean propios”, interpretó la socióloga Nora D’Alessio, vicepresidenta de la consultora. Y destacó, a la luz de los resultados, que las madres prefieren los regalos que le parecen más “personales”. Es decir, los que demuestran que sus hijos las conocen bien y se ocuparon de comprarles algo especial.
¿Cuáles son los obsequios preferidos? Sin dudas, los relacionados con la moda. Consultadas sobre el tema con opción a múltiples respuestas, el 64% de las madres dijo ropa, el 59% carteras y un 58% calzado. “Son regalos para ellas, para su auto-estima y lucimiento personal. Tienen que ver con la actitud estética propia del género”, analizó Alberto Pierpaoli, CEO de The Gender Group, consultora especializada en consumo femenino.
Un escalón abajo aparece la tecnología, con 41% de las preferencias para celulares y otros “gadgets”. Un 31% también marcó electrodomésticos, que suelen ser depiladoras, planchitas y otros aparatos para ellas. En Garbarino, por caso, los cuatro rubros más comprados en esta fecha son los de celulares, tablets, LCD y cuidado personal, contó Carmelo Ferrante, el director de Marketing y Ventas.
Por su parte, 1 de cada 3 encuestadas dijo que se conformaría con recibir un obsequio hecho por sus hijos (34%). Y en un cuarto nivel, aparecen regalos de belleza y autocuidado como perfumes, cosméticos, días de spa y tratamientos estéticos. “Son menos personales, pero también vienen de un hijo que te conoce”, aseguró D’Alessio.
Entre los menos elegidos destacan el dinero (14%) y los vouchers para canjear (17%), según Pierpaoli porque se ven como “un un acto de intercambio comercial que descuida el valor sentimental y emocional de la fecha”. Las flores tampoco midieron bien, aunque algo mejor que los bombones (15%).
La investigación también reveló que un 53% de las madres intenta influir en la elección de su regalo, ya sea expresando lo que quiere o dando “pistas” en los días previos. Y si luego no les gusta lo recibido, el 75% está dispuesta a cambiarlo pese a la culpa. De todos modos, ese escenario no es habitual porque a la gran mayoría (87%) suelen gustarles los obsequios recibidos.
En materia de festejos, casi no hubo diferencias: 9 de cada 10 celebran comiendo en familia, mayormente en los hogares (69%), pero también en restaurantes (22%). “Las familias siempre salieron a comer para esta fecha, pero hoy la idea parece haberse desarrollado más, y ya es el día del año con más demanda”, afirmó Camilo Suárez, directivo de la Asociación de Restaurantes, Confiterías y Cafés. Más allá del plan, lo que parece importante para las madres es no ponerse el delantal: el 82% dijo que, en su día, prefiere que cocine otro.
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“Momentos compartidos”, nuevos regalos que crecen
Son “experiencias” para disfrutar en familia y atesorar recuerdos. Y sustituyen a los obsequios materiales.
Las familias suelen festejar el Día de la Madre con una comida. Pero ese no es el único momento que se puede compartir con mamá en su día. Para ella, también puede ser inolvidable un paseo juntos en bicicleta, hacer una huerta o volar en helicóptero. Este tipo de actividades hoy crecen como regalos que pueden completar y hasta sustituir a los obsequios materiales, observan investigadores de mercado.
“Se están regalando momentos, aprendizajes y experiencias, y no sólo productos u objetos, sobre todo en los sectores medio-altos”, afirmó Ximena Díaz Alarcón, directora de la consultora Trendsity. “Es algo que crece porque, en un mundo tan saturado de estímulos, información y posibilidades, los consumidores valoran más lo que realmente los conmueve”, agregó.
Con la tendencia, surgen empresas que comercializan momentos. Bigbox, por caso, ofrece regalarles a las madres experiencias en gastronomía, bienestar y aventura, el rubro que más crece con opciones como deportes acuáticos o de altura. Según informan, el 70% de los momentos vendidos son para compartir. Desayunos a Domicilio, que vende bandejas para sorprender a mamá al levantarse, ve su demanda sextuplicada para esta fecha.
En un contexto tan cambiante e incierto –añadió Díaz Alarcón–, estas experiencias y emociones generadoras de gratos recuerdos son vistas como “lo que nos queda, como lo que nada ni nadie nos puede quitar”. Es decir, como verdaderos “tesoros emocionales”.
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Con el amor no nos alcanza
Por Adriana Santagati
Despertarlos. Vestirlos. Lograr que desayunen. Llevarlos al colegio. Volver. Cambiarse. Ir al trabajo. Trabajar. Llegar corriendo a retirarlos. Volver a casa. Lograr que merienden (sin tele). Transformarse en remisera y llevarlos a (completar el casillero) pileta, fútbol, danza, hockey, dibujo, maestra particular, gimnasia artística, guitarra, patín, foniatra, cumpleaños. Volver por tercera vez. Lograr que se bañen. Controlar la tarea y la mochila. Resolver la cena (y que sea saludable). Leerles un cuento. Lograr que se duerman. Fin del día.
La rutina de una madre puede ser tan agotadora como maravillosa. Una la elige feliz, aunque a veces quiera gritar basta. Pero una vez al año, las madres exigimos un reconocimiento. Y en este mundo materialista, con el amor no nos alcanza. O, al menos, lo esperamos traducido. No es una cuestión de dinero: un enorme regalo que recibí fueron unas hebillas que mi hija me eligió especialmente a los 5 años.
Las cadenas de electrodomésticos no promocionan ya las ofensivas planchas como antaño; sí tabletas, cafeteras y pavas. Muy lindas, pero “para la familia”. No, no: el domingo es nuestro, y el regalo también. Queremos pasar de estar detrás de la cámara al protagónico. Al menos un día, por los otros 364.
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“Quiero que se junten a pensar”
Cuando sus hijos eran chicos, a Rosana Dirks (53) le conmovía que ellos gastaran sus primeros ahorros en un regalito y le dedicaran una carta afectuosa. Hoy, que ya tienen 22, 25 y 28 años, algo que le encanta es sentir que sus hijos intentaron regalarle algo especial en su día. “Me gusta que se unan y piensen qué me hace falta o podría gustarme, según mis preferencias y mi estilo; no que sea algo de apuro”, explicó, y contó que sus favoritos son ropa, carteras, calzado y lentes de sol. “Un tratamiento de estética no estaría mal -agregó-. Lo que no quisiera es un electrodoméstico para la casa… nada para trabajar”. Según dice, más allá de los regalos, siempre disfruta mucho el Día de la Madre: “Te agasajan, te miman, recibís mucho cariño y eso es muy lindo. Para una no hay título más importante que el de ‘mamá orgullosa’, y está bueno tener un día para celebrarlo juntos”.